¿Por qué está aumentando la violencia de género en todo el mundo?

¿Por qué está aumentando la violencia de género en todo el mundo?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 31 agosto, 2023

Las cifras que ha presentado la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre violencia de género son alarmantes. Una de cada tres mujeres en el mundo la ha sufrido. En otras palabras, una tercera parte de las mujeres en todo el planeta es víctima de actos violentos por el solo hecho de pertenecer al género femenino. La OMS habla de una epidemia, con tendencia a convertirse en pandemia.

Las cifras varían de una región a otra, pero se trata de un fenómeno que está presente en todo el mundo. Incluso en países como Japón, que se toman como modelos de respeto y convivencia pacífica, el porcentaje de agresiones de género llega a un 15%, lo cual no es nada despreciable. En los Estados Unidos, el 45% de las mujeres declaró haber sido víctima de alguna agresión por parte de su pareja. Y en Latinoamérica el porcentaje es de un 53%, según datos de la ONU.

Nunca se entra, por la violencia, dentro del corazón”.

-Winston Churchill-

En Europa y la Unión Europea, la situación es solo levemente mejor. El índice de mujeres atacadas está entre el 20% y el 25%. Llama la atención que la mayor cantidad de denuncias de agresiones de género se concentra en dos países nórdicos: Finlandia y Suecia. Y llama la atención porque en esas sociedades la mujer ha alcanzado reivindicaciones muy superiores a las de otros lugares del planeta.

¿Qué está pasando? ¿Por qué si ya han evolucionado las legislaciones, las mujeres de todo el mundo siguen siendo objeto de malos tratos? ¿Cómo entender este fenómeno, al tiempo que se produce un progreso sin precedentes en el empoderamiento de la mujer, en distintas posiciones?

Las múltiples caras de la violencia de género

Los principales agentes de la violencia de género son los hombres, en particular los compañeros sentimentales. El fenómeno es básicamente de agresiones en el interior de la pareja. Van desde violencia verbal, destinada a minimizar y humillar a la mujer, hasta violaciones y asesinatos atroces. Aunque casi todas las legislaciones de los países occidentales han endurecido las penas por estos hechos, no parecen estar siendo eficaces.

mujer que sufre violencia de género

La violencia de género también tiene otras caras. Por ejemplo, una mujer es más vulnerable a todo tipo de ataques por parte de desconocidos en la calle. Los delincuentes tienen mayores probabilidades de éxito si roban a una mujer. Por otro lado, hay hombres que se aprovechan de la mujer en el transporte público. Esta última es una forma de violencia que difícilmente puede padecer un hombre.

Como se sabe, también hay discriminación de tipo laboral. En muchas empresas las mujeres ganan menos que los hombres, aún ocupando el mismo cargo. Y el grueso de los pobres, entre los más pobres, está compuesto por mujeres. Son ellas casi siempre quienes tienen a su cargo los hijos y los familiares discapacitados o ancianos. Por eso, en parte, sus ingresos son menores que los de muchos hombres.

¿Una reacción machista al feminismo?

Aunque el movimiento de liberación femenina completa ya más de cinco décadas, todavía hay muchos hombres que no parecen dispuestos a aceptar la nueva realidad. La mayoría no ven con malos ojos que las mujeres estudien o trabajen, pero sí se tornan reactivos frente a otras señales de independencia femenina. De ahí que la violencia de género se concentre especialmente en la pareja.

figura que representa el machismo

Al parecer, a muchos hombres les cuesta trabajo dejar de mirar a la mujer como un instrumento sexual a su servicio. Ven a la mujer anónima como un cuerpo que deambula y cuyo único fin es el de responder a sus deseos. Y miran a “la mujer propia” como eso: una propiedad que han adquirido “legítimamente”. Se valen de la fuerza cuando la mujer contraría sus pretensiones. Convierten la agresión en su mecanismo de control y sometimiento.

¿Qué pasa con las mujeres que toleran estas situaciones en pleno siglo XXI? Muchas de ellas crecieron en hogares en donde la violencia de género era la norma. Aprendieron del ejemplo que les dieron sus abnegadas madres. Fueron educadas para ser víctimas y no encuentran el camino para actuar de otra manera. También es frecuente que no hayan alcanzado la independencia económica y que, inconscientemente, crean que de verdad el hombre tiene derecho a quebrar su voluntad.

A todo esto se suma que las legislaciones son duras, pero muchas veces se aplican con sesgo o flexibilidad. En muchos países la violencia intrafamiliar se mira como un tema penal de menor categoría. No se persigue y judicializa a los autores de violencia de género con la misma severidad con la que se castigan otros delitos. Las familias son permisivas, las comunidades y las autoridades también. Desconocen que buena parte de la “gran” violencia y el terrorismo se erradicarían en gran medida si ganáramos la batalla contra la violencia de género.

 


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