Hermanos tóxicos: cómo son y qué hacer
¿Te has sentido alguna vez atrapado en una relación tóxica con uno de tus hermanos? ¿Te has dado cuenta de que su influencia perjudica tu bienestar emocional y mental? Por desgracia, la toxicidad en las interacciones familiares no es algo poco frecuente.
Tener hermanos tóxicos es estresante y agotador, en especial, si se vive bajo el mismo techo. Sus comportamientos disfuncionales pueden generar un ambiente tenso y negativo que afectan las dinámicas relacionales y el funcionamiento familiar.
En este artículo, te explicaremos qué son los hermanos tóxicos, cómo detectarlos y cuáles son los factores de riesgo que contribuyen a su desarrollo. Además, te ofreceremos algunas recomendaciones para lidiar con ellos y conservar el bienestar.
¿Cómo son los hermanos tóxicos?
Son aquellos cuyas interacciones disfuncionales perjudican a sus otros hermanos. Ellos generan un ambiente familiar negativo que deteriora las relaciones fraternales. Además, sus comportamientos dañan y perturban la salud física o mental de sus parientes.
La influencia que ejerce esta persona tóxica sobre sus familiares puede dificultar la autorrealización de estos y generar sentimientos de inferioridad, inseguridad y falta de autoestima. De igual forma, puede ocasionar culpa, estrés y ansiedad.
Los tóxicos propician peleas, discusiones y problemas que atenúan la tranquilidad de sus hermanos. Estas situaciones pueden acarrear dificultades futuras para ellos. Por ejemplo, los expertos señalan que los conflictos entre hermanos en la infancia están asociados con conductas desviadas, problemas escolares, intimidación y consumo de sustancias.
Los hermanos con este patrón disfuncional de interacción afectan también el funcionamiento familiar. Los padres y demás parientes pueden estresarse por la tensión continua que se vive en el hogar. Aparte de eso, la familia puede polarizarse y dividirse en bandos a favor o en contra de ciertos miembros.
Señales de alerta para detectarlos
A continuación, te mencionaremos algunas señales que podrían indicar que tu hermano se comporta de forma tóxica contigo. Es importante tener en cuenta que estas señales no son suficientes para realizar un diagnóstico clínico. Si deseas obtener una mejor comprensión de tu situación y de la dinámica de la relación, te recomendamos consultar a un profesional de la salud mental.
- Inhibe tu libertad. Vigila lo que haces e intenta controlarte. Restringe tu desarrollo psicosocial en distintos ámbitos: familiar, social, académico, etc.
- Es crítico y culpabilizador. Hace críticas destructivas, minimiza los logros que consigues y te hace sentir culpable por cualquier error o problema. Sus opiniones nunca te aportan nada positivo.
- Evita la responsabilidad. No asume su parte en los problemas relacionales que tiene contigo. Nunca acepta su responsabilidad y la desplaza hacia ti. Tampoco acepta sus equivocaciones.
- Te manipula con frecuencia. Te persuade para que hagas cosas que él quiere, te usa y manipula para lograr sus fines, sin importar tu integridad personal. Además, emplea a su favor las debilidades que tengas.
- Te menosprecia. Te insulta, humilla, difama, calumnia, menosprecia, minimiza, invalida… Además, habla mal de ti tanto en tu presencia como a las espaldas. Te hace sentir inferior todo el tiempo.
- Es envidioso. Desea lo que tú tienes, es resentido y celoso. Esto hace que desacredite tus virtudes y logros y que sea más destructivo, competitivo, manipulador y crítico.
- No te respeta. Se burla de ti, te desvaloriza e insulta. Te pone sobrenombres, te habla sin respeto y te humilla frente a los demás miembros de la familia.
- Es egocéntrico. Solo habla de sí mismo, de sus logros y virtudes. Elogia y exagera sus cualidades. Se interesa solo en su bienestar y no le importan tus necesidades e intereses.
- Pone a la familia en contra. Esto lo hace con distintas estrategias: difundir rumores, sembrar discordia o intentar separarte de otros seres queridos, inventar chismes, esparcir mentiras sobre ti, etc.
- Genera emociones negativas. Cuando pasas tiempo a su lado te sientes triste, rabioso, impotente… Los sentimientos desagradables se apoderan de ti. Nunca estás tranquilo a su lado.
- Te responsabiliza por sus emociones. Te culpa de lo que él siente y en el proceso te hace sentir miserable. Te hace quedar como una mala persona por hacerlo sentir mal.
- No tiene remordimientos. No se arrepiente de las maldades que hace ni del daño que te causa. Esto se relaciona con sus deficiencias de empatía y su falta de responsabilidad.
Las relaciones con hermanos tóxicos, al igual que las relaciones tóxicas en general, son dañinas. Si los conflictos son recurrentes y perjudiciales, es necesario plantearse la posibilidad de romper el vínculo.
Factores de riesgo para la consolidación de una relación tóxica entre hermanos
La consolidación de una relación tóxica entre hermanos puede estar influenciada por diversos factores de riesgo. Aunque cada relación es única, algunos elementos comunes que pueden contribuir a la aparición de estas dinámicas son los siguientes.
- Familias disfuncionales: los hermanos que crecen en un entorno familiar caracterizado por comunicación agresiva, manipulación, falta de límites y relaciones tóxicas entre los padres, tienen mayores posibilidades de desarrollar relaciones dañinas; ya que es el modelo de interacción que han interiorizado.
