La muerte de la Reina Isabel II y el duelo colectivo

Más allá de si admiráramos o no a la Reina Isabel II, su muerte no nos deja indiferentes. El duelo colectivo es una invitación para reflexionar en el sentido de nuestras propias vidas y en el final de una etapa.
La muerte de la Reina Isabel II y el duelo colectivo
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 03 febrero, 2024

London Bridge is down. Así se anunció el pasado 9 de septiembre el fallecimiento de la Reina Isabel II, a quien muchos llamaban la reina de todas las reinas. Podríamos decir que con ella termina el último resquicio del siglo XX y que su pérdida impregna en la atmósfera un sutil, pero llamativo fenómeno social que la psicología lleva años estudiando.

Hablamos de los duelos colectivos. A lo largo de la historia acontecen muertes de figuras públicas a las que, sin conocerlas, inoculan un resquicio de tristeza en la mente y el corazón de una parte de la sociedad. Reino Unido es ahora mismo una nación afligida por la pérdida de su icónica regente. ¿Cómo es posible que millones de personas lloren la muerte de alguien ajeno a su círculo cercano?

Lo llamativo es que no solo los monárquicos o quienes fueran admiradores de Isabel II sienten su pérdida. De algún modo, cuando una personalidad de gran trascendencia social deja este mundo, tomamos conciencia de lo finito. Es una invitación directa para reflexionar en la propia existencia, en el cambio de los tiempos, en los significados vitales y en la idea de que nuestra presencia aquí, no es eterna…

La pérdida de una celebridad hace que recordemos las muertes de nuestros seres pasados acaecidas hace años. También pensamos en nosotros mismos y, sobre todo, en la complejidad de todo tipo de duelo.

vela representando el duelo colectivo
Según una investigación, el proceso que nos permite sobrellevar la muerte de una celebridad se llama introyección.

El duelo colectivo y el adiós a una reina

Es muy posible que el último regalo que la Reina Isabel haya dejado a su pueblo sea, precisamente, la oportunidad de hacer una pausa. De detenerse. Después de un tiempo de altibajos, crisis y cambios de liderazgo en el gobierno, su muerte ha marcado un paréntesis de 10 días. Un tiempo de luto orquestado por ceremonias, homenajes y el cierre de un funeral multitudinario.

Este periodo de duelo, ritos y de reunión en torno a una figura célebre aporta a los psicólogos una información valiosa sobre el comportamiento grupal. Bien es cierto que este evento es muy diferente de la trágica pérdida de Diana de Gales. Sin embargo, hay elementos comunes y uno de ellos es precisamente el duelo colectivo.

Un ejemplo, tras la muerte de la Princesa Diana de Gales, un estudio del College of North West London analizó los efectos de este acontecimiento en la población. Fueron de lo más variados. Sin embargo, el 28 % de los encuestados experimentó síntomas de estrés postraumático. Asimismo, una parte amplia de la sociedad sintió una tristeza auténtica a raíz de dicha pérdida.

En la actualidad, ya están llevándose a cabo análisis para profundizar en cómo se está viviendo la muerte de Isabel II. De momento, podemos avanzar lo que nos señalan algunos expertos.

Muertes como las de la Reina de Inglaterra son una invitación directa para reflexionar sobre cómo queremos que nos recuerden después de dejar este mundo.

Debemos dar validez al dolor en las relaciones parasociales

La relación que tenía la Reina Isabel II con todo aquel que la admirara se denomina vínculo parasocial. Es decir, es un tipo de vínculo que establecemos con una persona a quien no conocemos, pero a quien valoramos, apreciamos y admiramos. Es lo mismo que podemos sentir por un actor, cantante, escritor o miembro de la realeza.

El filósofo Michael Cholbi explicó hace poco en un trabajo de la revista Nature que nos hemos habituado a estudiar los duelos desde un punto de vista recíproco, es decir, entre personas con las que sí tenemos un vínculo directo. Sin embargo, las pérdidas para el ser humano pueden ir más allá de la muerte de un padre, un abuelo, un amigo, etc.

El sufrimiento por la pérdida de una figura pública (no cercana) es auténtico y puede ser profundo. El duelo colectivo puede generar un gran impacto emocional ante la muerte de figuras de la realeza, del mundo de cine, la música, el arte, etc. Es un campo que no hemos atendido lo suficiente ni estudiado lo bastante.

Un parón en nuestra cotidianidad, un instante para la introspección

La muerte de la Reina Isabel II ha paralizado un país y ha detenido también parte del mundo. No solo Reino Unido está de luto, hay miles de personas de múltiples nacionalidades que han experimentado una pausa en sus vidas. Ese parón es, sobre todo, mental, un inciso en el frenético rumor de la cotidianidad para reflexionar en las siguientes dimensiones:

  • La muerte de la Reina Isabel II supone para muchas personas el final de una etapa y el inicio de una nueva. La incertidumbre es ese marcapáginas presente en todo cambio que cuesta manejar.
  • Abundan quienes sienten que con la pérdida de la reina de Inglaterra también se pierde una parte de ellos mismos. A fin y al cabo, dicha figura representaba un conjunto de valores que para muchos británicos era parte de su propia identidad.
  • También es un periodo en el que uno reflexiona en las pérdidas que ha sufrido a lo largo de su vida. Asimismo, se profundiza en lo que uno desearía legar a los suyos, en cómo le gustaría ser recordado.
  • El duelo colectivo es también un instante en el que observamos cómo se produce cierta cohesión social. Millones de personas se han unido no solo en unos mismos eventos, sino que evidencian una misma sintonía emocional.

Los duelos colectivos congregan un cúmulo de emociones que van más allá de la tristeza o la aflicción. Hay una sensación de pérdida histórica y cultural, incluso existe el miedo a la incertidumbre. Al no saber qué vendrá después.

Mujer llorando
El fallecimiento de la Reina Isabel II ha sido un shock para muchas personas, dado que su figura ha estado presente en la sociedad británica durante 70 años.

¿Qué duración tiene el duelo colectivo?

Andy Langford, director clínico de la organización benéfica del duelo Cruse de Londres, explicó en la revista Nature que el duelo por la pérdida de la Reina Isabel II será breve. El sufrimiento por la pérdida de figuras públicas, como es de prever, no es tan intenso como cuando perdemos a alguien cercano.

El vínculo emocional que formamos con alguien se basa en tres variables: el tiempo compartido, la proximidad y la cercanía afectiva. En la situación actual es probable que, tras el funeral de la reina, la sociedad británica recupere poco a poco su normalidad. Los acontecimientos del día a día y el presente, tan lleno siempre de estímulos y noticias, irán llenando dicho vacío.

Sea como sea, el adiós a Isabel II marca sin duda un final a un periodo cultural, social, político e histórico. Su figura había sido una constante a lo largo de 70 años. Se inicia una nueva etapa acorde al momento actual, tan surtido de cambios, incógnitas e incertidumbres.

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  • Watson, C. W. (1997). “Born a Lady, Became a Princess, Died a Saint”: The Reaction to the Death of Diana, Princess of Wales. Anthropology Today, 13(6), 3–7. https://doi.org/10.2307/2783375
  • Williams, E & Meadows, J & Catalan, Jose. (1997). Death of Diana, Princess of Wales. People experiencing emotional difficulties react in different ways. BMJ (Clinical research ed.). 315. 1467.

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