Estrés y síndrome de tensión temporo-mandibular: ¿cómo se relacionan?
Estrés y síndrome de tensión temporo-mandibular suelen estar relacionados. El dolor mandibular y esa molestia al hablar, al bostezar e incluso al comer son condiciones que afectan cada vez más personas. No es casual. Con el aumento de los trastornos de estrés y la ansiedad, esta realidad es una manifestación característica que ven cada día los dentistas en sus consultas.
El síndrome temporo-mandibular (STM) o síndrome de Costen es, básicamente, ese dolor que se centra en la zona de la articulación de la mandíbula y los músculos circundantes. Suele aparecer por las mañanas, justo cuando nos despertamos y sentimos un pinchazo en las muelas; poco a poco, nos damos cuenta de que es más intenso cuando hablamos o intentamos comer.
Desde ese momento, pueden sumarse otras molestias: congestión en los oídos, tinnitus, dolor de cabeza, tensión en el cuello… Suele llegar un instante en que el malestar es tan intenso, difuso y constante que la persona se siente sobrepasada. Es importante conocer esta condición y sus desencadenantes.
Profundicemos en este tema.
Estrés y síndrome de tensión temporo-mandibular: características, causas y tratamiento
Si tuviéramos que definir cómo es la articulación temporo-mandibular bastaría con visualizar una bisagra. Es un área clave que conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza. Con esta imagen podemos intuir lo decisiva que es dicha área para casi cualquier actividad cotidiana… El simple hecho de bostezar por las mañanas al despertarnos es solo la antesala de lo que viene después. Hablar, masticar, comer, beber…
Si experimentamos dolor, es suficiente con recordar también que esta no es una articulación cualquiera. La región temporo-mandibular integra múltiples estructuras: discos cartilaginosos, músculos, ligamentos, nervios, vasos sanguíneos, nuestros dientes y por último, también alcanza los oídos y la zona del cuello.
El síndrome temporo-mandibular (STM) no era hasta hace mucho un trastorno del que se hablara demasiado; sin embargo, en los últimos años su incidencia no deja de aumentar.
¿Qué síntomas presenta el síndrome temporo-mandibular?
Estrés y síndrome temporo-mandibular suelen aparecer de manera conjunta. No obstante, lo más común es que las personas acudan en primer lugar al dentista por las molestias en esa región, sin relacionar esa dolencia con un trastorno psicológico.
Por término medio, ese dolor temporo-mandibular es más común entre mujeres de 30 y 50 años.
- Aparece dolor dental.
- Muchas personas definen ese sufrimiento como tener la mandíbula desencajada.
- Esta zona duele y pesa como si nos hubieran dado un golpe.
- El dolor es más evidente al hablar o comer.
- Dificultad y dolor al abrir la boca.
- Es común experimentar ruidos o chasquidos al abrir, cerrar o masticar.
- Rigidez en los maxilares.
- Dolor de oídos o alrededor de ellos. También en las sienes.
- Cambios en la mordida.
- Dientes sensibles y desgastados.
- Asimismo, también puede aparecer dolor de cuello.
- Muchos pacientes sufren tinnitus.
- También pueden aparecer cefaleas.
¿Cuál suele ser la causa?
El estrés y síndrome temporo-mandibular son a menudo la cara de una misma moneda. No obstante, siempre es necesario contar con el adecuado diagnóstico de los expertos. Así, y por término medio, es necesario hablar de los siguientes desencadenantes:
- Trastornos dentales: un mal alineamiento de los dientes puede derivar en bruxismo y este en ese dolor temporo-mandibular.
- Por otro lado, y en más del 70 % de los casos, el desencadenante es el estrés. En un estudio realizado en la Universidad do Estado (Brasil) describen cómo este trastorno es cada vez más común en la población universitaria. Las preocupaciones, las emociones no gestionadas, la presión y los problemas cotidianos hacen que esta molestia sea motivo frecuente de visita en las consultas del dentista.
- Asimismo, el origen también suele estar en aspectos anatómicos, en dislocaciones en esta área de la mandíbula, traumatismos, problemas musculares e incluso en alteraciones neurológicas.
Estrés y síndrome de tensión temporo-mandibular ¿cómo se trata?
Sabemos que estrés y síndrome de tensión temporo-mandibular tienen una relación estrecha. Vemos también, que en los últimos años, y debido al incremento de los trastornos de estrés y ansiedad, esta y otras manifestaciones físicas, están limitando sin duda nuestra calidad de vida.
En estas situaciones es conveniente la atención y la supervisión de varios expertos (médicos y psicólogos). En el caso de los odontólogos, pueden optar por las siguientes estrategias:
- Férulas de estabilización. Son esos dispositivos orientados a reducir el dolor muscular al ejercer presión mandibular. Con ellos, frenamos el bruxismo y modificamos también la estimulación sensorial de dicha área.
- Fisioterapia. Además de las clásicas férulas, también resulta muy beneficioso un tratamiento basado en la fisioterapia mandibular. Suele dar buenos resultados y mejora bastante este problema.
- Por otro lado, y para tratar el que es en muchos casos el problema de base (el estrés) es recomendable integrar en nuestra rutina diversas técnicas. La respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva, la visualización o incluso el yoga pueden sernos de ayuda.
No obstante, en caso de que llevemos varios meses con esta condición y otras añadidas, como por ejemplo el insomnio, es recomendable consultar con un psicólogo. En ocasiones, nos sentimos sobrepasados tanto por los síntomas físicos como por esos desencadenantes psicológicos que están limitando nuestra vida. Pedir ayuda es el mejor paso, el más recomendable.
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- Viviane Gontijo Augusto , Keity Cristina Bueno Perina (2016) Disfunción temporomandibular, estrés y trastornos mentales. 2016 noviembre-diciembre; Actas ortopédicas. 24 (6): 330–333. doi: 10.1590 / 1413-785220162406162873