9 etapas de las relaciones de pareja
Las relaciones de pareja crecen, evolucionan y cambian, en función de unas etapas bien diferenciadas y definidas. Esto explica por qué no sentimos lo mismo cuando han pasado unos años de relación que cuando nos conocimos.
Conocer estas etapas nos permite advertir cuáles son los desafíos de cada momento, de tal manera que podemos adaptarnos y resolverlos. Por eso, en este artículo te enseñaremos cuáles son para que aprender a identificarlas en tu relación.
¿Qué es el amor?
Antes de abordar las etapas del amor, nos detendremos un poco a revisar qué es el amor. Este concepto tiene muchas definiciones que varían de acuerdo con la perspectiva que se adopte para estudiarlo. De manera muy básica, podemos decir que el amor es un sentimiento de afecto que hace que nos inclinemos y entreguemos a alguien o algo.
Sin embargo, el amor no se queda solo en la expresión afectiva, es también una actitud ante la vida, los demás y nosotros mismos. En su libro El arte de amar (1956), Erich Fromm nos dice que «el amor es una acción, la práctica de un poder humano, que solo puede realizarse en la libertad y jamás como resultado de una compulsión».
En el amor, las personas existimos, nos reconocemos a través de la legitimización del otro y ese reconocimiento nos otorga la posibilidad de ser auténticos, así o señala Bismarck Pinto en su libro Psicología del amor (2012) . El amor no es algo que se tiene o posee, es algo que se es y que deviene en libertad. En él no hay posesión ni sometimiento, solo libertad.
Características del amor
De acuerdo con Erich Fromm, podemos identificar cuatro características esenciales del amor:
- El cuidado: implica ocuparse del ser amado, estar atento e interesado en su bienestar. Es la preocupación por la vida y el crecimiento de la persona amada. Cuidar no es sobreproteger o hacer todo por esa persona, es más bien valorar y querer que esa persona esté bien.
- La responsabilidad: este elemento es la respuesta a las necesidades, expresadas o no, de la otra persona. No es cumplir con el deber, es actuar, dar y responder a ese otro al que estamos unidos.
- Respeto: es ver a una persona tal como es, aceptar y ser consciente de su individualidad. El respeto conlleva una preocupación genuina por el crecimiento de la otra persona y el deseo de que se desarrolle tal cual es por sí misma.
- Conocimiento: es acercarse desde la aceptación al mundo interior del otro, con el fin de conocerlo. Es abrirse a la posibilidad de verlo tal como es y de reconocer en él un ser lleno de virtudes y potencialidades.
Estas cuatro características nos resaltan que que amar no es solo una pasión romántica, sino también un preocuparse por el bienestar de la persona amada, responder a sus necesidades, aceptarla tal como es y tratar de conocerla profundamente. Cultivar estos componentes puede ayudarnos a construir relaciones románticas más fuertes y satisfactorias.
Etapas de las relaciones de pareja
La duración de cada etapa varía de una relación a otra y depende del contexto sociohistórico en el que se da el encuentro entre ambas personas. También hay otros factores que inciden de por medio, los cuales pueden reducir, ampliar o trastocar las etapas de las relaciones de pareja.
Por ejemplo, un trabajo divulgado en Developmental Psychology señaló que la edad de los integrantes de la pareja regula la duración de la relación, los celos, el apoyo, las interacciones negativas y otras circunstancias que median en el tiempo y la calidad del vínculo amoroso.
Otro estudio publicado en Journal of Youth and Adolescence en 2021 informó que las experiencias acumuladas de relaciones románticas, también el momento de inicio de estas, inciden en el ajuste psicosocial a corto y largo plazo. Dicho ajuste puede tener un papel protagónico en la forma en la que se desenvuelve una relación en el presente.
