La hipervigilancia en la relación de pareja
¿Actúas como un detective en tu relación de pareja? ¿sueles buscar indicios o señales que indiquen cambios o para comprobar que todo va bien? ¿chequeas de manera continua el ambiente y los comportamientos de tu pareja? En ocasiones, en las relaciones de pareja pueden llegar a desarrollarse este tipo de comportamientos conocidos como hipervigilancia, que a la larga derivan en discusiones y conflictos, debido a que la otra persona siente que no se le da el espacio que necesita o demanda.
El gran problema de la hipervigilancia en la relación de pareja es que se suele deformar la realidad poco a poco. Es decir, se comienza con pequeños indicios o dudas puntuales hasta llegar a cuestionar casi todos los movimientos, gestos y palabras del otro. La persona hipervigilante encuentra señales que realmente no existen porque interpreta de forma errónea las intenciones del otro.
La angustia de estar siempre alerta
La psicóloga Tyan Dayton describen la hipervigilancia en la relación de pareja como un estado de estrés y angustia que aparece en determinadas situaciones sobre las que subyace un trauma. Sin embargo, vamos a tratar este tema de una forma más extensa.
Existe la hipótesis de que si la hipervigilancia estuvo presente en la relación de nuestros padres es más probable que podamos llegar a desarrollar este tipo de conducta en nuestras relaciones. De alguna manera, nos hemos impregnado de ello desde niños y lo hemos aprendido. No obstante, también pueden existir otras razones.
Por ejemplo, si nos han sido infiel en otra relación y esto ha tenido un impacto emocional muy fuerte en nosotros, puede que utilicemos la hipervigilancia como una estrategia para asegurarnos de que no vuelva a pasar. El problema es que este tipo de conductas acaban generando estados de angustia y alimenta la semilla de la desconfianza en la relación.
Por otro lado, también puede ocurrir que si no somos leales a nuestra pareja terminemos proyectando inseguridad y temor en ella; de esta forma, es posible que desarrolle en algún momento comportamientos hipervigilantes.
Las personas que sufren dependencia emocional suelen hipervigilar a sus parejas. La razón está en que tienen un gran temor a perderlas fruto de su baja autoestima y de determinadas creencias inconscientes que las llevan a actuar de una forma muy poco saludable.
La interpretación errónea de las señales
Una de las principales características que indica la presencia de hipervigilancia en la pareja son las interpretaciones equivocadas de las conductas del otro. Esto puede deberse a que se comparan algunas señales (gestos o palabras) con las que se percibieron en el pasado. Normalmente suele ser consecuencia de la angustia, el estrés o el miedo experimentamos.
Un ejemplo de esto sería cuando nuestra pareja se encuentra más callada de lo normal o recibe muchos mensajes en el móvil. Si nos fueron infieles en el pasado o quizás antes de romper la relación manifestaron silencio en diferentes situaciones puede que nuestra mente active la señal de alarma y con ello, el mecanismo de la hipervigilancia. Así comienzan a aparecer pensamientos irracionales como “si está callado es que le pasa algo”, “recibe muchos mensajes, tal vez, está tonteando con otra persona” o “ya no le intereso porque apenas habla”.
Esta retahíla de pensamientos aumenta la desconfianza e incluso, puede llevarnos a experimentar brotes de ira. De esta forma, la relación de pareja se va deteriorando, sobre todo si no se habla con la otra persona sobre lo que nos sucede y sacamos nuestras propias conclusiones. Por esta razón, es importante reconocer que estamos experimentando la hipervigilancia en la relación de pareja para pedir ayuda profesional.
Cambiar la concepción que tenemos de las relaciones, en concreto, de nuestras relación de pareja, solucionar las vivencias del pasado y los traumas enquistados y aprender estrategias para gestionar nuestras emociones será clave para desterrar este tipo de comportamientos.
Si algo no está bien en nuestras relaciones, si vivimos sometidos a la angustia y la desconfianza actuemos para solucionarlo. Perpetuar una conducta nociva no solo dañará nuestras relaciones, sino que nos impedirá crecer y disfrutar de unas relaciones más saludables.
Es importante mencionar que la hipervigilancia en la relación de pareja, en ocasiones, parece que está “normalizada”; de ahí que cueste tanto identificarla. Sin embargo, detectar el daño que nos hace esta actitud de alerta constante en búsqueda de unas señales que, en realidad, preferiríamos no encontrar, nos permitirá tomar acción para empezar a resolverlo.
Las relaciones de pareja deben disfrutarse y cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de trabajar sus traumas, vivencias y dolores emocionales para construir relaciones saludables que sumen en lugar de restar.
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