Hipermenorrea: causas y tratamientos
La comparte la mitad de la población, durante un largo periodo de su vida. Para algunas mujeres no resulta un problema, otras la sufren hasta extremos insospechados. La menorrea, o menstruación, varia casi con cada mujer; sin embargo, a veces es posible clasificarla según la manera en la que se presente. Una de ellas es la hipermenorrea.
En este artículo te explicamos qué es la hipermenorrea, cuáles son sus causas más comunes, qué tipos de tratamientos existen para tratarla y sobre todo, cuando hay que acudir al médico.
¿Qué es la hipermenorrea?
El término hipermenorrea (del griego ὑπερ –hyper-, “mucho, muy”) hace referencia a la abundancia de menorrea, es decir, de flujo menstrual. Se emplea con frecuencia como sinónimo de “menorragia”, un sangrado excesivo que se extiende en el tiempo más de lo normal, o que implica un sangrado por encima de los 80 ml en un solo ciclo (alrededor de 6 tampones diarios). No obstante, no es posible cuantificar la cantidad de menstruación “excesiva”; cada mujer conoce su propia menstruación. Mientras no se produzca de forma inesperada, implique dolor u otra clase de patologías, no podríamos hablar de menstruación anormal.
La hipermenorrea suele hacer referencia a la menstruación excesiva (siempre utilizando el término con precaución) dentro de un ciclo de una duración normal. Si los ciclos son, además, frecuentes y cercanos, estaríamos hablando de polihipermenorrea, sinónimo de los dos términos anteriores. Tanto si se trata de una u otra patología, el resultado es frecuentemente el cansancio o la fatiga. Esto se debe en muchas ocasiones a la pérdida de hierro, o anemia, implicada por la pérdida de sangre.
También es importante no confundir la hipermenorrea con la metrorragia, o alteración del sangrado no procedente de la menstruación. Es frecuente tras la menarquia (primera menstruación), en un periodo de “ajuste” del ciclo menstrual.
¿Qué causa la hipermenorrea?
Las causas de la hipermenorrea son muy variadas, en función de si esta se presenta de forma aislada o como síntoma de otras patologías. En cualquier caso, es muy importante acudir a un especialista en el momento en que aparece. Solo un ginecólogo puede diagnosticar con exactitud las causas, que varían desde el cáncer de útero hasta un pequeño desajuste hormonal.
Las causas más comunes son la siguientes:
- Miomas uterinos: tumores benignos en el útero, que afectan a la musculatura de este.
- Pólipos: otra clase de tumores benignos que afectan a la superficie del endometrio, aumentándola.
- Haber tenido varios embarazos: la extensión y contracción de la musculatura del útero durante el embarazo y después de este puede hacer que el tejido sangrante aumente. A esto se añade una pérdida de la fuerza en el tejido muscular que impide la retención correcta del sangrado.
- Patologías relacionadas con la incorrecta coagulación de la sangre: la dificultad o incapacidad de coagular correctamente aumenta el sangrado.
- Síndrome de congestión pélvica: esta patología se caracteriza por la dilatación de los vasos venosos pélvicos (varices pélvicas). Esta enfermedad se da siempre en la menopausia.
- Cáncer de útero: aunque es una situación menos frecuente, puede detectarse gracias a la hipermenorrea, uno de sus síntomas.
Tratamiento de la hipermenorrea
El tratamiento de la hipermenorrea varía en función de su causa, ya que no se trata igualmente un cáncer que un mioma. Además, como ya se ha visto, la hipermenorrea puede constituir en sí misma una enfermedad, pero en otras ocasiones se presenta como un síntoma de otra.
Los tratamientos clínicos, por tanto, variarán desde los tratamientos hormonales, como la toma de anticonceptivos, hasta quirúrgicos, como la extracción de los ovarios. Con frecuencia se tratará también la anemia que muchas veces implica el aumento del sangrado. Generalmente el tratamiento implicará también analgésicos, ya que la hipermenorrea va a acompañada frecuentemente por dolor en el vientre.
Con todo, no siempre se tratará de algo grave, por lo que debemos dirigirnos al ginecólogo antes de pensar que tenemos una enfermedad severa.
El tratamiento de la hipermenorrea varía en función de su causa.
Otras consideraciones
Solo un especialista puede diagnosticar esta enfermedad. Cualquier aumento del flujo menstrual no debe considerarse hipermenorrea, y es muy importante no preocuparse en exceso. Si solo uno de los ciclos es anormal, no debemos alarmarnos. Recordemos que la menstruación se ve afectada por muchos factores, desde la alimentación hasta la edad.
La hipermenorrea solo puede ser diagnosticada por un especialista.
Por el contrario, tampoco es beneficioso tomarse poco en serio un aumento gradual del flujo, que sucede con frecuencia y no se reduce. Asimismo, la ingesta de analgésicos palia el dolor, pero no hace desaparecer la enfermedad, por lo que no debemos tomarlos como único tratamiento.
En definitiva, es fundamental que seamos responsables y acudamos al médico cuando sea necesario, para que diagnostique correctamente lo que nos sucede y nos indique cuál es el tratamiento más adecuado.