Cuando sientes que tu apariencia no se corresponde con como eres
Sentir ansiedad por la forma en que somos percibidos por los demás es normal, pero ¿Qué pasa cuando no puedes dejar de pensar que quien aparentas ser y quien eres no son la misma persona?
Los psicólogos indican que una de cada tres personas se sienten como un fraude porque tienen la idea de que la cara que dan a los demás no concuerda con quienes son realmente. El resultado de esta idea es la ansiedad, la depresión y la vergüenza.
La ironía es que estas personas suelen ser los estudiantes más brillantes, los mejores padres, los empleados más efectivos y en general, las personas que parecen más exitosas. Solemos pensar que entre mejor imagen pública tiene alguien, más seguridad y autoconfianza tendrá. Esto suele ser totalmente falso.
El origen
Este sentimiento de fraude deriva de la autocrítica exhaustiva, la cual les lleva a justificar su éxito de forma negativa. Por ejemplo, si han obtenido un ascenso en el empleo, suelen justificarlo con el hecho de que su empleador tiene muy bajos estándares y no se dan el crédito correspondiente.
Otra características de quienes se sienten como un fraude es que le dan demasiada importancia a la impresión que dejan en los demás. Esto provoca que al iniciar nuevas relaciones, comenzar en un nuevo empleo o visitar nuevos lugares estén más preocupados en dar la imagen que creen se espera de ellos que en disfrutar y vivir el momento. De esta forma se esconden tras una capa que los puede hacer fracasar, o peor aún, tener éxito.
Los temores que llevan a fingir
Aunque puede parecer lo contrario, el éxito es uno de los miedos más profundos de estas personas. La razón es muy sencilla: si logran dar la imagen que creen que los demás desean, el sentimiento de ser un fraude aumenta. Si no logran satisfacer los estándares externos, sienten que han fracasado.
Otros de sus temores es la posibilidad del abandono o la crítica de la gente que es importante para ellos. Quienes se consideran a sí mismos como un fraude, temen que un día sus seres queridos se percaten de su falsedad y se alejen de ellos o los critiquen duramente.
Los pasos para salir adelante
El paso para salir de esta situación es admitir el sentimiento de fraude. Aunque esta admisión generará mucha vergüenza, será vital para revelar quién se es realmente. Dependiendo de las características de la persona, pasar por este proceso puede ser muy sencillo o puede requerir de la colaboración con un psicólogo para encontrarse realmente y entender quién se es.
El factor que más puede ayudar son los nuevos inicios. Encontrarse con nuevas oportunidades para el cambio puede facilitar el proceso de identificar quién es realmente la persona. Es probable que la persona en algún momento vuelva a tener el deseo de ser quien los demás esperan, pero con la motivación adecuada encontrará la forma de evitar las situaciones que le generan insatisfacción.