- Rivalidades, comparaciones y envidias: estos factores pueden fomentar relaciones tóxicas entre hermanos porque exacerban la competitividad y el individualismo. Esto hace que cada uno se preocupe por sí mismo y no tenga presente el bienestar del otro.
- Negligencias y abandonos: si los hermanos no reciben afecto, atención y validación por parte de sus figuras de apego, es posible que desarrollen pautas agresivas, dañinas y tóxicas para captar la atención y el reconocimiento de sus padres.
- Modelos tóxicos: los hermanos pueden aprender a relacionarse de forma tóxica si sus modelos a seguir se vinculan de esa manera. Estos patrones pueden extenderse a lo largo de todas sus interacciones y relaciones interpersonales.
- Carencia de competencias comunicativas y de resolución de conflictos: la falta de este tipo de habilidades contribuye al desarrollo de una relación disfuncional entre hermanos debido a que no cuentan con los recursos suficientes para afrontar sus diferencias y desacuerdos.
Es necesario aclarar que estos factores no determinan la aparición de interacciones tóxicas, sino que incrementan la posibilidad de su configuración. Es decir, no son causales, sino probabilísticos.
¿Qué hacer si tienes un hermano tóxico?
Lidiar con hermanos tóxicos es agotador, desgastante y perjudicial. Por eso, la principal sugerencia que te hacemos es que busques ayuda profesional. De esta manera, podrás adquirir estrategias y recursos que se ajusten mejor a tu situación. Dicho esto, te presentamos algunas sugerencias básicas y genéricas.
1. Analiza y acepta
Aceptar que hay un problema es necesario para superarlo. Por lo tanto, reflexiona sobre los comportamientos de tu hermano y observa las emociones y pensamientos que te suscitan. Ábrete a tu experiencia interna y acéptala, así podrás atenuar su impacto y mejorar tu salud mental.
Es importante aclarar que aceptar no es permitir que te dañe. Eso no es aceptación, es resignación. Cuando se habla de aceptación, uno se refiere a la capacidad de reconocer la realidad, sin resistencia, y de experimentar las emociones que conlleva. Aceptar no es conformismo, sino una actitud activa y consciente de buscar soluciones.
2. Identifica y establece límites saludables
Los límites son un conjunto de reglas que delimitan lo que está o no permitido hacer en la relación. Poner restricciones saludables te permitirá ser menos vulnerable a la manipulación y a los abusos, así lo afirma Desirée Llamas, psicóloga, investigadora y docente de la Universidad de Málaga.
En el caso de la relación fraterna, puedes poner límites a nivel de tiempo y espacio. Por ejemplo, no permitir que ingrese a tu habitación o definir cuánto tiempo estarás dispuesto a estar con él. Empezar a ponerlos de manera explícita es un gran paso a favor de tu bienestar.
3. Busca apoyo social y emocional
Rodearte de amistades y familiares que te apoyen y te brinden su ayuda es clave para que puedas hacer frente a esta situación. Sentirte acompañado y respaldado es un estímulo para que no desistas ante el problema.
El apoyo social y emocional te ayuda también a ser más resiliente al estrés. Asi que no te aisles y busca refugio en relaciones saludables, así te revitalizarás y tendrás más fuerza.
4. Evita caer en sus dinámicas tóxicas
Los hermanos tóxicos provocan y manipulan tus acciones para obtener el control que desean. Así, te hacen caer en sus interacciones disfuncionales para luego culpabilizarte o atribuirte la responsabilidad del problema.
Es importante que no cedas ante sus provocaciones y que te alejes de su dinámica de interacción. Sabemos que no facil aplicar esta sugerencia porque requiere de mucha atención y esfuerzo, pero es imprescindible para interrumpir el ciclo de toxicidad.
5. Cuídate y dale prioridad a tu bienestar
El autocuidado es parte importante del proceso de lidiar con hermanos tóxicos. Debido a que te restan energia, es necesario que saques tiempo para ti, para preservar tu salud física y mental. Por eso, realiza actividades deportivas, medita, comparte tiempo con amigos, camina en medio de la naturaleza, etc.
Todas esas prácticas de autocuidado te ayudarán a mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés y proteger tu salud. Busca pasatiempos que te gusten y conecta con esas aficiones que te fascinan.
6. Distánciate si es necesario
En algunos casos, es indispensable tomar distancia temporal o definitiva. Con la familia puede ser más difícil concretarlo, pero si es necesario, hay que hacerlo. No puedes poner el bienestar y las necesidades de los demás por encima de las tuyas. Tú también importas.
Comprendemos que esta opción puede ser muy dura para algunas personas; por eso, insistimos en la necesidad de asistir a un proceso terapeútico donde se puedan analizar este tipo de decisiones.
No estás solo, pide ayuda
Es esencial reconocer la existencia de los hermanos tóxicos y aprender a detectarlos para poder lidiar de manera efectiva con ellos. La influencia de su acciones pueden pertubar el equilibrio mental y la armonía del sistema familiar.
Por consiguiente, la ayuda profesional es imprescindible, tanto para el hermano problemático como para el afectado. En este proceso, es clave mejorar la comunicación, las habilidades sociales y la resolución de conflictos.
Si ahora lidias con una relación tóxica en tu familia, recuerda que no estás solo y que hay recursos y herramientas disponibles para manejar este tipo de disfunciones. ¡No dudes en buscar ayuda!
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