¿Cuál es la función del hipotálamo?
El hipotálamo es un área del centro del cerebro que, aunque es pequeña, tiene muchas funciones. Destaca que desempeña un papel importante en la producción de hormonas. Además, ayuda a estimular muchos procesos fundamentales en el cuerpo.
Es más, cuando el hipotálamo no funciona correctamente, puede causar problemas orgánicos que provocan muchos trastornos. Por otro lado, aunque las enfermedades del hipotálamo son poco comunes, es importante mantenerlo saludable para reducir el riesgo.
La palabra hipotálamo proviene de dos palabras griegas que se traducen como “bajo el tálamo”. Aquí es donde se encuentra el hipotálamo, debajo del tálamo y encima de la glándula pituitaria. Hablamos de un área pequeña del cerebro, lo que no quita para que juegue un papel crucial en el cuerpo al influir tanto en el sistema endocrino como en el nervioso.
Anatomía funcional del hipotálamo
El hipotálamo tiene un tamaño bastante reducido: pesa tan solo de 5 a 8 gramos, un 0’3% del volumen encefálico de un adulto. Ocupa la porción más ventral del diencéfalo (el cerebro medio), situado en la base del tercer ventrículo.
El hipotálamo también tiene conexiones eferentes hacia el tronco encefálico, lo que le confiere un papel en las funciones vitales involuntarias, y hacia el telencéfalo.
Cercano al tálamo, forma una parte relevante del sistema límbico, de ahí que tenga un papel sobre la regulación de las emociones. Por otro lado, también está conectado al lóbulo posterior de la hipófisis a través del infundíbulo (lo que se conoce como eje hipotalámico-hipofisario), de forma que también participa en la producción y regulación hormonal.
Una forma sencilla de estudiar la anatomía del hipotálamo es dividirlo en regiones. Vamos a ver esta clasificación:
- Región anterior: en esta zona se congregan varios núcleos neuronales dedicados a la secreción de hormonas.
- Zona media: responsable del control del apetito y la estimulación de la producción de hormonas implicadas en el crecimiento del cuerpo.
- Región posterior: aquí se controla la temperatura corporal a través de la sudoración y otros mecanismos, como la piloerección o los escalofríos.
Funciones
El estado de equilibrio orgánico se le conoce como homeostasis. El cuerpo siempre está tratando de lograr/mejorar este equilibrio. Así, el trabajo principal del hipotálamo es regular diferentes condiciones para conseguirlo.
Para hacer esto, el hipotálamo actúa como el conector entre los sistemas endocrino y nervioso. De hecho, juega un papel en muchas funciones esenciales del cuerpo, como la regulación de la temperatura corporal, la sed y el apetito.
También interfiere en la regulación de las emociones, los ciclos de sueño, el parto, la tensión arterial y frecuencia cardíaca, así como en la producción de jugos digestivos y el balanceo de fluidos corporales. Además, se considera que en el hipotálamo se forman sustancias químicas que generan la rabia, la tristeza, la sensación de enamoramiento, la satisfacción sexual, entre otros.
A medida que se envían señales al cerebro desde diferentes áreas del cuerpo, el hipotálamo responde liberando las hormonas correctas en el torrente sanguíneo para equilibrar el cuerpo.
Hormonas del hipotálamo
Para mantener este equilibrio, el hipotálamo es uno de los principales responsables del funcionamiento del sistema endocrino. Además, también está estrechamente relacionado con la glándula pituitaria, que produce y envía otras hormonas importantes.
Así, el hipotálamo y la glándula pituitaria trabajan de manera conjunta para controlar todo el sistema endocrino. Para ello, las glándulas que producen muchas hormonas del cuerpo. Esto incluye las glándulas suprarrenales, los riñones y la glándula tiroides.
Las hormonas secretadas por el hipotálamo incluyen:
- La hormona antidiurética, que aumenta la cantidad de agua que los riñones absorben en la sangre.
- Hormonas liberadoras de corticotropina, que ayudan a regular el metabolismo y la respuesta inmune al trabajar con la glándula pituitaria y la glándula suprarrenal para liberar ciertos esteroides.
- Las hormonas liberadoras de gonadotropina, que le dicen a la glándula pituitaria que libere hormonas que mantienen funcionando a los órganos sexuales.
