Lo mejor en la vida lo encuentras sin haberlo buscado
Lo mejor en la vida llama a tu puerta sin que lo esperes, porque en ocasiones, el secreto de la felicidad está no en buscar sino en dejarse encontrar, en ser paciente y mantener siempre el corazón encendido de ilusiones, de esperanzas…
Y a ti, ¿te ha sorprendido la vida alguna vez con esos engranajes inexplicables? En ocasiones, nos aferramos a dibujar en nuestra mente cómo debe ser nuestro futuro, y qué rostro debe tener ese amor que nos traerá la felicidad. Ahora bien, en realidad, a veces basta sólo con “dejarnos llevar”.
Sé paciente, ten calma. Porque cuando menos lo esperes todo tendrá sentido y la vida se acomodará a tus necesidades, a tus anhelos; basta con dejarse llevar y recordar que el protagonista de tu día a día, siempre eres tú y que mereces lo mejor.
Si hay algo que tenemos claro es que no es fácil tener paciencia ni convencernos de que basta sólo con confiar, para que todo lo bueno acontezca de pronto. En realidad, se trata de algo más: de tener la actitud adecuada.
Son tus pensamientos quienes dan fuerza a tus emociones y quienes trasforman tu realidad. Si nos encerramos en nosotros mismos y cultivamos el resentimiento y la frustración, es muy difícil que dejemos una ventana abierta para que la vida nos inunde con su magia repentina.
Mantén una actitud fuerte, enérgica y positiva donde tú seas siempre lo más importante, tú eres quien merece ser feliz. Practica la sencillez, la pasión por vivir y no cierres la puerta a nada: las mejores experiencias las trae la casualidad.
La vida acontece cada día, déjate llevar por ella
¿Cómo dejarnos llevar por lo que nos trae la vida?, ¿quiere decir esto que no hemos de luchar, que no hemos de esquivar aquello que no deseamos? En absoluto. Existen matices: dejarse llevar por la vida es básicamente permitirnos “vivir” y aprender y disfrutar de todos sus detalles.
La vida te regala cada día nuevas oportunidades: permítete ser feliz otra vez, deja que lo improvisto te encuentre y te vista de ilusiones renovadas, que pinte en tu rostro alegrías, y estrellas que deslumbren tu corazón.
Lo creas o no, hay muchas personas que no se permiten “vivir”, que no saben inscribir en su cotidianidad el don de la apertura, del optimismo, de la esperanza y de la capacidad de ser feliz y hacer felices a los demás.
- La vida, en ocasiones, no es fácil, nos puede traer decepciones, pérdidas y errores. El quedarnos atascados con las vivencias del ayer nos cierra ventanas en el presente. Y una mente y un corazón con las ventanas cerradas se envenena de resentimiento.
- No dejes que tus heridas te conviertan en alguien que no deseas ser: alguien infeliz. Si te limitas a mirar a los demás preguntándote cómo lo hacen, “como consiguen ser felices”, es que aún no conoces el secreto: las personas aceptan sus pasado, lo asumen y afrontan el presente con optimismo.
Lo mejor está aún por llegar
Es una actitud, un modo de dar aliento a nuestro día a día: piensa que lo mejor está por llegar pero disfrútalo como si ya hubiera llegado.
- Según el enfoque de la Programación Neurolingüística (PNL) las personas pasamos demasiado tiempo añorando o lamentando el pasado, a la vez que “fantaseando” con el futuro. Todo ello, de algún modo, nos trae ciertas insatisfacciones al pensar que nuestro presente no es lo bastante bueno.
- Lo mejor, lo más adecuado, es permitirnos experimentar el “aquí y ahora” con plenitud convenciéndonos de que lo mejor está aún por llegar, que el mañana siempre será bueno porque hoy me he permitido ser feliz, porque “estoy construyendo mi presente” de forma adecuada.
Combate la insatisfacción cotidiana
Sabemos que no todos los días podemos ser felices, que la vida nos trae decepciones, pero… ¿merece la pena mantener de forma permanente esa insatisfacción que nos llena de amarguras y satisfacciones?
- Seguro que también tú conoces a esas personas grises que nos envuelven con su negativismo. Por muchos argumentos que les ofrezcamos, no logramos sacarles una frase de ánimo, de aprobación, de esperanza.
- Una vida insatisfecha es una vida perdida. Si en algún momento llegas a sentirte desbordado/a por esta sensación, ahonda en la raíz del problema; busca la razón a ese malestar y gestiónalo, ponle fin.
No busques, deja que te encuentren
Puede que también tú hayas divagado más de una vez en cómo debe ser tu trabajo ideal, tu casa perfecta y por qué no, tu pareja soñada.
- No construyas altas expectativas ni te encumbres en un castillo de naipes inalcanzable. Simplemente, déjate llevar y atiende a las oportunidades de tu entorno, sé receptivo, intuye y observa. Cuando menos lo esperes, algo o alguien se estará fijando en ti.
La vida es tan imprevista que la felicidad aparece cuando menos lo esperas: intúyela y abrázala con fuerza para no perderla. Lo mereces.
Imágenes cortesía de Pascal Campion