¿Es el deterioro cognitivo leve la antesala a la demencia?
El deterioro cognitivo leve consiste en el deterioro de una o algunas de las funciones cognitivas, como la memoria. Pero no es tan significativo como para interferir de manera significativa en la vida diaria de la persona o en las actividades que desempeña habitualmente.
Unos de los científicos que propuso la existencia de este deterioro es Petersen y lo define como un estado transitorio entre la normalidad y la demencia. Además, es clave porque parece identificar a un grupo heterogéneo de personas que se encuentra en una situación de riesgo -superior a la observada en la población general- para el desarrollo de una demencia.
Este estado ha sido objeto de gran controversia ya que existe disparidad de opiniones en cuanto a si se puede catalogar como una patología o si se puede considerar la antesala de una demencia. Hoy en día es un tema de estudio muy importante para la prevención de demencias.
Síntomas del deterioro cognitivo leve
Los primeros síntomas que se detectan en una persona con deterioro cognitivo leve son la percepción de olvidos, que eran comunes anteriormente y empiezan a aumentar su frecuencia.Tambén la percepción de otros olvidos que antes no aparecían y que tienen una trascendencia superior.
Por ejemplo, pueden olvidar dónde han dejado las llaves, qué les ha dicho una persona hace un rato, hacer un recado que tenían pensado hacer…
En un principio los olvidos pueden ser considerados normales por parte de la familia, ya que piensan que las personas a cierta edad comienzan a olvidarse de cosas por el simple hecho de hacerse mayores. Pero lo cierto es que en el momento que empiezan a existir cambios en la memoria o en cualquier función cognitiva, es importante poner atención para poder trabajar tempranamente sobre estas mermas.
Estos síntomas pueden ir agravándose con el tiempo o estancarse y nunca progresar, e incluso desaparecer y volver a la normalidad. Muchos estudios se enfocan en intentar conocer qué factores influyen para que este deterioro cognitivo leve progrese a una demencia o no. Y, aunque todavía no está del todo claro, parece ser que la reserva cognitiva puede estar estrechamente relacionada.
Reserva cognitiva y progresión del deterioro cognitivo
La reserva cognitiva es aquella capacidad que tiene el cerebro para hacer frente a diferentes lesiones y compensarlas mediante la plasticidad cerebral adquirida durante la vida. Está relacionado con factores como los años de estudio, el nivel cultural, el trabajo desempeñado a lo largo de la vida, la relaciones sociales, la realización de actividades intelectuales…
La personas con una alta reserva cognitiva pueden compensar las lesiones sufridas en el cerebro creando nuevas conexiones neuronales. Estas personas que logran hacer frente gracias a su capacidad y plasticidad cerebral, podrían llegar a sufrir un deterioro cognitivo leve y conseguir frenar la progresión en el declive de las funciones.
La prevención de las demencias puede abordarse en personas que sufren deterioro cognitivo leve, estimulando las funciones que se ven afectadas, aumentando así la reserva cognitiva.
Según Iñiguez entre un 1 y un 2 % de la población general padece demencia, mientras que entre la población que padece deterioro cognitivo leve el porcentaje es de un 10-12%.
La prevención: el mejor tratamiento contra la demencia
Como todos sabemos, las demencias son degenerativas y progresivas y van deteriorando poco a poco las funciones. Por el contrario el deterioro cognitivo leve no es progresivo necesariamente, puede llegar a mejorar o estancarse, lo que hace que sea un momento crítico para trabajar con la persona.
Un trabajo que tiene que estimular a las propias funciones mentales, pero que también debe dirigirse a las emociones generadas por los propios síntomas de los que la persona suele ser consciente.
El hecho de que las actividades de la vida diaria no se vean afectadas dificulta la detección precoz de la enfermedad por parte de los profesionales. Bien porque no es algo que preocupe excesivamente al paciente o porque la pérdida de memoria provoca vergüenza y, por lo tanto, la falta de reconocimiento del problema por parte del paciente.
Abordar el problema cuanto antes
Uno de los retos de los profesionales es la detección temprana y dar a conocer la importancia de acudir al médico cuando se encuentran alteraciones mentales extrañas en las funciones mentales. Aquí también, sin ser alarmistas, “es mejor prevenir que intentar curar”.
Cuanto antes se pueda hacer el diagnóstico, antes se puede abordar el problema de una manera más eficaz. Pero no está garantizado que una persona a la que se le detecta de manera temprana y que es incluida en tratamientos especializados nunca vaya a sufrir una demencia, ya que no se conoce con exactitud los factores determinantes.
Sin embargo, sea el paso previo a una demencia o no, lo que es seguro es que el trabajo con la persona, de manera que adquiera recursos y herramientas, asegurará una mejor calidad de vida. Por otro lado, como hemos dicho, el apoyo no solamente debe incidir en la estimulación sino que también es el momento para que la persona se sienta especialmente apoyada y validada por su círculo social.