¿Estoy preparado para una nueva relación?
Muchas rupturas dan paso a un proceso de duelo: una reacción adaptativa que nos permite asimilar la pérdida y reordenar prioridades. En esa reconstrucción puede llegar el momento en el que nos preguntemos: ¿estoy preparado para una nueva relación?
¿Cómo descubrirlo? A lo largo del artículo ofreceremos algunas ideas clave que te permitirán obtener una respuesta. Sin embargo, antes de seguir con el hilo, comencemos desmontando un mito.
El proceso de duelo después de una ruptura no siempre se produce, ya que puede haberse producido incluso antes de que se materializara la ruptura: quizás llevemos tiempo pensando en terminar con la relación o relegando a la relación a la última posición de nuestra lista de prioridades.
¿Estoy preparado para una nueva relación o tengo que esperar?
Después de una ruptura complicada y, muchas veces aún en pleno proceso de duelo marcado por la sensación de incertidumbre que deja haber sido testigos de cómo muchos de nuestros planes se venían abajo. Pasados días, meses o incluso años podemos preguntarnos: “¿Cómo saber si estoy preparado para una nueva relación?”, “¿en qué punto sabré que estoy emocionalmente disponible?” o “¿es posible enamorarse de nuevo cuando aún recuerdas a tu ex pareja”?
Estas son solo algunas de las dudas frecuentes, aunque la variedad y el cacao mental están servidos. Sobre todo, cuando aún estamos intentando sanar de una experiencia dolorosa e intentando recuperar nuestra ansiada estabilidad emocional.
Indicadores de que quizás no estás preparado
Lo cierto es que, en pleno proceso de duelo, cuando aún estamos asimilando nuestra anterior ruptura, hay ciertas acciones o situaciones que nos indican que aún no estamos preparados para iniciar otra relación. Entre ellas encontramos:
- Estar comparando a todas las personas que conozcas (“aspirantes” a algo más) con tu expareja.
- Hablar sin ton ni son del daño que te hizo la ruptura y de la coraza que te has puesto para no sufrir (sí, en todas tus citas).
- Tener intentos de relación que no acaban de cuajar por repentinos agobios que manifiestas.
- Encontrar a alguien que te podría encantar, con quien estás a gusto, pero que “no te llena”.
Deja un espacio para la duda
Quizás ya ha pasado un poco más de tiempo tras tu última ruptura y te planteas la posibilidad de empezar a remontar. Y con ello, te preguntas nuevamente: “¿estoy preparado para una nueva relación?”.
Cuando esta pregunta aparece, llegan también dudas; puede que haya una parte de ti que se siente más animada, fuerte y con ganas de ilusionarse de nuevo con alguien. Sin embargo, hay otra que aún está herida, aterida de miedos e inseguridades que no dejan del todo claro qué debes hacer.
En este punto, remarcamos la importancia de escucharse a uno mismo: pregúntate qué necesitas realmente.
Sentimientos contradictorios
Cuando surge esta pregunta, muchas veces es porque tienes sentimientos y sensaciones contradictorias. Por un lado, aún te acuerdas de tu ex, y de vez en cuando te sobrevienen sentimientos de nostalgia o incluso, rencor.
Por el otro, empiezas a dormir y a comer con normalidad, te sientes con más energía y has recuperado un poco la ilusión. Entonces, ¿cómo sé si estoy preparado?
No hay una única respuesta: encuentra tu manera
La realidad es que no hay una respuesta universal, un anillo de este color que le valga a todo el mundo -ni siquiera a la misma persona en distintos momentos-. Tendrás que aventurarte y explorar.
Cada persona es un mundo; habrá personas que, estando ya en la etapa final del duelo, se atreven a intentar conocer a alguien. Quizás no están al 100 %, pero tienen ganas de empezar a abrirse. Y al abrirse, les va bien; empiezan a soltar corazas y a recuperar la fe en el amor.
En cambio, habrá personas que sientan la necesidad de haber sanado al 100 % para “volver al mercado” del amor, y que les irá bien. No hay opciones más válidas que otras, y todos tenemos derecho a escoger y, sobre todo, a equivocarnos.
La importancia de escucharse
Escuchar qué necesitamos en cada momento es el paso más importante de todos. Escucha cómo te sientes.
Identifica si aún aparecen momentos de “bajón” o de tristeza absoluta asociados a la pérdida o a la ruptura. Que los tengas no significa necesariamente que no estés preparado para una nueva relación. Simplemente, te indican cómo estás en tu proceso.
Intenta descubrir también la frecuencia de estos bajones, si hay algún desencadenante claro, si te cuesta mucho salir de ellos… Todo esto es información valiosa que te puede orientar a la hora de identificar tu momento en el duelo. De manera especial, te ayudarán a descubrir si estás o no preparado para una nueva relación.
Conecta con lo que sientes
La forma más fiable de conocer la respuesta a “¿estoy preparado para una nueva relación?” es conectando con tus emociones. Un trazado que podrás recorrer a través de lo que comentábamos anteriormente: a través de la escucha.
Recuerda que escuchar no solo implica identificar cómo te sientes, sino darte permiso para sentirlo y, sobre todo, darle espacio a la emoción.
La consecuencia es que te conectarás más con el presente, dejando un poco de lado a planes y recuerdos. ¿Sientes que esta apatía te impide conocer gente nueva? Respeta tus ritmos.
Por contra, ¿sientes ilusión? ¿Te apetece probar? Haz pequeñas acciones que te conduzcan a abrirte de nuevo con alguien. Prueba a apuntarte a alguna actividad, queda con gente nueva… Hazlo sin forzarte, teniendo en cuenta que quizás aún estás en un momento delicado y, sobre todo, sabiendo que siempre puedes “recular”.
Conecta con lo que sientes
Si te has hecho la pregunta de si realmente estás preparado para abrirte de nuevo al amor, es porque probablemente ya hayas dado muchos pasos adelante en tu proceso de duelo. Siempre hay espacio para la duda, y está bien. Sea como sea, te animamos a conectar con lo que sientes realmente.
Escucha tus ritmos, conjuga los avances con el análisis, ¿cómo te sientes después de ese paso que has dado? ¿Qué peso están teniendo los recuerdos y las expectativas en tu estado de ánimo?
Es fácil que se creen corazas emocionales después de haber sufrido, pero estas corazas no se van sino con más amor… sobre todo, con más amor propio.
“Hazte una promesa a ti mismo en este momento: declara que eres digno de tu tiempo y energía”.
-Deborah Day-
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- Boss, P. (2001) La pérdida ambigua. Cómo aprender a vivir con un duelo no terminado. Gedisa: Barcelona.