- La oxitocina, que participa en muchos procesos, incluida la liberación de la leche materna, la temperatura corporal y los ciclos de sueño de la madre.
- Las hormonas que controlan la prolactina, que le dicen a la glándula pituitaria que comience o suspenda la producción de leche materna en las madres lactantes.
- La hormona liberadora de tirotropina, que activa la tiroides, liberando las hormonas que regulan el metabolismo, los niveles de energía y el crecimiento del desarrollo.
- Las hormonas de crecimiento, que le dicen a la glándula pituitaria que aumente o disminuya su número en el cuerpo.
Trastornos del hipotálamo
Cualquier trastorno que impida que el hipotálamo funcione adecuadamente se conoce como enfermedad hipotalámica. Las enfermedades hipotalámicas son muy difíciles de precisar porque su número es muy grande.
El hipotálamo también desempeña la función de indicar a la glándula pituitaria que libere hormonas al resto del sistema endocrino. Como a los médicos les resulta difícil diagnosticar qué glándula no funciona correctamente, a estos trastornos a menudo se les llama trastornos del hipotálamo-hipófisis. En estos casos, hay algunas pruebas que evalúan el funcionamiento del sistema endocrino y que dan pistas para identificar la raíz del trastorno.
Las causas más comunes de las enfermedades hipotalámicas son las lesiones en la cabeza que afectan el hipotálamo. Las cirugías también pueden afectar el hipotálamo, así como la radiación y los tumores. En algunos casos, también puede haber un vínculo genético con la enfermedad hipotalámica. Las causas adicionales de la enfermedad hipotalámica pueden incluir:
- Trastornos de la alimentación como la bulimia o la anorexia.
- Dietas altas en grasas saturadas.
- Tumores.
- Trastornos genéticos que causan acumulación excesiva de hierro en el cuerpo.
- Desnutrición.
- Inflamación.
- Infecciones.
- Sangrado excesivo.
- Síntomas de trastornos del hipotálamo.
Síntomas hipotalámicos
Cuando esta parte del cerebro se ve afectada o dañada, las funciones que controlan se ven disminuidas o alteradas. Vamos a ver algunos síntomas de disfunción hipotalámica:
- Cambios en el apetito: aumentado o disminuido.
- Aumento o pérdida de peso.
- Dificultades para dormir.
- Deshidratación.
- Poliuria (aumento de frecuencia en la micción).
- Desajustes de la temperatura corporal.
- Hipopresión o hiperpresión arterial.
- Problemas de desarrollo o de crecimiento.
Cómo favorecer la salud del hipotálamo
Debido a que el hipotálamo desempeña un papel tan vital en el cuerpo es fundamental cuidarlo y mantenerlo con buena salud. Aunque no se pueden evitar los factores genéticos, existen algunos pasos dietéticos que ayudan a que este funcione mejor.
El hipotálamo controla el apetito y, de hecho, se ve afectado por los alimentos que se consumen. Los estudios han demostrado que las dietas altas en grasas saturadas pueden alterar la función del hipotálamo que regula el hambre y el gasto de energía.
También se ha encontrado que las dietas ricas en grasas saturadas tienen un efecto inflamatorio en el cuerpo. Esto puede afectar el sistema inmunitario, aumentando las posibilidades de que se vuelva contra las células sanas del cuerpo, aumentando la inflamación en el intestino y alterando el funcionamiento natural del cuerpo.
Las dietas ricas en grasas poliinsaturadas, como los ácidos grasos omega-3, pueden ayudar a revertir/atenuar esta inflamación. Estas grasas pueden ser una alternativa segura a otros tipos de aceites y grasas. Entre los alimentos con un alto contenido de omega-3 encontramos pescado, nueces, semillas de lino y verduras de hoja verde.
En este sentido, para favorecer la salud del hipotálamo y mejorar función cerebral es importante consumir frutas y verduras ricas en vitaminas, especialmente vitamina C y vitaminas del grupo B.
Cabe destacar que el hipotálamo es una de las partes más cruciales del cuerpo; sin embargo, rara vez caemos en la cuenta de que está ahí hasta que empieza a funcionar mal. Mantenerlo en buen funcionamiento ayuda a prevenir una gran cantidad de enfermedades.
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