El peligro escondido de la información
Según Clay Johnson en su obra “The information Diet”, es preciso reducir el consumo de información para poder paliar los “efectos perjudiciales” que tiene esta actividad, aunque sea pasiva. Y no es la única que invita a este cambio.
Rolf Dobelli es otro de los que aconseja disminuir la cantidad de noticias que llegan a nosotros a diario, y en lugar de ello, mantener una “dieta saludable” de datos e información que realmente nos importan. Además, compara las noticias y la mente con lo que ocurre entre el azúcar y el cuerpo. Este ingrediente es fácil de digerir y nos provoca una sensación de “no saciedad”, es decir, que siempre queremos más y más.
Los medios de comunicación proporcionan pequeñas porciones de varios asuntos y la mayoría de ellos no son de interés para nuestra vida cotidiana, ya que no requieren de un pensamiento demasiado elaborado. Volviendo al ejemplo de la comida, es como consumir galletas todo el día, y nunca una cena casera. No experimentarás saturación o estar satisfecho, ya que el estómago (el cerebro) nunca se da cuenta cuándo está repleto, además de que siempre nos pedirá más.
El consumo de noticias tiene efectos secundarios en nuestra salud mental, porque no nos permite comprender el mundo, lo que ocurre a nuestro alrededor. Es mejor, según los autores antes citados, adoptar una dieta libre o reducida de información. Algunas de las conclusiones son:
-Las noticias nos inducen al error de manera sistemática: prestamos más atención a lo escandaloso, lo llamativo, lo chocante (la prensa amarillista como se la conoce). No solemos prestar atención a los datos más sutiles, complejos, que requieren análisis. Los medios saben cómo atraerte hacia sus redes, así está basado su modelo de negocio.
-Las noticias son irrelevantes: presta atención la próxima vez que estés frente al noticiero o leyendo el diario. ¿Cuántas de todas las noticias que se informan son realmente importantes? Es verdad que el término “relevancia” es muy subjetivo, sin embargo, el concepto general es para ellos, lo que vende.
-Las noticias limitan el entendimiento: No tienen un poder explicativo por si mismas, no indican cuáles son los trasfondos, solamente se centran en mostrar lo “principal” . Son de fácil producción porque son ligeras, livianas, fáciles de digerir, como una pequeña galleta.
-Las noticias son tóxicas para el organismo: Pueden provocar diversas reacciones en el sistema límbico. Por ejemplo, ver un contenido altamente violento antes de dormir, hará que tengas pesadillas. Una noticia donde se “toca” lo emocional, hará que sientas un nudo en el pecho por varias horas. Todo lo que ves en televisión libera cortisol, lo que a la larga provoca estrés crónico, problemas digestivos, nerviosismo, susceptibilidad a las infecciones, falta de crecimiento, insomnio, etc.
-Las noticias aumentan el riesgo de cometer errores cognitivos: Esto se debe a que exacerba el “sesgo de información”, es decir, la tendencia a ignorar datos que se contradicen. Permiten que tengamos una teoría “armada” sobre un tema aunque éste no sea el correcto o bien, sin saber que existen otras variables. Las noticias a su vez pueden activar otros sesgos como el de las historias, que nos hace creer lo que parece coherente.
-Las noticias inhiben el pensamiento: Ya que la mente necesita concentración y tiempo libre sin interrupciones, todo lo contrario a lo que pasa en el noticiero. Además, ver mucho la televisión y los canales de noticias afecta la memoria, disminuye nuestra capacidad de prestar atención al trabajo o estudio, interrupciones, problemas para retener datos o comprender ciertas enseñanzas, etc.
-Las noticias van cambiando la estructura del cerebro: la mente trabaja de una cierta manera y lo que practicamos con más frecuencia refuerza ciertas conexiones neuronales. Lo contrario ocurre a la inversa, cuanto menos hacemos una actividad, menos fuertes son esas vías responsables por llevarlas a cabo. El pensamiento superficial y de multitarea es lo que se desarrolla al ver las noticias.
-Las noticias nos manipulan: Cada medio de comunicación informará de una manera diferente el mismo hecho. Esto se debe a que tienen diversos intereses e ideologías. Los dueños de los canales o periódicos son los que indican qué es lo que se puede emitir y lo que no y de qué manera explicar cada noticia, así es como el mismo acontecimiento será narrado de cientos de formas diferentes, según quién lo esté contando.
