Michael Faraday: biografía de un físico con gran trascendencia
Michael Faraday fue uno de esos genios que cambió para siempre la historia de la física y la química. Sin sus aportes, los motores eléctricos no existirían. Lo más interesante es que, en realidad, tuvo muy poca preparación académica. Se formó a sí mismo, mediante un trabajo autodidáctico que solo concluyó con su muerte.
A Michael Faraday se le deben importantes descubrimientos en el campo de la electroquímica y del electromagnetismo. También fue el descubridor del benceno, un hidrocarburo que está presente en la mayoría de los elementos plásticos que utilizamos hoy en día.
“Nada es demasiado maravilloso para ser cierto si obedece a las leyes de la naturaleza”.
-Michael Faraday-
Su vida y su obra son fascinantes. De ser un niño pobre que trabajaba para ayudar a su familia, llegó a ser nombrado caballero por su contribución a la ciencia por la reina Victoria de Inglaterra. Ahora bien, lo que le convirtió en un gran científico fue su perseverancia y su pasión por el conocimiento.
Michael Faraday, un niño humilde
Michael Faraday nació el 22 de septiembre de 1791, en lo que hoy es el centro de Londres. Fue el tercero de cuatro hermanos, nacidos en el seno de una familia humilde. Su padre era herrero de caballos y su madre, un ama de casa abnegada, de origen rural.
Fue precisamente su madre quien decidió sacarlo de la escuela. Resulta que Michael Faraday no podía pronunciar bien la “r” y su maestra se burlaba de él y lo castigaba. Su madre no aguantó esta situación y pensó que estaría mejor trabajando para la familia. La historia de Michael Faraday da un giro cuando comienza a trabajar como aprendiz de George Riebau, un encuadernador y vendedor de libros en Londres, a los 14 años.
Este trabajo despertó su curiosidad intelectual. Comenzó a leer los libros que vendía, de una forma voraz. Estuvo siete años desarrollando ese trabajo y en ese lapso se encontró con la obra de Isaac Wats, que le despertó gran entusiasmo. También con los primeros libros científicos, que encendieron su interés por los fenómenos eléctricos.
Una vida dedicada a la ciencia
A los 19 años, Faraday ingresó en The City Philosophical Society, un grupo integrado por jóvenes aficionados a la ciencia. El anfitrión era John Tatum, que en las reuniones nocturnas del grupo explicaba los principios de la electricidad, la química y la física. Allí conoció a Elmer Humphry Davy, quien era miembro de la Royal Institution y muchas veces le dio boletos a Faraday para que asistiera a sus conferencias.
De los apuntes que Faraday tomó en aquellos años salió un volumen de 300 páginas que remitió años después a Davy. Este último tuvo un accidente y perdió la visión. Entonces decidió contratar a Faraday como su secretario y luego lo vinculó como asistente de química en la Royal Institution. Durante aquellos años, Michael Faraday fue objeto de humillaciones por parte de la esposa de Davy, pero pudo más el interés en aprender de su mentor.
En 1815, Michael Faraday comenzó a impartir clases sobre todo lo que había aprendido en aquellos años. También publicó su primer trabajo científico de química, escribió varios artículos e impartió conferencias. En 1820 ya tenía una gran reputación en los medios académicos.
Una obra perdurable
El director de una revista científica llamada Anales de filosofía, le pidió que escribiera acerca del trabajo de varios científicos que experimentaban con el electromagnetismo. Para realizar esa labor, Michael Faraday replicó varios de los experimentos y fue entonces cuando alcanzó sus más importantes descubrimientos. En particular, abrió el camino para emplear la energía eléctrica de forma mecánica. Esto sentó las bases para la creación de los motores eléctricos.
En 1825, Faraday, quien había contraído matrimonio en 1821, se convirtió en el director de la Royal Society, en reemplazo de su mentor Elmer Humphry Davy. En ese mismo año descubrió el benceno y alcanzó el punto culminante en su trayectoria científica. Más adelante hizo nuevos descubrimientos en torno a las propiedades de los metales y el magnetismo, y formuló las famosas “Leyes de Faraday”.
Desde que se convirtió en el director de la Royal Society comenzó a impartir conferencias gratuitas para los jóvenes en formación. Todos sus beneficiarios debían impartir también conferencias a quienes no tuvieran acceso a la educación. En 1832 recibió el grado de doctor en la Universidad de Oxford. En 1839 sufrió un colapso nervioso del que se recuperó y en 1858 se retiró a vivir en una casa obsequiada por la corona. Murió en 1867.
Como curiosidad, un cráter de la luna lleva su nombre en honor a sus grandes aportes.
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- CROWTHER, J. 497-Humphry Davy.-Michael Faraday (hombres deficiencia británicos del siglo XIX). 509 J. Prescott Joule. W. Thomson. J. Clerk Maxwell (hombres deficiencia británicos del siglo XIX).