Ernst Simmel y la neurosis de guerra
Ernst Simmel es uno de esos pioneros del psicoanálisis, cuyo nombre fue olvidado por varias décadas. Como otros de sus contemporáneos, sufrió el rigor de la Segunda Guerra Mundial y tuvo que emigrar a los Estados Unidos. Este cambio marcó una ruptura en su trabajo, y por eso, sus aportes solo se reconocieron hasta finales del siglo XX.
A Ernst Simmel se le considera uno de los creadores del concepto de neurosis de guerra. También estuvo a la vanguardia del movimiento de medicina social. Este aboga por el enfoque de atención hacia los más necesitados, en igualdad de condiciones a quienes pueden pagar las consultas.
“La huida a la psicosis masiva no es solo una huida de la realidad sino también de la locura individual”.
-Ernst Simmel-
Uno de los aspectos en los que Ernst Simmel hizo grandes contribuciones fue en el plano de las adicciones. A diferencia de otros psicoanalistas, se ocupó de fenómenos que excedían los tradicionales casos de neurosis. Hay un trasfondo social en toda su práctica y su producción intelectual.
Los primeros años de Ernst Simmel
Ernst Simmel nació el 4 de abril de 1882 en una localidad de Polonia, llamada Breslau. En aquel entonces el lugar había sido anexado al imperio alemán. Provenía de una familia judía, de mediana condición. Desde que estaba muy pequeño, los Simmel se mudaron a Berlín, donde su madre se desempeñó como directora de una agencia de empleos.
Simmel estudió medicina y se especializó en psiquiatría. Obtuvo su título en 1908, con una tesis de grado sobre la demencia precoz. En el año de 1910 contrajo su primer matrimonio con Alicia Seckelson. Hacia el año 1913 fundó, con otros colegas, la Sociedad de Médicos Socialistas. Esta organización buscaba brindar atención a los menesterosos y a aquellos que no podían pagar una consulta.
Más adelante, Ernst Simmel asumió la dirección de un hospital militar psiquiátrico. Esto le permitió entrar en contacto con pacientes que habían vivido los horrores de la Primera Guerra Mundial. Allí también comenzó a familiarizarse con el psicoanálisis y, especialmente, con la técnica de la hipnosis.
La trayectoria de Simmel
Simmel encontró en el psicoanálisis un camino válido para tratar los traumas de los excombatientes de la guerra. Hizo una particular aplicación de los métodos freudianos. Empleaba la hipnosis y también se valía de un maniquí, para que los pacientes descargaran sobre este su agresividad.
Todo ese trabajo le permitió sentar las bases del concepto de neurosis de guerra. Al respecto, publicó un interesante trabajo, en 1918. Esta obra llegó a manos de Sigmund Freud, quien quedó impresionado. En una de las cartas que le dirigió a Karl Abraham, Freud elogió a Simmel abiertamente. De hecho, su obra Psicología de grupo y análisis del ego se basa explícitamente en los postulados de Simmel.
Más adelante, Simmel se psicoanalizó con Karl Abraham directamente. Después ayudó a este analista a crear el Instituto Psicoanalítico de Berlín, primera clínica psicoanalítica del mundo en ofrecer consultas gratuitas para los más desfavorecidos. También contribuyó en la creación del policlínico de Berlín. Allí desarrolló varios seminarios y desarrolló un trabajo sobre neurosis de guerra, con destacados colegas como Sandor Ferenczi, Ernst Jones y otros.
Los aportes de Ernst Simmel
Tras la muerte de Abraham, Simmel fue elegido presidente de la Sociedad Psicoanalítica Berlinesa. Ocurrió en 1925. Un año después, creó un sanatorio en Tegol, al estilo de las grandes clínicas de la época. Este lugar se convirtió en un puntal de los métodos psicoanalíticos, aplicados a casos de toxicomanías, psicosis y neurosis graves. Este sanatorio sirvió como modelo para la creación de varias clínicas norteamericanas, más adelante.
Freud se alojó en este sanatorio, cuando fue a tratar su cáncer en Berlín. Sin embargo, el sitio tuvo varias dificultades financieras y entró en bancarrota. Freud y Einstein abogaron ante el Ministerio de Cultura de Alemania para que apoyaran este centro, pero todo fue inútil. En 1931 cerró sus puertas. Dos años después, Ernst Simmel fue apresado por la Gestapo. La Asociación de Médicos Socialistas le pagó una fianza a los nazis y así lograron liberar al psicoanalista.
Este se trasladó a Bélgica y luego a Los Ángeles, en Estados Unidos. En Norteamérica se reencontró con varios de sus colegas y, como ellos, siempre se lamentó de la trivialización del psicoanálisis en tierras americanas. Aún así, fue el psicoanalista favorito de las estrellas de Hollywood. Murió en 1947 y su obra solo fue redescubierta hasta 1993, gracias a los buenos oficios de algunos eruditos del Freudismo.
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- Simmel, E. (1921). Intervención en una exposición junto con Abraham Ferenczi y Jones sobre psicoanálisis y las neurosis de guerra“.