Margaret Mahler y las fases del desarrollo infantil
Margaret Mahler fue una de esas figuras del psicoanálisis que hizo grandes aportes para comprender la mente infantil. Era médica y pediatra, pero su propia experiencia y algunas situaciones que presenció la llevaron a inclinarse por la práctica analítica.
En particular, el mayor aporte de Margaret Mahler fue para la psicología evolutiva. Logró definir y caracterizar las etapas por las que pasa el niño , desde su nacimiento hasta la primera infancia. En su teoría, la relación del niño con su madre tiene una importancia fundamental.
Para elaborar su modelo de desarrollo emocional , Mahler partió de la teoría del desarrollo psicosexual del niño de Sigmund Freud. Sin embargo, también toma como fuentes a otros autores, tales como Sandor Ferenczi y Donald Winnicott, además de su propia práctica clínica.
“La ruptura del cascarón es lo que le permite al niño tener más alerta sus sentidos, estando alerta cuando se encuentra despierto”.
-Margaret Mahler-
El contexto inicial
Margaret Mahler nación en Sopron (imperio austrohúngaro) el 10 de mayo de 1897. Su padre fue un médico de prestigio, que buscó educarla como si fuera un niño y no una niña. En aquel entonces, el mundo del conocimiento no era para las mujeres. Pero el padre de Margaret lo vio de otra manera y esto, de uno u otro modo, la marcó.
Pronto nació su hermana Suzanne. Su madre era un ama de casa que se sentía infeliz con su vida. Tenía cierta aprehensión hacia Margaret y, en cambio, desarrolló un profundo apego por Suzanne. Es muy probable que esta situación fuera el germen de la teoría que Mahler desarrolló años después.
El padre la alentó para que tan solo con 16 años se fuera a Budapest para estudiar en la universidad. Allí entró en contacto con el Círculo de Budapest, el grupo psicoanalítico que creó y dirigió Sandor Ferenczi , en compañía de Michael Balint e Imre Hermann. Aunque le gustaron las ideas freudianas, no se decidió a seguir el psicoanálisis.
Un punto de inflexión en la vida de Margaret Mahler
En un principio, Margaret Mahler comenzó a estudiar historia del arte en la Universidad de Budapest. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que su espíritu científico era más fuerte que sus inquietudes artísticas. Así que derivó sus ganas por conocer a la medicina. Se trasladó a la Universidad de Munich y allí hizo prácticas en pediatría.
Por aquel entonces el antisemitismo comenzaba a cobrar fuerza. Ella y su hermana fueron arrestadas, simplemente por ser judías. Esto la llevó a partir hacia Jena, en donde terminó sus estudios, en 1922. Ese mismo año vivió un hecho que marcó su vida para siempre.
Todo ocurrió en una clínica nocturna, en donde Margaret Mahler prestaba sus servicios. Un hombre llegó a internar a su pequeño hijo, pues el mismo tenía un crecimiento pobre. Esa misma noche el niño murió, sin que hubiese una causa médica identificada que lo justificara. Esto hizo que Mahler empezase a pensar en el papel que juega la mente.
Exilio y obra
En 1922 también tuvo que salir de Alemania y se radicó en Viena. Allí se hizo un análisis de supervisión con Helen Deutsch y se dedicó por completo al psicoanálisis. A los 39 años se casó con un químico llamado Paul Mahler, que llevaba una vida desordenada. Poco después los nazis invadieron Austria. Gracias a los buenos oficios de la viuda del virrey de la India, que había sido su paciente, los Mahler pudieron escapar a Inglaterra.
Después se trasladaron a Estados Unidos, en donde Margaret no fue muy bien recibida. Además, ella trató de que sus padres se reunieran con ella, pero estos no aceptaron. Su padre falleció por aquellos años y su madre fue trasladada al campo de Auschwitz, donde murió.
Pese a todo, la carrera de Margaret Mahler comenzó a despegar en tierras americanas. Le dieron un puesto de profesora en el Instituto Psicoanalítico de Filadelfia, en 1950. Allí desarrolló su teoría del desarrollo infantil y también creó un método psicoanalítico para la atención a los niños, que incluía la presencia de la madre.
Durante casi toda su vida, Margaret Mahler vivió sucesivos episodios de depresión. Sin embargo, su inteligencia y la fe en su trabajo siempre le permitían sobreponerse. Su trabajo paciente y constante le permitió crear la famosa teoría de separación-individuación. Trabajó hasta su muerte, en 1985, a los 88 años.
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- Mahler, M. S., Pine, F., & Bergman, A. (1977). El nacimiento psicológico del infante humano: simbiosis e individuación. Marymar.