La creatividad y el trastorno bipolar ¿cómo se relacionan?

La creatividad y el trastorno bipolar ¿cómo se relacionan?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 07 noviembre, 2022

Pintores, escritores, músicos… Muchos de los artistas de nuestra historia declaraban que sus experiencias de manía y depresión les permitía conectar de manera más intensa con el mundo a través de sus emociones. Esa conciencia interna, ese viaje atávico, orlado de sentimientos contradictorios, ha hecho que en la actualidad se especule si la creatividad y el trastorno bipolar están relacionados.

Antes de nada conviene aclarar un pequeño aspecto. La mayoría de las personas creativas no sufren ningún trastorno del estado del ánimo. Ahora bien, si hay algo a medio camino entre la tradición y el romanticismo, es pensar que una buena parte de los artistas más renombrados evidenciaban ese vínculo que muchos llamaron (y llaman) “la locura del genio”.

“El lunático, el amante y el poeta son de imaginación prodigiosa”.

-Shakespeare-

Ahora bien, el desorden bipolar, y esto es importante remarcarlo, no es fácil de diagnosticar. Por ello, no podemos aventurarnos a decir con total seguridad que era precisamente lo que padecían personalidades como Van Gogh, Virginia Woolf o Ernest Hemingway. Sin embargo, los tristes desenlaces de sus vidas están ahí, así como las pistas que nos dejaron en sus inolvidables obras.

A menudo, caemos en la etiqueta fácil y relacionamos la genialidad con la locura, y al trastorno bipolar con un don para ser especialmente creativo. Ninguna de estas apreciaciones es correcta. El desorden bipolar no es un don, es una dura enfermedad. Asimismo, tampoco podemos olvidar que las consultas de psicólogos y psiquiatras no están llenas de locos. Están frecuentadas por personas que sienten demasiado, que conectan con sus emociones de un modo desajustado, intenso, descontrolado a veces…

retrato de Van Gogh representando la relación entre la creatividad y el trastorno bipolar

¿Hay una relación directa entre la creatividad y el trastorno bipolar? Lo que dice la ciencia

Para quienes deseen profundizar en la relación entre la creatividad y el trastorno bipolar, pueden leer a Kay Redfield Jamison. Esta psiquiatra y catedrática de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard  ofrece un testimonio directo, descarnado pero revelador sobre esta enfermedad y lo que implica. Ella misma sufre esta condición, y los testimonios dados en libros como “Una mente inquieta” son sencillamente enriquecedores desde un punto de vista personal, humano y clínico.

Desde que la enfermedad brotó en su adolescencia, la vida de la doctora Kay Redfield cambió por completo. Vivió temporadas de completa exaltación maniaca, semanas habitadas por la ira, la euforia, floridos síntomas psicóticos y una gran creatividad artística. Más tarde cruzaba el umbral de la depresión y con ella, llegaron varios intentos de suicidio. Así, y aunque muchos puedan llegar a pensar que lo único positivo del trastorno bipolar es la genialidad y la creatividad prodigiosa, no podemos dejar de lado un aspecto: un porcentaje de pacientes que padecen esta condición acaban quitándose la vida.

Ningún don merece tan elevado precio. La doctora Kay Redfield lo sabía y bien y por ello ha dedicado su vida profesional a esta enfermedad y a entender la relación entre la creatividad y el trastorno bipolar. Veamos qué nos dice la ciencia.

Cerebro de colores representando la relación entre la creatividad y el trastorno bipolar

El primer estudio sobre la creatividad y los trastornos mentales

Fue en la década de los 70 cuando se llevó el primer estudio empírico sobre la creatividad y su relación con los trastorno mentales. La Universidad de Iowa mantenía la hipótesis de que era la esquizofrenia la que se relacionaba con la creatividad. Para ello, analizaron a un grupo amplio de conocidos artistas, escritores y músicos.

Los resultados no pudieron ser más reveladores. La esquizofrenia no tenía vínculo alguno con esta capacidad. Eran los trastornos del estado de ánimo, como la depresión mayor y la manía, los que dieron un resultado significativo. Casi la mitad de la muestra padecía esta condición.

La euforia de la manía y un cerebro más conectado

La doctora Redfield empezó sus estudios e investigaciones sobre el trastorno bipolar en los años 90. Así, y en colaboración con varios hospitales ha podido hasta el momento, descubrir lo siguiente:

  • Los estados de ánimo muy intensos estimulan el proceso creativo.
  • En las fases de manía se eleva el entusiasmo, la energía y la autoconfianza. Asimismo, el cerebro también experimenta un cambio: hay mayor velocidad de pensamiento, mayor capacidad para hacer asociaciones y para generar ideas nuevas.
  • Se sienten más libres que nunca para ir más allá de lo establecido, para experimentar, para dejar a un lado un mundo gris y sin bordes, para dar forma a un mundo con más posibilidades.
  • Las personas con manía o hipomanía, apenas sienten necesidad de dormir, los embarga la euforia, el bienestar y unas emociones tan intensas como desafiantes.
  • Durante esta fase maníaca y creativa, las personas logran sofocar la angustia depresiva. El intento por callarla o disuadirla impulsa aún más el proceso de creación.
Mano con pincel pintando al oleo representando la relación entre la creatividad y el trastorno bipolar

Cuidado, no todas las personas con trastorno bipolar son altamente creativas

Algo que se enfatiza en todos estudios sobre la creatividad y el trastorno bipolar es que no todas las personas con esta condición son creativas. Aún más, la mayoría de las personas con un elevado potencial creativo no padecen, como hemos dicho, trastornos mentales.

Sin embargo, siempre es llamativo ver cómo en ocasiones, las obras pictóricas o las composiciones musicales más llamativas proceden de personas con esta enfermedad. Ahora bien, algo que destaca la doctora Kay Redfield Jamison es lo siguiente. Las personas con este diagnóstico declaran que su creatividad es mucho mejor durante los períodos de remisión o cuando los síntomas son leves o ausentes.

¿La razón? Cuando están deprimidas no pueden trabajar y durante los episodios maníacos o psicóticos, la mente va demasiado rápida, es caótica y poco coherente. La creatividad, para alcanzar la excelencia, necesita ante todo de una mente despierta pero ante todo lúcida, centrada, relajada.  El caos, como base, no es un buen lugar para vivir ni para crear.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.