Lo que no te cuentan sobre las aplicaciones de citas
Quizás seas usuario de una o varias aplicaciones de citas. En caso afirmativo, ¿qué sueles buscar cuando registras tu perfil en ellas? ¿Amor? ¿Una relación puntual? ¿Sexo? ¿Quizás olvidar tu última relación de pareja? Cada cual tiene unas metas y unos deseos, no cabe duda. Sin embargo, lo que nadie espera encontrar son experiencias que generen un elevado malestar psicológico.
Es cierto que la tecnología ha transformado el modo en que nos relacionamos. En la actualidad, una parte amplia de las relaciones de pareja tienen su origen en esas plataformas online. Se estima, por ejemplo, que Tinder tiene unos 57 millones de usuarios. Asimismo, espacios como eHarmony avanzan que en el 2040 el 70 % de las relaciones se forjarán de este modo.
Nadie puede negar que hay cierta probabilidad de tener éxito a la hora de encontrar pareja en dichos espacios. Sin embargo, hay algo que nadie nos dice sobre el uso de dichas aplicaciones. Es probable que experimentemos ansiedad, estrés y agotamiento. Son muchas las personas que, después de ciertas vivencias poco positivas, se sienten frustradas con la utilización de estas apps .
¿Deberían sus desarrolladores redactar algo relativo a la salud mental cuando damos nuestro consentimiento de uso? Tal vez. Profundizamos en ello.
Las citas en línea nos hacen pensar que, en algún lugar, hay alguien perfecto para nosotros.
La parte “oscura” de las aplicaciones de cita que deberías conocer
En la actualidad existe un cierto agotamiento colectivo alrededor de las aplicaciones de citas. Un ejemplo, el Centro de Investigaciones Pew, con sede en Washington, señala en un trabajo reciente que las mujeres jóvenes se sienten cada vez más acosadas. Asimismo, una parte amplia de los usuarios se percibe frustrado con su empleo.
Sin embargo, a pesar de ese desencanto, o sucede algo sorprendente o las aplicaciones como Tinder no desaparecerán. Los números apuntan a todo lo contrario: el número de usuarios mayores de 55 que utilizan dichas apps se ha doblado en los últimos dos años. Buscar pareja online no es solo una práctica de la población joven. Esto hace necesario que deban clarificarse qué riesgos podemos encontrarnos al crear un perfil.
Todos anhelamos encontrar algo mejor, algo que se adecue a nuestras necesidades y las apps nos hacen esta promesa. Es fácil caer, porque son atractivas, porque son entretenidas de usar y está, además, el factor social. “¿Si todo el mundo las utiliza, por qué yo no?”. Bien, en caso de que tengamos esta percepción, es interesante conocer esa parte menos amable de dicho universo.
Son muchos los usuarios de estas aplicaciones que terminan dándose de baja al sentirse frustrados. Las decepciones o encontrarse con personas que mienten suelen ser las principales razones de ese malestar.
1. Las aplicaciones de citas online y las relaciones frustradas agotan
Quien entra al mundo de las aplicaciones de citas se ve inmerso en una dinámica relacional en bucle, acelerada y agotadora. Una primera cita puede que no sea grata. Así, tras esa mala experiencia hay que volver a empezar. Hay un nuevo match y con él puede que logremos una relación de dos o tres semanas. Vuelta a la casilla de salida.
Casi sin saber cómo, nos adentramos en una concatenación de vivencias fallidas, aceleradas y repetitivas. Citas, relaciones sexuales, algún buen momento, desencanto y nuevas búsquedas en las aplicaciones… Con este tipo de recursos, a menudo, se pierden el misterio, el juego de la seducción y el amor a fuego lento.
2. Cuidado con las coincidencias o hacer “match”, no son promesas de éxito
Hay quien asume que los algoritmos de las aplicaciones de citas son como auténticas celestinas del amor. No es cierto. Puesto que los perfiles que nos muestran no responden solo a afinidades. En realidad, tiene que ver también con las fotos que hayamos subido. Si alguien publica una foto suya en bañador, es probable que nos presenten candidatos con el mismo atuendo.
Tengámoslo en cuenta, hacer match o coincidir con alguien no significa que exista una sintonía real.
3. La peligrosa idea de que, en algún lugar, hay alguien perfecto para ti
Podríamos decir que buena parte de los usuarios de estas aplicaciones las usan con una idea. La mayoría siente que hay alguien perfecto en algún lugar y que esas aplicaciones nos permitirán encontrarlo. No importan las citas fallidas, hay que ponerle paciencia y empeño.
Asimismo, se da otro factor. Hay personas que, a pesar de tener pareja, utilizan estos canales al pensar que, tal vez, puedan encontrar una pareja mejor.
4. Te encontrarás con personas que no han sanado sus heridas emocionales
Las aplicaciones de citas son una selva de lo más heterogénea. En esos escenarios online nos encontraremos personalidades de todos los tipos, igual que nos sucedería en cualquier otro lugar físico diseñado en buena medida para conocer a una posible pareja. Algunas más sanas y otras más problemáticas que no siempre vemos venir. Sin embargo, puesto que el fin de estas aplicaciones es afectivo, es común tropezar con candidatos que ya han tenido varias primeras citas.
Hay quien usa Tinder para trazar lo que se conoce como relaciones liana. Es decir, iniciar un nuevo vínculo con alguien nada más haber roto con una pareja anterior. Van saltando de idilio en idilio sin quedarse en ninguno. Abundan, por tanto, los que buscan parchear el sufrimiento del duelo con nuevas relaciones. Esto hace que, en buena parte de los casos, dichos encuentros terminen en fracaso.
5. Recuerda, hay muchos “fantasmas” en las apps de citas
Las aplicaciones de citas son territorios idóneos para los mentirosos y los que, en un momento dado, prefieren desaparecer sin decir nada (ghosting). Los fantasmas existen y todos ellos habitan en esos mundos online donde muchos de los que buscan un amor sincero acaban siendo traicionados.
Precisamente, el ghosting o el acoso online son dos de los fenómenos más desgastantes y dolorosos. Por ello, vale la pena tener en cuenta lo aquí señalado. Estos instrumentos digitales pueden ser gratos y útiles en ocasiones, pero no están exentos de ciertos peligros para nuestra salud mental.
Seamos cautos, hagamos un buen uso de estas aplicaciones y recordemos que el amor también puede encontrarse más allá de una pantalla.
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