La interesante travesía de Carlos Castaneda
Carlos Castaneda fue un hombre difícil de clasificar. Para una gran cantidad de personas era un sabio, adelantado a su tiempo y dotado de una lucidez que impresionaba. Para otros, un charlatán que especulaba con las creencias ancestrales y se hacía millonario vendiendo libros que no decían nada.
Su verdadero nombre era Carlos César Salvador Arana Castañeda y nació en Cajamarca (Perú), el 25 de diciembre de 1925. Pese a que él afirmaba ser brasileño, existen copias de su acta de nacimiento en el país Inca. Fue hijo de un joyero y de un ama de casa. Primero estudió en su ciudad natal y luego terminó la secundaria en Lima. Después estudió en la Escuela de Bellas Artes y cuando su madre murió viajó a los Estados Unidos.
“Contempla cada camino de cerca, entonces hazte esta pregunta crucial: ¿me lleva el corazón por esta ruta? Si lo hace, entonces el camino es bueno. Si no es así, es inútil”.
-Carlos Castaneda-
En San Francisco hizo algunos cursos de escritura creativa y periodismo. Luego obtuvo un grado en Artes Plásticas en la UCLA y más adelante un doctorado en antropología. Los datos sobre su vida son difusos e imprecisos, ya que él mismo se encargó de borrar sus huellas cuando inició su proceso de transformación espiritual.
Lo que sí se sabe es que al nacionalizarse en Estados Unidos adoptó solo su apellido materno y que al mismo le fue sustituida la “ñ” por una “n”. Desde entonces su nombre oficial fue Carlos Castaneda.
Aspectos de la vida de Carlos Castaneda
Carlos Castaneda no lo tuvo nada fácil inicialmente en los Estados Unidos. Tuvo que vender hamburguesas en las calles, trabajar como taxista y hasta como peluquero. Desde 1960, antes de graduarse como antropólogo, aparentemente entró en contacto con don Juan Matus, un chamán de la comunidad yaqui, en el desierto de Sonora en México. Dicho vínculo se mantuvo hasta 1973.
En 1960 también, Castaneda se casó con Margaret Runyan, pero pocos meses después la abandonó por otra joven llamada Mary Joan Barker. Carlos Castaneda admitió que tuvo una hija llamada Marilyn Castañeda, a la que nunca reconoció. Al parecer sí reconoció a otros hijos pese a que no eran biológicos. A su hija natural y biológica ni la mencionó en su multimillonario testamento.
Aparentemente, en sus últimos años Carlos Castaneda tuvo varias mujeres que le servían como “acólitas”. Según Amy Wallace, hija del escritor Irving Wallace, tres de ellas formaban parte de su círculo íntimo. Todas ellas eran sus amantes y al parecer pactaron un suicidio colectivo, a la muerte de Castaneda.
Una transformación espiritual
Carlos Castaneda se hizo mundialmente famoso gracias a la publicación de su libro Las enseñanzas de don Juan, una forma yaqui de conocimiento. La primera edición del mismo tenía prólogo de Octavio Paz. El texto recoge las conversaciones de Castaneda con don Juan Matus, con quien supuestamente inició un proceso de aprendizaje para convertirse en chamán nagual tolteca.
Según Castaneda, don Juan era el líder del último grupo de brujos de una larga dinastía. En sus libros, sin embargo, Castaneda combina la sabiduría yaqui con tradiciones toltecas y hasta con aspectos de las artes marciales. Desde el punto de vista antropológico, su obra no es verificable y, por lo tanto, carece de validez.
Uno de los aspectos que más llamó la atención de su obra fue la descripción de los estados alterados de conciencia, inducidos por alucinógenos. Aparentemente, don Juan lo introduce en el uso del peyote, llamado coloquialmente “mezcalito”, entre otros. Castaneda no presentó los diarios de campo de la experiencia, aspecto que a muchos les hace pensar que don Juan ni siquiera existía. Para ellos, toda la narración no es más que ficción literaria.
Una historia con muchos vacíos
Carlos Castaneda no se dejaba grabar ni fotografiar. Después de haber hecho varias publicaciones en la misma línea que la primera, hacia 1993 anunció que daría a conocer los “pases mágicos”. Creó la fundación Cleargreen para difundir su nuevo enfoque. A partir de entonces hizo varias apariciones públicas.
Desde el comienzo, la obra de Carlos Castaneda desató revuelo. Tuvo seguidores en todo el mundo, verdaderos fanáticos de su trabajo. Entre ellos estuvo John Lennon, Depak Chopra y Federico Fellini. Al mismo tiempo, en los círculos científicos se veía su obra con enorme recelo. Incluso el FBI estuvo tras sus pasos al sospechar que se trataba del líder de una secta peligrosa.
En su obra hay una gran contradicción de fechas. También hay datos sobre la cultura yaqui que no coinciden con los recopilados por los estudiosos del tema. Pese a las fuertes dudas que deja la obra de Castaneda, aún tiene miles de seguidores en todo el planeta. Castaneda murió en Los Ángeles en 1998, víctima de un cáncer hepático. Sin embargo, no existió ese fuego interno que pronosticó que lo consumiría de dentro hacia fuera y que lo llevaría envuelto en una luz hacia otra dimensión.