Las cefaleas: origen, síntomas y tratamiento

Las cefaleas son comunes e incapacitantes. En muchos casos, alrededor de ellas circulan muchos mitos que hoy, con información, vamos a intentar desterrar.
Las cefaleas: origen, síntomas y tratamiento
Ángel Redondo

Escrito y verificado por el psicólogo Ángel Redondo.

Última actualización: 21 enero, 2020

La cefalea es uno de los síntomas más frecuentes. Esto hace que sea uno de los principales motivos de consulta, tanto en Atención Primaria como en las consultas de neurología.

De todos los tipos de cefaleas, tanto primarias como secundarias, el 90 % de los pacientes que presentan este síntoma padecen migraña o cefalea tensional y el 5 % cefalea crónica por abuso de analgésicos, viniendo esto derivado de una cefalea mal tratada. El restante de los casos englobaría al resto de tipos de cefaleas.

Mujer con dolor de cabeza para representar cómo la depresión duele físicamente

Dolor de cabeza o cefalea

Por cefalea se entiende toda sensación dolorosa en una zona que va desde la región frontal del cráneo hasta la occipital, aunque en ocasiones se aplica de igual modo a dolores de localización cervical y facial.

Este dolor de cabeza representa una de las formas más comunes de dolor en el ser humano y constituye uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso.

Por su naturaleza invalidante, logra una limitación funcional motora o psicológica y produce un impacto negativo en la calidad de vida de quien la padece.

Epidemiologia y frecuencia

Más de la mitad de los adultos de entre 18 y 65 años han sufrido una cefalea en el último año. A pesar de las variaciones regionales, las cefaleas son un problema de ámbito mundial que afecta a personas de todas las edades, razas y zonas geográficas.

Causas

Los factores desencadenantes de las cefaleas son diversos. Aunque cada tipo de cefalea puede tener sus propios desencadenantes, comparten unas causas comunes:

Sintomatología de las cefaleas

El dolor ocasionado por un episodio de cefalea se puede localizar en una zona concreta de la cabeza o afectarla a toda de forma general.

La intensidad de este dolor puede variar entre moderada a severa, y puede, con cierta frecuencia, ser incapacitante para la persona, llegando a obligarla a suspender toda su actividad personal y laboral.

  • La frecuencia también es variable, oscilando entre uno o cinco episodios al mes. Todo dependerá del tipo de cefalea y de las circunstancias de cada paciente.
  • La duración de estos episodios o crisis generalmente no sobrepasan las 24 horas, aunque pueden presentarse de forma más breve, unas horas; o muy largas, días.

Los tipos de dolor que genera una cefalea se pueden dividir en:

  • Eléctrico, como un calambre.
  • Opresivo, como si llevara un casco.
  • Pulsátil, como un latido.
  • Terebrante, como un taladro.
  • Explosivo.

La cefalea no es solo dolorosa, sino también incapacitante. Impone una carga personal por medio de un intenso sufrimiento, un menoscabo de la calidad de vida y ocasionando con todo ello costes económicos.

La presencia de las crisis y del temor a que vuelvan a producir dañan la vida familiar, social y laboral del paciente. Y este contante padecimiento puede asimismo predisponer a la aparición de otras enfermedades, como la depresión o la ansiedad.

Clasificación de las cefaleas

La Sociedad Internacional de Cefaleas desarrollo en el 2013 la última versión de la guía diagnóstica de las cefaleas, la ICHD-III. En ella, se diferencia entre:

Cefaleas Primarias

Representan el 90 % del total de casos, y son aquellas en las que el dolor de cabeza es el único síntoma.

  • Migrañas.
  • Cefalea tensional.
  • Cefaleas trigémino-autonómicas.
  • Otras cefaleas primarias.

Cefaleas Secundarias

Son aquellas en las que se ha diagnosticado otro trastorno como causante de las mismas. En este tipo, la cefalea se ha desarrollado en estrecha relación temporal con el comienzo del otro trastorno.

  • Traumatismo craneal y cervical.
  • Trastorno vascular craneal y cervical.
  • Trastorno intracraneal no vascular.
  • Administración o supresión de una sustancia.
  • Infección.
  • Trastorno de la homeostasis.
  • Trastornos del cráneo, cuello, ojos, oídos, nariz, senos paranasales, dientes, boca o de otras estructuras faciales o cervicales.
  • Trastorno psiquiátrico.

Neuropatías craneales dolorosas, otros dolores faciales y otras cefaleas

  • Neuropatías craneales dolorosas y otros dolores faciales.
  • Otras cefaleas.
Hombre con migraña

Tratamiento de las cefaleas

El abordaje terapéutico de la cefalea debe ir precedido de un diagnóstico adecuado.

En el caso de la migraña y la cefalea tensional, las cuales ocupan el 90 % de los casos, la anamnesis y la exploración física permiten al médico establecer un diagnóstico y tratamiento correcto.

En estos casos, podemos dividir el enfoque terapéutico en tres apartados:

  • Información al paciente: se ha de explicar al paciente todo sobre las características de su dolencia, sobre su naturaleza, y carácter recurrente de la misma, y el plan de tratamiento a seguir.
  • Tratamiento sintomático: por medio de la farmacología se intentará eliminar o recudir los síntomas generados por la cefalea. La elección, dosis y vía de administración del fármaco dependerá de las características de la crisis (intensidad y síntomas asociados), de la frecuencia de las mismas y de las preferencias del paciente. Este tipo de tratamientos siempre han de ser prescritos por un profesional de la medicina, y se ha de evitar la automedicación, y tratamientos que no se han empíricamente eficaces.
  • Tratamiento preventivo: se establece cuando los ataques de migraña ocurren más de tres veces al mes, duran demasiado tiempo o no responden a la medicación. Esto no produce la desaparición total del síntoma, pero sí que ayuda a reducir la frecuencia, duración e intensidad de las crisis. Pueden utilizarse fármacos antihipertensivos, antidepresivos y antiepilépticos; dependiendo de las circunstancias del caso clínico.

La complicación de las cefaleas no radica solo en el dolor que producen, sino también en la incapacidad y deterioro de la calidad de vida de la persona que las sufre.

Por ello, un diagnóstico precoz puede ayudar a la persona a asimilar la enfermedad y a beneficiarse cuanto antes del tratamiento.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Referencias
  • González Oria, C., Jurado Cobo, C., & Viguera Romero, J. (2019). Guía oficial de cefaleas 2019. Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Andaluza de Neurología (SANCE). Madrid: Medea, Medical Education Agency S.L.
  • Ezpeleta, D., & Pozo Rosich, P. (2015). Guías diganósticas y terapéuticas de la Sociedad Española de Neurología 2015. Guía oficial de práctica clínica en cefaleas. Madrid: ediciones SEN.
  • OMS. (2016). Cefaleas. Obtenido de Organización Mundial de la Salud: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/headache-disorders
  • Pedrera Carbonell, V., Miralles Parres, M., & Lainez Andrés, J. (s.f.). Cefaleas. Guía de Actuación Clínica en Atención Primaria. Obtenido de san.gva: http://www.san.gva.es/documents/246911/251004/guiasap09cefaleas.pdf

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.