Por último, los patrones de comunicación, de motivación y de compromiso también entran en juego al momento de hablar de dinámicas amorosas. Así, las etapas de de las relaciones de pareja que hemos recopilado pueden manifestarse de forma diferente en función de todos estos factores. Son una referencia, pero pueden serte de gran ayuda durante el proceso.
1. Enamoramiento
Es una de las etapas de las relaciones de pareja llena de emociones intensas, «mariposas en el estómago» y fuertes deseos de permanecer junto al otro. Esta etapa está asociada con la activación fisiológica y psicológica. El deseo y la pasión, con o sin actividad sexual, se convierten en sus ingredientes principales, que hacen aflorar una intensa fantasía y creatividad, con la que sorprender a la otra persona.
En el enamoramiento, toda la atención está puesta en los aspectos comunes que comparten los dos individuos. Por tanto, el entendimiento y la comprensión están presentes en sus encuentros, sin percibir apenas los aspectos que los diferencian como personas distintas.
Debido a la magia del momento, y de los encuentros deseados, se tienden a evitar las discusiones y los conflictos. Por lo tanto, el comienzo en las relaciones de pareja es una etapa apasionante de descubrimiento del otro, lo cual querríamos que no se acabase nunca.
Dentro de esta etapa encontramos varias fases:
- Fase 1. La atracción sexual. Se podría decir que es la que conocemos como «gustar».
- Fase 2. Hipervaloración. Es la idealización del otro.
- Fase 3. Apropiación del otro. Durante esta fase la persona empieza a ser conscientes de la posibilidad de incorporar a su vida a la otra persona.
- Fase 4. Reciprocidad en el enamoramiento. Es una fase en la cual ambas partes sienten una gran felicidad, pues su enamoramiento ha sido correspondido.
- Fase 5. Final del enamoramiento. El sentimiento de pasión y atracción puramente física empieza a declinar, al igual que la idealización hacia el otro miembro. Se empiezan a reconocer los defectos y carencias del otro.
2. Conocimiento
En esta segunda de las etapas de las relaciones de pareja, el enamoramiento da paso al conocimiento más profundo e íntimo de la otra persona. Y al descubrimiento de las diferencias y peculiaridades de ambos.
Cada persona, única y singular, empieza a mostrarse como es, en su totalidad y autonomía. También, empieza a compartir sus experiencias y vivencias personales. Ya no hay tanta idealización, sino que el encuentro comienza a ser más real.
3. Inicio de la relación
Aquí ambos sujetos deciden iniciar una relación estable. Tienen la voluntad de estar juntos y están dispuestos a esforzarse para que la relación funcione. En esta fase, el compromiso es crucial para asegurar el vínculo romántico.
El vínculo afectivo que han estado gestando se fortalece, la relación comienza a ser más íntima y profunda. Además, comparten más tiempo juntos y realizan planes a futuro que han sido acordados en otros momentos.
Durante esta etapa del amor, es común que muchos individuos tomen la decisión de convivir o conformar una familia, ya que se sienten seguras, cuidadas, apreciadas y valoradas. Por lo general, siguen creyendo que la otra persona es «el amor de su vida» y que nada ni nadie logrará separarlos.
4. Convivencia
Tras un periodo de conocimiento, donde la atención ha estado en la proyección de una vida en común, se decide compartir una vida. Desde la convivencia y el hogar elegido por ambos, nace un momento en la relación lleno de nuevas experiencias y nuevos desafíos.
Es posible que la actividad sexual descienda, debido a la rutina, las responsabilidades y las cargas. El amor se expresa de otra manera, quizás en forma de apoyo y entendimiento. Pueden surgir diferencias en la forma de resolver los conflictos y será necesaria la búsqueda de acuerdos y negociaciones.
Aunque la convivencia es un gran paso, se debe tener paciencia a la hora de transitar hacia ella, ya que puede tener un impacto desfavorable para el funcionamiento de la relación, así lo sugiere un estudio publicado en Journal of Family Psychology. No obstante, se requieren más estudios para corroborar estos resultados.
