Jugar al ajedrez: 5 beneficios para tu cerebro

Jugar al ajedrez: 5 beneficios para tu cerebro
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por María Prieto

Última actualización: 07 junio, 2018

El ajedrez es un juego de estrategia muy antiguo que implica un entrenamiento cognitivo y emocional bastante completo. Algunos de sus principales beneficios son la mejora de la planificación, organización, resolución de problemas, atención, capacidad visoespacial, memoria, inteligencia artificial y emocional.

Jugar al ajedrez es el mejor ejemplo de actividad intelectual lúdica. Además, ayuda a desarrollar otras capacidades muy positivas como la socialización y el respeto por las reglas del juego. De hecho, está considerado como un deporte.

Una de sus mejores cualidades es que puede ser practicado por cualquiera. Tan solo se requieren algunas habilidades madurativas iniciales que, según se practica, se van desarrollando hasta proporcionarnos cambios fascinantes a nivel cognitivo y en la forma de interactuar con la realidad.

Desde 1995, la UNESCO recomienda la incorporación del ajedrez a los planes de estudios. Esto es recomendable en los niveles de primaria y secundaria, tanto para niños como para adolescentes, en todos los países integrantes. Sin embargo, aún no se ha conseguido cumplir este objetivo.

Jugar al ajedrez proporciona numerosos beneficios tanto a nivel cognitivo como emocional.

Mano con pieza de ajedrez

Historia del ajedrez

El origen del ajedrez sigue siendo controvertido. Sin embargo, la versión más aceptada es que fue inventado en Asia, probablemente en la India. Su nombre original era Chaturanga, y desde allí se extendió a China, Rusia, Persia y Europa. En el viejo continente fue donde se establecieron las reglas del juego actual.

En el siglo XVIII se fundaron los primeros clubes y federaciones deportivas para jugar al ajedrez. Después de celebrarse muchas pequeñas competiciones por toda Europa, en 1851 se celebró el primer torneo de carácter internacional en Londres. La popularidad de las competiciones internacionales desembocó en la creación del título de campeón del mundo. Por último, en 1924 se fundó la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) en París.

Otro dato curioso relacionado con el ajedrez es que en 1997, el superordenador Deep Blue derrotó a Kasparov, campeón del mundo, en un match de seis partidas. El enfrentamiento tuvo gran cobertura en la prensa y fue considerado como “el evento más espectacular de la historia del ajedrez”.

“El Ajedrez es arte y cálculo”.

-M. Botvinnik-

5 beneficios del ajedrez para tu cerebro

Aumenta la creatividad

En el ajedrez no es suficiente con responder a las jugadas del oponente o tratar de seguir patrones estudiados previamente. Por el contrario, para lograr una ventaja clara sobre el contrincante, el jugador debe pensar sobre todos los movimientos que podría llevar a cabo. De esta forma, debido a que es necesario imaginar cómo llegar a cada posición, los contrincantes desarrollan en gran medida su creatividad.

Previene el alzheimer

El cerebro funciona como un músculo y, por lo tanto, debe ser ejercitado. Jugar al ajedrez ha demostrado ser eficaz como prevención para el desarrollo de demencias tipo alzheimer. Evidentemente, este juego no puede evitar por completo este tipo de enfermedades, pero sí que es efectivo a la hora de retrasar su aparición.

De hecho, varios estudios longitudinales han confirmado este efecto beneficioso. Por ello, el ajedrez ha empezado a utilizarse para luchar contra el desarrollo de estas patologías.

Incrementa el desarrollo cerebral

Los juegos como el ajedrez, al desafiar al cerebro, estimulan el crecimiento de las dendritas. Estas son las encargadas de enviar las señales que emiten las neuronas. Por lo tanto, a mayor número de dendritas, la comunicación neuronal en el cerebro mejora y se vuelve más rápida.

Por otro lado, la participación lúdica en actividades competitivas también alimenta la formación de sinapsis neuronales. Estas conexiones son las que permiten mejorar la rapidez y efectividad del pensamiento.

Mejora la eficiencia para trabajar en situaciones de estrés

En el ajedrez, el tiempo y la amenaza permanente de que tus piezas puedan ser capturadas suele causar un estrés mental positivo. Por tanto, se trata de una buena forma de aprender a mantener la calma y tener más autocontrol emocional.

La capacidad de autocontrol es fundamental para los jugadores. Esto se debe a que el ajedrez es una disciplina que requiere gran concentración. Durante una partida, los competidores pueden quedar absortos durante horas tratando de decidir la siguiente jugada, ignorando todo lo que ocurre a su alrededor.

Hombre jugando al ajedrez

Mejora la memoria

Para el ajedrecista, la memoria es un aliado muy importante. Esto es debido a la multiplicidad de alternativas para cada jugada y al relativo poco tiempo para escoger la mejor respuesta. Muchas de las soluciones pueden basarse en la experiencia o el conocimiento previo de posiciones similares en otras partidas. Sin embargo, estas respuestas también pueden provenir del estudio de otros jugadores.

Por eso, los aficionados al ajedrez saben que practicar este juego mejora la capacidad mnemotécnica. Los buenos jugadores, tras muchos años de práctica, tienen un rendimiento excepcional en tareas que implican memoria y evocación de recuerdos.

“El ajedrez es algo más que un juego; es una diversión intelectual que tiene algo de Arte y mucho de Ciencia. Es además, un medio de acercamiento social e intelectual”.

-J. R. Capablanca, ex campeón del mundo-


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