Filofobia o miedo a enamorarse: síntomas, causas y tratamiento

La filofobia genera una elevada ansiedad y una imperiosa necesidad de huir ante los vínculos emociones. Sin embargo, puede remediarse.
Filofobia o miedo a enamorarse: síntomas, causas y tratamiento
Elena Sanz

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz.

Escrito por Elena Sanz

Última actualización: 18 septiembre, 2023

Para la mayoría de las personas, enamorarse y establecer un vínculo afectivo sincero y profundo con alguien es una idea agradable. Encontrar a ese compañero de vida ideal constituye uno de sus mayores anhelos. Sin embargo, para aquellos individuos que padecen filofobia, este panorama resulta aterrador.

Lejos de sentir ilusión, entusiasmo o felicidad, al pensar en enamorarse se ven invadidos por la inquietud. El amor genera tal ansiedad, tal estrés y tanto miedo en estas personas que no dudarán en llevar a cabo todo tipo de conductas de evitación para no verse implicados en un compromiso afectivo.

¿Qué es la filofobia?

En efecto, el miedo al amor existe, y está más presente a nuestro alrededor de lo que creemos. Las escenas que hemos observado en películas o leído en libros reflejan una realidad. Y si tú has tenido la mala fortuna de enamorarte en algún momento de un filofóbico, sabes de qué se trata.

Estos individuos sienten ante el amor lo que sentiría alguien con fobia a las alturas al borde de un acantilado: una enorme ansiedad y una necesidad imperiosa de huir de la situación. Para ellos, comprometerse de manera emocional se siente como un abismo, como un sufrimiento asegurado.

Para alguien con un correcto desarrollo afectivo, puede resultar complicado entender cómo un sentimiento tan gratificante puede generar tanto temor. Sin embargo, la actitud del filofóbico suele ser el resultado de una experiencia anterior que no han sabido afrontar y procesar de manera adecuada.

La filofobia puede surgir a causa de una crianza compleja, carente de cariño o repleta de rechazo. Puede provenir a raíz de una relación amorosa fallida, en la que el implicado experimentó un gran sufrimiento. En cualquier caso, la persona se vio dañada por seres que dijeron amarle, se sintió rechazada o abandonada. En la actualidad, su mayor prioridad es evitar encontrarse en una situación similar que le coloque en la misma posición vulnerable.



¿Cuáles son los síntomas de la filofobia?

La filofobia es un tipo de fobia específica y, al igual que todas ellas, tiene distintos síntomas. De acuerdo con Sosa y Capafóns (2014), los síntomas de las fobias específicas se pueden agrupar en tres dimensiones: fisiológica, cognitiva y motora.

Síntomas fisiológicos

Se caracterizan por un conjunto de respuestas fisiológicas mediadas por la activación del sistema nervioso autónomo:

  • aumento de la frecuencia cardiaca
  • incremento de la frecuencia respiratoria
  • sudoración
  • inhibición de la salivación
  • contracciones estomacales
  • náuseas
  • diarreas
  • elevación de la tensión arterial

Síntomas cognitivos 

Estos síntomas se caracterizan por la presencia de ideas, interpretaciones, creencias o narrativas que la persona tiene alrededor del amor:

  • imágenes o autoverbalizaciones negativas
  • creencias negativas sobre el amor
  • creencias de incapacidad para afrontar la situación
  • interpretaciones negativas sobre las reacciones fisiológicas
  • pensamientos intrusivos
  • preocupaciones
  • estado de alarma

Síntomas motores

La filofobia se manifiesta a través de respuestas conductuales específicas que una persona adopta para lidiar con su miedo al amor. Una de las manifestaciones más evidentes es la tendencia a evitar o huir de situaciones que despierten este temor. Estas reacciones pueden ser tanto activas como pasivas.

En una respuesta activa, la persona opta por alejarse de manera directa ante la posibilidad de un vínculo amoroso. Por ejemplo, si percibe que podría desarrollar sentimientos por alguien, se distanciará.

En contraste, las respuestas pasivas son más sutiles. Aquí, la persona opta por no frecuentar lugares o situaciones donde exista la posibilidad de enamorarse, evitando así enfrentar sus sentimientos.

Causas del miedo al amor

De acuerdo con el artículo Why Are We Afraid to Lovela filofobia tiene su origen en las experiencias tempranas de la infancia. En ese texto, Romina Tavormina aborda el miedo al amor y cómo determinadas vivencias infantiles puede influir en él.

La autora señala que los niños que han crecido en entornos donde los padres son distantes y no satisfacen las demandas emocionales pueden desarrollar miedo a la intimidad y al compromiso en la edad adulta.

Así pues, la raíz del temor hacia el amor se encuentra en la conexión que el infante desarrolla con sus figuras parentales. Según Tavormina, en la historia de vida de los filofóbicos es común encontrar madres abrumadas por la ansiedad y la depresión que no lograron establecer un vínculo empático con sus hijos.