5. Decepción
La decepción hace visibles las imperfecciones y los defectos que tiene cada persona en la relación y que no habían sido percibidas en los estadios anteriores. Esta etapa puede ocurrir de forma lenta o abrupta. Durante su transcurso, es usual que empiecen a enojarse por nimiedades y que se sientan menos amados o cuidados.
Debido a ello, muchas relaciones terminan y fracasan en esta fase. Es una de las etapas más importantes en el amor, pues permite descubrir la verdadera naturaleza del otro. La visión idealizada e ilusoria va dando paso a una visión más realista y objetiva de la relación.
La decepción es un punto crítico en el que las personas deben definir si aman lo suficiente al otro para aceptarlo completamente tal cual es. Esta etapa pone a prueba el amor que se tiene la pareja y la capacidad de enfrentar la dura realidad de que no todo como se esperan, ni como quieren.
6. Autoafirmación
En esta fase surgen las necesidades individuales, y la defensa de las mismas. Es el momento de plantearse hacer actividades por separado, respetando el vínculo y compromiso establecido. Pueden surgir conflictos debido a crisis personales no resueltas.
Es como un reencuentro con uno mismo tras haber estado una temporada centrados en el otro y en la relación de pareja. Al surgir de nuevo las necesidades individuales, cada uno decide centrarse en sí mismo, al menos durante algunos momentos.
7. Superación de la crisis
En esta etapa del amor, la pareja es capaz de superar las discrepancias que hay entre ellos y construir una relación más estable y auténtica. Las idealizaciones se han eliminado y se aprende a convivir, aceptar y valorar al otro por lo que es.
Si las personas logran aceptar sus diferencias, pueden llegar a nuevos acuerdos y la relación puede continuar. No obstante, cuando lo hacen, todo es mucho mejor que antes, porque se dan cuenta de lo que causa dolor y conflicto en la relación y son capaces de abrirse genuinamente y de aceptarse como son.
Al dejar de lado las ilusiones, empiezan a reconocerse como simples seres humanos imperfectos y vulnerables. Al atravesar los retos que la vida les ha impuesto, aprenden a ser una pareja que se entiende y apoya, dando lugar a una relación sana y duradera. Es entonces cuando florece el verdadero amor.
8. Crecimiento
Llegados hasta aquí, la pareja decide profundizar en su relación, que se torna más madura y estable. Es el momento de tomar decisiones que giran en torno a proyectos en común, como tener familia, realizar una inversión en conjunto (la compra de un departamento, un coche y demás) y otros que consoliden aún más la unión.
Es una etapa donde aparece de nuevo la ilusión, la emoción y el entusiasmo por compartir lo que ambos han decidido crear. Por seguir construyendo entre los dos su futuro y proyecto de vida juntos.
9. Adaptación
La vida sigue, y se dan los cambios, si se adaptan a estos, se consolida y madura la relación. Es un momento para la consolidación o la ruptura, ya que se cuestionan la escala de valores personales y la compartida. Surgen nuevos intereses debido a los cambios, como la independencia de los hijos, la jubilación, enfermedades, etc.
Puede ser una de las etapas de reencuentro, ya que las exigencias, responsabilidades y cargas de la vida son menores, y podemos volver a centrarnos en la pareja, para compartir nuevos proyectos, como fue en el principio de la relación.
Conclusión
Las relaciones de pareja evolucionan a través de diferentes etapas, cada una de ellas con sus propios desafíos. Entender este proceso puede ayudarnos a vivir las fases de la relación con mayor seguridad y tranquilidad. Como ya se ha establecido, cada relación es diferente; de manea que también lo es la forma en la cual se desarrollan, asimilan y superan estos momentos.
Si tienes un romance, te invitamos a reflexionar sobre las etapas por las que han pasado juntos y por la que están viviendo ahora. Recuerda siempre que la comunicación es clave para que superen con éxito los desafíos de cada momento.
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