Todo sobre mi madre: los grupos olvidados
Se habla mucho de la visibilización de la mujer en todos los planos, se empieza a hablar de la visibilización de las personas trans, de la nueva sociedad multicultural en la que vivimos, de un mundo donde las ideas de raza y género se van emborronando y las etiquetas van desapareciendo. Esta nueva realidad, cada vez, se va plasmando más en la gran pantalla, pero sin duda, uno de los grandes pioneros del cine español en este campo es Pedro Almodóvar y un reflejo de ello lo podemos ver en Todo sobre mi madre.
Almodóvar es capaz de traernos historias fácilmente parodiables, pero que logran conmovernos, de traernos personajes totalmente marginales y asignarles un rol importante. Almodóvar está fascinado por el naturalismo, por plasmar la realidad tal y como es de la forma más objetiva posible; y de esta fascinación, de la lucha por la visibilización de la mujer, surge esta película.
Almodóvar mezcla lo más tradicional con lo más revolucionario, y si analizamos su evolución, encontramos que se ha ido puliendo y que sus películas han ido ganando en color. El punk, lo anticlerical, los personajes marginales, las mujeres, la cultura popular, la movida madrileña, los boleros y el humor negro son solo algunas de las señas de identidad del director español; Todo sobre mi madre combina elementos cómicos con dramáticos, pero siempre tratando de ser natural, ¿el secreto? Un lenguaje de lo más coloquial y cercano, lo más fiel posible a la realidad.
Al contrario de lo que ocurre en muchas películas, en Todo sobre mi madre, el drama no es el fin, no es la desembocadura, sino el comienzo, el arranque de la trama. Porque, pese a lo duro del drama, la vida continúa para todos, es una lucha constante y nunca sabemos qué vamos a encontrar después.
Todo sobre mi madre es un declarado homenaje a Un tranvía llamado deseo y Eva al desnudo, cuyo título original en inglés, All about Eve, significa “todo sobre Eva”. Almodóvar bebe de sus influencias y las plasma en la película, toda la trama de Todo sobre mi madre está estrechamente ligada a la obra Un tranvía llamado deseo, reposa sobre ella, se amolda y se entremezcla con la obra teatral.
Es una película que desdibuja el concepto de género, de mujer, que nos trae una realidad diferente, pero no muy lejana; colorida, cercana, agridulce y directa. Todo sobre mi madre se ha convertido en un auténtico clásico del cine español, una obra de arte que contó con el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 1999.
“Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma”.
-Todo sobre mi madre-
Los personajes femeninos en Todo sobre mi madre
Sin duda, las grandes protagonistas de Todo sobre mi madre son las mujeres, apenas aparecen personajes masculinos y, como es frecuente en muchas de las películas de Almodóvar, la figura paterna está ensombrecida o es inexistente. En el filme, lo que interesan son las madres, las mujeres, vengan de donde vengan y sea cual sea su realidad. Almodóvar plasma muy bien las distintas realidades de las mujeres de la época, los personajes están muy bien dibujados y, aunque son caricaturas, logran su cometido y nos muestran una diversidad cada vez más cotidiana.
Manuela, Huma, Agrado y la Hermana Rosa serán el cuarteto principal de mujeres en esta historia. Mujeres muy distintas, cargadas de potentes diálogos, con personalidades muy marcadas y diferenciadas, pero todas ellas mujeres. Manuela es el motor de la historia, es una mujer que emigró de Argentina a España y pasó sus primeros años en Barcelona junto a un hombre que, posteriormente, cambiaría de sexo y se haría llamar Lola, fruto de esta relación nació Esteban.
Manuela huyó a Madrid sin decirle nada a Lola sobre Esteban y, allí, comenzó una nueva vida como enfermera. El día del cumpleaños de Esteban, acude junto a él a ver la obra Un tranvía llamado deseo, a la que se siente profundamente ligada; su hijo, al intentar conseguir un autógrafo de la protagonista Huma Rojo, sufre un trágico accidente y muere. A partir de este momento, la vida de Manuela quedará unida a la de Huma y emprenderá un viaje hacia su pasado, hacia Barcelona.
Manuela es el reflejo de una madre, del amor incondicional que estas sienten por los hijos y es un claro ejemplo de lucha y superación. Por otro lado, Huma, al principio, parece una mujer fría y distante, a la que la fama se le ha subido a la cabeza; sin embargo, entablará una buena amistad con Manuela y descubriremos a una mujer sensible que sufre y que quiere sentirse amada. Además, Huma tiene una relación con su compañera de reparto, Nina, una joven drogodependiente con quien tendrá sus más y sus menos.
A su llegada a Barcelona, Manuela se encontrará con una vieja amiga, Agrado, una mujer auténtica, aunque “hecha de silicona”. ¿Puede ser auténtica una persona cuyo cuerpo es totalmente artificial? Agrado nos demuestra que la autenticidad va más allá del físico, ella es la mujer que siempre soñó ser; es transexual y se ha hecho a sí misma, es uno de los personajes más interesantes del filme. Agrado se dedica a la prostitución, pero a medida que avanza la película, vemos una increíble evolución en el personaje, quien nos regala uno de los monólogos más memorables de Todo sobre mi madre.
Agrado es transgresión, es la nota cómica, la autenticidad; su lenguaje es vulgar y directo, cargado de un naturalismo que asusta, Agrado es todo un ejemplo de esa nueva idea de género, de ese “borrar etiquetas” del que hablábamos al principio.
Por último, la Hermana Rosa es una joven monja que quiere dedicar su vida a ayudar a los demás; es joven, insegura e ingenua y cree en la bondad de la gente. Pertenece a una familia acomodada y presenta fuertes conflictos con su madre, encontrará en Manuela la figura maternal que tanto busca. Rosa, igual que Manuela, tiene un romance con Lola y queda embarazada, pero, por desgracia, contrae el VIH.
Mujeres muy diferentes, de mundos distintos; personajes muy próximos a la marginalidad, pero muy naturales, eso es lo que nos trae Todo sobre mi madre.
Rompiendo tabúes
Todo sobre mi madre rompe infinidad de tabúes: el VIH, la transexualidad, la homosexualidad, las barreras de género, el empoderamiento de la mujer, la prostitución, la inmigración… En definitiva, es una película que se acerca a aquellas personas consideradas dentro de los “grupos marginales”, los eternos olvidados.
Se acerca a la otra cara de la moneda, nos cuenta una historia que podría parecernos muy atípica, pero nos la muestra de una forma cercana, logrando la empatía con las principales mujeres que conforman la cinta. Uno de los temas más delicados es el del VIH, pues parece que, en la sociedad, sigue generando pánico. Parece que una persona con VIH tiene que ser, necesariamente, alguien vinculado a las drogas o a la prostitución.
¿Qué plantea Todo sobre mi madre? El personaje que tiene la enfermedad es una mujer, y no una mujer cualquiera, sino que se trata de una monja; una mujer joven, española, de buena familia y que dedica su vida a los demás. Demostrando, así, que cualquiera puede contraer la enfermedad, que nuestra procedencia no nos va a librar ni a salvar ante el destino.
Todo sobre mi madre presenta una narración que pretende ser totalmente inclusiva, todas estas mujeres representan una cara de la sociedad y una forma de enfrentar la vida, y todas ellas merecen un homenaje.
“Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos”.
-Todo sobre mi madre-