Estas madres no ofrecieron el apoyo necesario para que el niño manejara sus emociones, haciéndolo inseguro y dependiente de ellas. Por su parte, los padres se mostraban emocionalmente ausentes y no cumplían con la función de introducir a sus hijos al mundo exterior ni de facilitar su independencia de la madre.

Como resultado de todo esto, la persona crece con un fuerte lazo emocional hacia su familia primaria, enfrentando dificultades para formar relaciones amorosas saludables y estables en su vida adulta.

La sociedad moderna como catalizador de la filofobia

Más allá de las experiencias tempranas, Tavormina también identifica otros elementos que pueden alimentar el miedo al amor: las demandas de la vida moderna, las expectativas sociales, el temor al compromiso y los desafíos para formar conexiones emocionales genuinas.

Otra posible causa son las experiencias traumáticas o dolorosas. Los infantes que atraviesan situaciones traumáticas como el conflicto en el divorcio de sus padres, la pérdida de estos, el desamparo o el abuso, podrían enfrentar desafíos al intentar amar a otros. Esta misma dificultad puede manifestarse en adultos que han vivido situaciones de infidelidad, separación, maltrato o abandono.

El hecho de que un progenitor se aleje durante la infancia puede sembrar un temor profundo hacia el amor. De igual manera, los adultos que han sufrido rechazos constantes por parte de sus parejas o amigos podrían desarrollar una resistencia a establecer vínculos amorosos.

En síntesis, la filofobia puede tener su origen en las interacciones tempranas con las figuras parentales y en las experiencias traumáticas. Las actitudes y comportamientos de los padres, amigos y parejas pueden tener un impacto duradero en la capacidad de un individuo para formar relaciones saludables.

El sufrimiento de la filofobia

Este temor encuentra su máxima expresión en las relaciones de pareja. Pero si se presenta en un grado elevado, es posible que el miedo se extienda también a los lazos familiares o de amistad. Sin duda, es complicado y doloroso amar a una persona con filofobia. Pues, para esta, el vínculo supone una enorme amenaza de la que desea huir.

Así, se mostrará muy reticente a establecer una conexión personal o a profundizarla. Tenderá a reprimir sus emociones, a luchar contra ellas y a impedir que crezcan. El otro integrante de la relación se verá sumido en una gran confusión, puede llegar, incluso, a sentirse insuficiente y ver mermada su autoestima de una forma importante ante tanto rechazo.

Sin embargo, para la persona con filofobia el panorama tampoco resulta muy alentador. Los seres humanos somos seres sociales, necesitamos el contacto con los otros, su compañía, presencia y afecto. A estas personas el temor les impide disfrutar de una necesidad tan esencial; y, si no ponen remedio, pueden terminar aislados, viviendo una existencia solitaria y llena de frustración.

¿Se puede tratar?

El tratamiento de la filofobia es similar al de cualquier otra fobia específica. Una revisión sobre las intervenciones de la fobia específica destaca que la psicoterapia, y en especial la terapia cognitivo-conductual (TCC), es una intervención efectiva.

La TCC se enfoca en la interacción e influencia entre los pensamientos, los sentimientos y las conductas. Por lo general, se orienta en identificar las formas de pensar, sentir y responder que pueden contribuir a la ansiedad. En el caso de la fobia específica, la TCC también apelaría al uso de la exposición gradual a la fuente del miedo, junto con la aplicación de técnicas de relajación y reestructuración cognitiva.

Además de la intervención cognitivo-conductual, las terapias asistidas por la tecnología han demostrado tener un impacto positivo a la hora de atenuar los miedos. Entre ellas se encuentran la terapia realidad virtual (TRV) y la terapia por Internet. La TRV implica la exposición a situaciones temidas en un entorno virtual controlado y seguro. Esto hace que sea un tratamiento más tolerable que la exposición in vivo.

Por último, el tratamiento farmacológico puede ser una opción complementaria a la terapia, aunque sus efectos son inconsistentes. El propranolol y el glucocorticoide son medicamentos prometedores, pero se necesitan más estudios al respecto.

¿Qué puedo hacer si soy filofóbico?

Como cualquier temor desproporcionado, la filofobia puede ser una condición muy debilitante que interfiere en las relaciones interpersonales. Por eso, aquí te dejamos algunos consejos para superar el miedo expuestos por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido. Vale la pena aclarar que los hemos adaptado al tema del presente artículo.

