¿Cuánto dura el enamoramiento?
El enamoramiento es un estado emocional caracterizado por la sensación de alegría, plenitud y satisfacción que viene precedido por la atracción hacia otra persona. Esta etapa nos lleva a un estado alterado de conciencia, influyendo en nuestro organismo hasta el punto de propiciar decisiones erróneas.
La atracción sexual sería la fase previa al enamoramiento. Este deseo por el otro está determinado, entre otros factores, por la activación de ciertas áreas cerebrales a causa de sustancias que emite el otro, feromonas, o cambios biológicos en uno mismo.
Atracción sexual
Nuestro cuerpo segrega diversas sustancias cuando nos encontramos frente a un estímulo que nos atrae (la persona, o la idea de tenerla cerca). Así, se produce un incremento de la testosterona o de los estrógenos, aumentando el deseo. A su vez, este deseo lleva a un aumento de adrenalina, glucosa y feniletilamina.
Estos neurotransmisores hacen que, cuando sentimos atracción sexual, nuestro organismo se active, aumentando la tasa cardíaca, la sudoración, preparando nuestros órganos para una respuesta sexual y para sentir placer.
Según algunos autores, esta sensación de deseo incontrolable por el otro puede durar unos dos años. Es alrededor de ese momento cuando se observa una disminución de las hormonas del deseo. Sin embargo, se solapa con el aumento de otra hormona, conocida como la del amor, la oxitocina.
Enamoramiento
El enamoramiento nos lleva a sentir temblores, a palidecer o ruborizarse, sentimientos de incomodidad, tartamudeo y pérdida del control de las emociones. Pero ¿por qué ocurre esto?
Numerosos estudios respaldan que el enamoramiento es, a priori, como una adicción, que incluye síndrome de abstinencia e, incluso, tolerancia.
Neurobiología
Cuando se siente deseo por alguien, el sistema nervioso activa el sistema endocrino para prepararlo para el sexo. Sin embargo, la ausencia de la persona y la imposibilidad de satisfacer los deseos, lleva a la inhibición del mismo.
Las regiones prefrontales inhiben el impulso y ante el aumento de feniletilamina, vasopresina y otras hormonas, se produce dopamina en grandes cantidades hasta segregar endorfina.
Todo ello produce un desequilibrio en diferentes sistemas, como el dopaminérgico. Esta imposibilidad de consumar el deseo lleva a un descenso de serotonina que produce falta de interés en actividades, insomnio, disminución del apetito, de la concentración…
Por su parte, el incremento de acetilcolina lleva a pensamientos obsesivos y recurrentes sobre la persona deseada. Hablamos de conductas compulsivas, como mirar su foto de manera constante o comprobar si nos ha escrito.
Oxitocina
La oxitocina es una hormona que segrega el cerebro, de manera concreta en el hipotálamo. Aunque hombres y mujeres producen oxitocina, su producción es mayor en mujeres, y se incrementa durante el orgasmo, el parto y la lactancia.
Tanto en humanos como en otros animales, esta sustancia está relacionada con el cuidado. Así, cuanta más oxitocina, más tendencia a la protección.
Es entonces cuando, además de la atracción, se añade un componente de ternura y de cuidados. Aparece una necesidad de estar juntos mucho tiempo, de velar por el otro y de sentirse correspondido, de manera que ambos se sienten muy bien con la sola presencia del otro.
¿Cuánto dura?
Teniendo en cuenta todos los procesos subyacentes al enamoramiento, se calcula que el enamoramiento común tiene una duración breve, que va desde semanas hasta un año. Curiosamente, parece existir una relación entre la edad de los enamorados y el tiempo de duración del enamoramiento: cuanto más jóvenes, menos dura el enamoramiento, pero más intenso es.
A pesar de ello, el enamoramiento se puede extender. Teniendo en cuenta que se compone de deseo sexual y afecto positivo y cuidados, se pueden, y se deben, mantener estos aspectos vivos durante todo el tiempo posible. Pasar a una fase de amor más asentado no significa que nuestro organismo no pueda seguir reaccionando y aportándonos “todos esos afrodisíacos que se sienten al principio”.
El enamoramiento es un combo entre la alta atracción sexual y el desequilibrio del organismo, que conforme aumentan los contactos va dando paso a un vínculo más íntimo. Se comienza a conocer a la otra persona y a plantearse si se desea continuar con ella o no.
A la atracción sexual se ha sumado el apego, dando como resultado el enamoramiento. Pero es tras esta etapa cuando se comienza a plantea la posibilidad de ir más allá. Según los expertos, si llegados a este punto, se considera que la otra persona tiene valores y una personalidad compatible con la propia, es cuando se produce el vínculo amoroso.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Pinto, B. (2002). La psicología del amor. Departamento de Psicología de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”