La infancia traumática de Marilyn Monroe: ¿origen de sus problemas?

Marylin Monroe creó todo un personaje para lograr el éxito y sobrevivir en un medio tan hostil como era Hollywood. Sin embargo, Norma Jeane siempre estuvo latente en ella, recordándole sus heridas de infancia y los monstruos que la dañaron.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 13 mayo, 2022

La infancia traumática de Marilyn Monroe es un tema difuso, oscuro y dramático del que nunca lo sabremos todo. Tal vez, sus monstruos de la niñez, se aliaron con los monstruos de su madurez para conducirla hacia ese trágico final, aún no esclarecido del todo. Sea como sea, este año se cumplirán 60 décadas de su muerte y su figura, eternamente joven, sigue escondiendo tantos misterios como fascinación.

Ejemplo de ello lo tenemos en el último documental de Netflix sobre su vida: El misterio de Marilyn Monroe: las cintas inéditas. En esta nuevo trabajo de investigación, el escritor y periodista irlandés, Anthony Summers, aporta el testimonio de todas esas personas que formaron parte de la vida de la actriz en algún momento.

El rompecabezas que logra construir saca a la luz varios aspectos que, en realidad, no son del todo nuevos. El primero es la posible implicación de las altas esferas políticas de la época en su muerte. La segunda es el abuso sexual que sufrió a lo largo de su carrera, un camino pedregoso y truculento por el que tal vez debieron pasar muchas actrices para lograr un papel en alguna película.

Ahora bien, un aspecto destacable que aborda este documental es el referente a su infancia. El testimonio de la familia del psiquiatra que la trató desvela aspectos sobre esas improntas traumáticas que seguramente condicionaron su vida. Lo analizamos.

Vacíos, habitaciones oscuras y necesidad de afecto

Marilyn Monroe ponía en sus maletas decenas de libros cada vez que viajaba. Aunque también dejaba en su equipaje un gran espacio para las botellas de alcohol, los barbitúricos y los tranquilizantes que tomaba. Además, se dice que si había algo que la definía era la impuntualidad. Rodajes, cenas, galas, citas… Era incapaz de llegar a la hora, porque así se hacía de rogar y causaba mayor expectación, según opinaban muchos.

Aunque lo cierto es que Marilyn se zambullía en su propia mente y perdía el control de la realidad. Podía tomar baños que duraban horas y en ellos intentaba limpiar su piel de esa suciedad que Hollywood había impregnado en ella. Intentaba quitar esa costra para llegar hasta Norma Jeane, pero hacerlo, implicaba conectar de nuevo con su infancia, con esos traumas que nunca llegó a sanar.

Ralph Greenson fue su psiquiatra durante los últimos tres años de su vida. Michel Schneider, autor de las Últimas sesiones con Marilyn, y Lisa Appignanesi, autora de Mad, Bad and Sad: A History of Women and the Mind Doctors, nos aportan datos interesantes sobre esa relación médico-paciente.

“Ahora ya no puedes salir”, la niña que vivió en habitaciones oscuras

Gladys Monroe Baker, la madre de Marilyn, sufría esquizofrenia paranoide. Se pasó toda su vida yendo y viniendo de sanatorios mentales. Charles Stanley Gifford, su padre, abandonó rápidamente a su madre en cuanto supo que estaba embarazada. Esas dos figuras primarias apenas estuvieron presentes en la vida de la pequeña Norma, ni fueron sustituidas por otras personas.

Su infancia fue un triste viaje a trompicones entre orfanatos y amigos de la familia. Nunca encontró estabilidad ni un refugio afectivo válido.

Su niñez y su adolescencia estuvieron marcadas por la ausencia de toda forma de apego, amor y protección. De hecho, con 8 años, un anciano entró a su habitación y después de cerrar la puerta con llave, le dijo unas palabras que jamás olvidaría: “ahora ya no puedes salir”. Esa sería la primera vez que abusaran sexualmente de ella.

Más tarde, sería algún primo, amigos de la familia, etc. Con 16 años le concertaron un matrimonio con un vecino, Jim Dougherty, un chico de 20 años. La idea era que otra persona cargara con la responsabilidad de mantenerla. Sin embargo, no tardó en iniciar una carrera como modelo, momento en que un directivo de Hollywood la descubrió.

Aunque Norma Jeane construyera a partir de entonces el personaje de Marilyn Monroe para huir de aquella infancia y alcanzar el éxito, lo cierto es que jamás dejó de habitar en habitaciones oscuras… Tanto físicas como mentales.

Ralph Greenson, el brillante psicoanalista que trató a Marilyn de manera poco ortodoxa

Ralph Greenson fue un destacado psiquiatra y psicoanalista estadounidense. En su diván, Marilyn Monroe le relató múltiples historias de terror, la mayoría relacionadas con todos los extorsionadores sexuales que había conocido. Como Joe Schenck, presidente de 20th Century Fox de 69 años al que ella debía atender cada vez que se lo solicitara.

Ella los llamaba “lobos”, personajes por los que debía pasar para obtener papeles relevantes en películas, tal y como escribió en su autobiografía Mi historia. Ahora bien, lo que al doctor Greenson más le preocupaba era la infancia traumática de Marilyn Monroe. Esa que le abocaba a caer en relaciones afectivas abusivas y tormentosas. Esa que hacían de ella una figura necesitada de afecto y también autodestructiva.

Quienes conocieron a Greenson no dudaron en decir que el modo de tratar a su paciente fue siempre poco ortodoxo. Integró a Marilyn en su propia familia en un intento por ofrecerle un referente de cómo era un entorno en el que sentirse segura. Ella podía llamarle e ir a su casa siempre que deseara. Sin embargo, la dependencia que creó sobre su psiquiatra tampoco le ayudó demasiado.

La infancia traumática de Marilyn Monroe y sus efectos

Estrés postraumático, depresión crónica, adicciones… La infancia traumática de Marilyn Monroe definió su personalidad: era alguien emocionalmente frágil e inestable que, sin embargo, fue lo bastante hábil como para crear un personaje y alcanzar el éxito. Sin embargo, el precio que pagó fue demasiado alto. No eligió bien las compañías y nadie pudo ayudarla como necesitaba.

En la actualidad, se sospecha que los problemas mentales que pudo sufrir se relacionan con el trastorno bipolar o con el trastorno límite de la personalidad (TLP). No está claro. Sea como sea, las incógnitas sobre su vida siempre se traducirán en nuevas investigaciones y documentales para la televisión.

La historia de Hollywood está llena de muñecas rotas que alcanzaron la inmortalidad al vender su alma, su cuerpo y hasta su vida. Norma Jeane fue el mejor ejemplo de ello.