  1. Tómate un tiempo: cuando sientas ansiedad por el amor, tómate un momento para tranquilizarte. Distrae tu mente por unos minutos, ya sea con una caminata corta, preparando una bebida o haciendo un ejercicio de relajación.
  2. Respira de manera profunda: si sientes que tu corazón se acelera al pensar en enamorarte, no luches contra ese sentimiento. Permítete sentirlo y respira profundamente, concentrándote en cada inhalación y exhalación.
  3. Afronta tu temor: evitar el amor solo hará que el miedo crezca. Si una relación anterior te causó dolor, no evites futuras oportunidades. Enfrenta el miedo y con el tiempo comenzará a desvanecerse.
  4. Ten presente la evidencia: desafía tus pensamientos temerosos. Si temes que te lastimen en una relación, reflexiona sobre las veces que has tenido experiencias positivas en tus vínculos. Busca evidencia en contra de tus pensamientos angustiosos.
  5. Recuerda que no todo es perfecto: el amor y las relaciones tienen altibajos. No esperes que todo sea perfecto. Aceptar que habrá desafíos te ayudará a enfrentarlos con una mente más abierta.
  6. Imagina una relación feliz: recrea en tu mente un escenario donde te sientas amado y seguro. Usa esta visualización para calmarte cuando sientas miedo o ansiedad.
  7. Comparte lo que sientes: hablar de tus miedos reduce su intensidad. Conversa con amigos, familiares o considera buscar ayuda profesional si sientes que tus miedos te están limitando.
  8. Cuida tu salud: evita recurrir al alcohol o drogas para calmar tu ansiedad. Cosas simples como dormir bien, comer saludable y hacer ejercicio pueden ayudarte a manejar mejor tus miedos.
  9.  Date recompensas: cada vez que enfrentes tu miedo al amor o des un paso para superarlo, recompénsate. Ya sea con algo pequeño que te guste o solo reconociendo tu valentía.

En paralelo a estas estrategias, busca ayuda profesional para que te ayude a reducir tu fobia y crear vínculos amorosos saludables. Recuerda que un terapeuta cognitivo-conductual es una buena opción, ya que este tipo de intervención ha demostrado ser efectiva para tratar las fobias.



¿Qué hago si me enamoré de un filofóbico?

Es posible que no seas tú el filofóbico, sino la persona que te atrae. En estos casos, ¿qué se puede hacer? A continuación te dejaremos algunas sugerencias que podrían ayudarte:

  1. Entiende su ansiedad: es necesario que sepas qué es la filofobia y cómo puede afectar su conducta. Comprender su condición te permitirá ser más empático y paciente.
  2. Comunícate de manera asertiva: si la otra persona está dispuesta, habla sobre tus sentimientos y dale el espacio para expresar sus preocupaciones y temores. No juzgues su experiencia y reconoce sus emociones.
  3. Busca señales de interés: si el filofóbico está interesado en ti, pero su ansiedad no le permite acercarse, es una buena señal. Si no está interesado, reconsidera la posibilidad de no persistir en la relación.
  4.  Cuídate: no te olvides de ti, de tus emociones y bienestar. Es muy fácil quedar atrapado en el propósito de ayudar o querer «curar» a la otra persona. Recuerda que esa no es tu tarea. Es vital que cuides de ti mismo.
  5. Reduce tus expectativas: no esperes que las cosas cambien de un día para otro y que la persona deje de ser filofóbica de la noche a la mañana. En lugar de eso, acepta la situación tal como es, en lugar de esperar transformaciones drásticas.
  6. Define tus límites: asegúrate de saber qué tanto estás dispuesto a esperar y a comprometerte con una persona filofóbica, sobre todo si no manifiesta el deseo de cambiar ni de buscar ayuda profesional.
  7. Busca apoyo: comparte tus emociones y tu situación con otras personas, amigos, familiares o terapeuta. Escuchar la perspectiva de otros puede darte mayor claridad sobre lo que estás viviendo.
  8. Ten paciencia: es muy probable que el establecimiento de un vínculo amoroso te lleve más tiempo que con otras personas. Procura no presionar y ser paciente.
  9. Prepárate para lo peor: no descartes que tu intento de tener una relación con un filofóbico termine por naufragar. Recuerda que las personas con esta fobia evitaran tener un vínculo amoroso, por ende, no será sencillo establecer una relación romántica con ellas. El fracaso y el rechazo es una posibilidad que debes tener presente.

Es importante que reflexiones hasta dónde estás dispuesto a llegar y qué tanto tiempo esperarás a que la persona filofóbica decida involucrarse contigo. Recuerda que tu salud mental y tu bienestar son primordiales.

Conclusión

El temor al amor es una fobia específica compleja que tiene sus raíces en experiencias traumáticas y en las interacciones tempranas con las figuras paternas. Entre sus síntomas destacan la evitación y la ansiedad frente a la posibilidad de enamorarse.

Al igual que cualquier otro miedo desproporcionado e intenso, la filofobia tiene un impacto profundo en la vida de quien la padece. No obstante, con el apoyo psicoterapéutico es posible superarla.


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