Marie Curie: biografía de la mujer que abrió senderos
Cuando nos acercamos a la vida de Marie Curie, nos damos cuenta de que fue la primera y única en una increíble serie de eventos. Una pionera en toda regla que se alzó como la primera mujer en ganar un Premio Nobel y en ser profesora en la Universidad de París. Fue, además, la primera mujer en ser sepultada por sus propios méritos en El Panteón de París y la única mujer en ganar el Premio Nobel en diferentes disciplinas científicas.
¿Quién dijo que las mujeres no pueden dedicarse a la ciencia? El legado de Marie Curie es impresionante y su nombre resuena en una interminable lista de hombres dedicados a la ciencia. Marie Curie es, probablemente, una de las científicas más conocidas en el mundo.
Sus investigaciones en el campo de la radiactividad abrieron el camino a infinidad de estudios posteriores. En este artículo trataremos, en la medida de lo posible, de acercarnos a una de las figuras más importantes del panorama científico del siglo XX.
Los inicios de una vida de determinación
Maria Sklodowska, que era su nombre de nacimiento, nació en Polonia y fue la menor de cinco hermanos. Tanto su padre como su madre se dedicaban a la enseñanza; Maria, desde temprana edad, siguió los pasos de su padre y mostró gran interés en las matemáticas y la física.
Ante la imposibilidad de inscribirse en la Universidad de Varsovia, en aquel momento exclusiva para hombres, emprendió diversos trabajos ocasionales. Mayoritariamente, Marie trabajó como institutriz para ganar un dinero extra que serviría para ayudar en la educación de su hermana. Mientras tanto, en su tiempo libre, continuó educándose a sí misma, incluso comenzó su formación científica práctica en el laboratorio de química.
En 1891, se mudó a Francia y se matriculó en la Universidad de la Sorbona. Fue allí donde se la comenzó a conocer como Marie. Con escasa ayuda financiera, se vio en la obligación de dar clases particulares por la tarde para ganar algo de dinero y poder sobrevivir.
En 1894, visitó a Pierre Curie en la Escuela de Física y Química de la Universidad de París. En 1895, Pierre y Marie se casaron, de esta manera, se gestó una asociación extraordinaria en el trabajo científico.
Marie Curie: Francia y primeros logros
Marie Curie es la más célebre física y química de la historia. Ya a mediados de 1897, entre los logros de Curie se encontraban: dos títulos universitarios, una beca y un artículo publicado que trataba de la magnetización del acero templado. Curie ya había alcanzado cierto prestigio en el ámbito científico y académico cuando nació Irène, su primera hija. A partir de este momento, Marie Curie centró su atención en la misteriosa radiación de uranio descrita por Antoine Henri Becquerel (1852–1908).
En 1904, nació su segunda hija, Eve. Gracias a su implacable dedicación y arduo trabajo logró descubrir y aislar -en estado de pureza- dos elementos: el polonio y el radio. Desarrolló técnicas que permitían aislar isótopos radiactivos y que hubieran podido hacerla millonaria, pero escogió compartir su conocimiento para el bien de la humanidad.
La importancia de sus descubrimientos fue inmensa, rompiendo en su momento histórico la noción ortodoxa que poseían los científicos sobre la materia y la energía. Ella nos dejó todo un legado empapado de una nueva línea de pensamiento totalmente novedosa.
La eminente científica se dio cuenta de que la radiación era una propiedad atómica y, por lo tanto, tenía que estar presente en otros elementos. Así, Curie fue responsable no solo teorizar el concepto de radiactividad, sino también de acuñar el término radiactividad.
Desde 1898 hasta 1902, ella y su esposo publicaron alrededor de 32 artículos científicos. Estos artículos dieron cuenta detallada de su trabajo sobre la radiactividad. En uno de estos artículos científicos, informaron que las células formadoras de tumores se destruían más rápido que las células sanas cuando eran expuestas a la radiactividad.
Más allá del laboratorio
Además de su trabajo en el campo de la ciencia, Marie Curie contribuyó en gran medida durante la Primera Guerra Mundial. Fue responsable del establecimiento de los primeros centros radiológicos en campos militares. La investigación de Curie resultó crucial en el desarrollo de radiografías de pacientes que necesitaban cirugía.
Durante la Primera Guerra Mundial, Marie Curie ayudó a equipar a las ambulancias con equipos de rayos X que ella misma acompañó a las líneas del frente de batalla. La Cruz Roja Internacional la designó a la cabeza de su servicio de radiología. En este puesto, estuvo a cargo de la realización de cursos de capacitación para médicos en la aplicación de estas nuevas técnicas. Se estima que más de un millón de soldados heridos fueron tratados con sus unidades de rayos X.
Mérito científico en inequidad de condiciones
A pesar de su éxito, Marie continuó enfrentando una gran oposición de científicos varones en Francia y nunca recibió beneficios económicos significativos por su trabajo. La desigualdad estaba a la orden del día y de poco servía ser una de las más brillantes científicas del momento.
En la lluviosa tarde del 19 de abril de 1906, Pierre Curie fue atropellado por un carruaje y murió instantáneamente; dos semanas después, la viuda asumió la cátedra de Física en la Sorbona, tomando el cargo de su difunto esposo.
Los honores comenzaron a llegar de las sociedades científicas de todo el mundo. Pero Curie se había quedado sola con dos niños pequeños y con la gigantesca tarea de liderazgo en la investigación de la radiactividad. En 1908, editó las obras completas de su esposo y, en 1910, publicó su masiva Traité de radioactivité.
El segundo Premio Nobel de Curie no tardaría mucho en llegar, aunque, en esta ocasión, sería premiada en el campo de la química. Aun así, Curie no consiguió hacerse con el visto bueno de la Academia de Ciencias que, una vez más, le negó su membresía.
A finales de la década de 1920, su salud comenzó a deteriorarse y, finalmente, Marie Curie murió el 4 de julio de 1934 como consecuencia de la leucemia. Dicha enfermedad fue causada por la exposición a la radiación de alta energía de su investigación.
Fue enterrada junto a Pierre Curie en Sceaux, hasta que, unas seis décadas después, sus restos fueron trasladados al Panteón en París. La hija mayor de los Curie, Irène, siguió los pasos de su madre dedicando su vida a la ciencia y llegando a obtener el Premio Nobel de Química.
Marie Curie dio su vida a la investigación y al descubrimiento científico. Su vida y gran repertorio de logros han sido inspiradores para científicos de todas las naciones. Además, su figura supone un paso importante para todas las mujeres, un gran cambio en el campo científico que, por desgracia, todavía hoy parece estar dominado, en su mayoría, por hombres.
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- N/A (2016) Marie Curie. Biografía para niños. Nueva York: Ducksters.