Mi pareja no me escucha: ¿qué puedo hacer?

Pocas cosas son tan frustrantes como el hecho de que nuestra pareja no nos escuche. La comunicación ineficiente es una de las principales causas de ruptura y por ello, es necesario tener presente algunos aspectos básicos. Los analizamos.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 febrero, 2022

“Mi pareja no me escucha, es como una pared. Solo tiene en cuenta sus propias necesidades y no atiende a razones”. Puede que esta frase le sea familiar a más de uno. Es posible también que esa, y no otra, haya sido la razón de nuestra última ruptura. Porque los problemas de comunicación son en el 80 % de los casos la principal causa de conflictos y distancias entre dos personas.

¿Hay alguna estrategia efectiva para solucionar estas situaciones? Cabe señalar que si bien existen diversos enfoques para abordar esta realidad, es un desafío complejo. En ocasiones, situamos la atención en el otro y lo culpabilizamos de que no nos escucha, pero la comunicación ineficiente es una calle de doble sentido. Puede que también nosotros seamos responsables.

Hay diferentes factores que pueden estar mediando en esta dinámica infructuosa e invalidante. Algunos podrán sortearse y superarse aplicando nuevas estrategias en conjunto y en armonía. Se trata de habilidades que entre los dos se pueden desarrollar para mejorar la relación. En otros casos, esos desafíos comunicativos pueden ser insalvables.

¿Qué puedo hacer si mi pareja no me escucha?

Cerrarse en banda. Ir a la suya. Ignorar. Entender lo que se quiere y decir lo que a uno le conviene. Podríamos dar mil ejemplos de esa comunicación infructuosa, en la que nuestra pareja no nos escucha. No importa el género; esos déficits en la correspondencia, en la escucha activa y la falta de un diálogo comprensivo aparecen en cualquier persona.

Ahora bien, en ocasiones, el problema no es tanto la falta de escucha, sino más bien lo que el otro dice cuando nosotros hablamos. Por ejemplo, son muchas las personas que buscan desahogarse con su pareja y esta, en lugar de atender y comprender, no duda en aportar consejos que el otro en realidad no quiere ni necesita.

Esto hace que al “mi pareja no me escucha” se le añada “mi pareja no me entiende”, cuando en realidad cada uno tiene una perspectiva diferente sobre las cosas y también sobre lo que es la comunicación. Así, y cómo podemos deducir, esta es una realidad poliédrica con muchos frentes, matices y aristas.

Veamos qué podemos hacer en estas circunstancias.

Hay que comprender por qué no nos escuchan

Cuando mi pareja no me escucha puede deberse a dos factores. El primero por su forma de ser y su personalidad. El segundo porque puede existir algún problema en nuestra comunicación. En este último caso, nosotros mismos también podríamos ser responsables de este déficit.

Por término medio, las causas podrían ser las siguientes:

• Hay quien no te escucha por un claro sesgo de confirmación y disonancia cognitiva. Es decir, solo atienden cuando decimos algo que se ajusta a sus creencias y su perspectiva. Si el mensaje no se ajusta a lo que ellos defienden, se cierran en banda.
• Los problemas de comunicación en los narcisistas. Esta es otra variable que debemos considerar. La personalidad narcisista se posiciona en la perspectiva de que ellos saben más que nadie. Por tanto, lo que podamos decir carece de relevancia.
• Mi pareja no me escucha porque está enfadada. Esta actitud revela una clara inmadurez emocional y personal. En lugar de abordar el problema, lo rehúye alzando muros o aplicando la ley del silencio.
• No me atiende por el tono que uso. Este es un factor que no podemos descuidar. El modo en que nos dirigimos a alguien hará que sea más o menos receptivo. Levantar la voz o utilizar un tono agresivo dificulta ese proceso.
• Ignorar como mecanismo para eludir un problema. Hay quien suele hacer oídos sordos cuando algo no le interesa. Por ejemplo, esto sucede cuando hay un problema en la relación. Mejor esquivar que afrontar esa situación.
• Falta de confianza y distancia emocional. Es posible que la relación haya llegado a un declive en el que el otro se siente resentido y distanciado. Es una situación en la que pueden decirnos aquello de “yo no te escucho porque tú tampoco me escuchas a mí”.

Hagámonos escuchar, hablar para entendernos (la asertividad en el amor)

La buena comunicación en una pareja es un ejercicio compartido: es cosa de dos. Hacerlo de la manera correcta, tal y como nos revelan en un estudio de la Universidad de Georgia, predice la satisfacción en ese vínculo afectivo. Por ello, cuando la pareja no escucha, es recomendable transmitirle de manera correcta lo que sentimos y necesitamos.

Hay que comprender qué ocurre y para ello, debemos hacernos escuchar. Las siguientes estrategias pueden ser útiles.

• Buscar el momento idóneo para hablar con la pareja sobre el problema en la comunicación.
• Hablar de manera asertiva y directa, sin usar reproches, sin sermonear ni buscar culpables. Se trata de plantear una mejora en las conversaciones, la necesidad de hablarnos y sentirnos escuchados. De recordar que una conversación es un ejercicio de apoyo y enriquecimiento mutuo, no un juego de poder.
• Evitar palabras como tú “siempre” o tú “nunca”.
• Utilizar un tono afectuoso, cercano y comprensivo y dar espacio a la otra persona para que se exprese.
• Clarificar qué podemos mejorar el uno y el otro para lograr una comunicación eficaz y una escucha activa.

Si la pareja no escucha y sigue con sus “bloqueos auditivos”, hay que tomar una decisión

En efecto, a veces nuestra pareja puede continuar con sus bloqueos auditivos y no comprometerse en ningún cambio. La comunicación ineficaz, fría y deshonesta crea brechas profundas y dolorosas. Así, en caso de que no exista ningún avance, podemos optar por recurrir a terapia de pareja. 

Ahora bien, si la persona no cede y no hay entendimiento, nos plantearemos otra decisión. Al fin y al cabo, el reconocimiento, la aceptación y el aprecio en una relación se nutren del proceso comunicativo y sin él, nada tiene sentido.