Padres dependientes que manipulan a sus hijos
Los padres dependientes con tendencias manipuladoras proyectan en sus hijos un insufrible sentimiento de culpa. Suelen usar sus achaques, limitaciones físicas y enfermedades -más o menos graves-, para mantener ese cordón umbilical, nunca cortado del todo, para tener a sus vástagos cerca y dominarlos.
Es muy fácil caer en este tipo de dinámicas opresivas. Sin embargo, es muy complicado hablar en voz alta sobre estas realidades cuando los progenitores cuentan ya con 70 u 80 años y arrastran, además, sus dolencias. ¿Cómo revelar que nuestro padre o nuestra madre utiliza sus problemas de salud para chantajearnos? Expresarlo no es algo que nos deje en buen lugar.
Sin embargo, hay algo evidente. Esas figuras que buscan ahora en su ancianidad ejercer el control sobre nosotros a toda costa, no están llevando a cabo un comportamiento nuevo. En realidad, los padres que manipulan en edades avanzadas también lo hicieron con nosotros en sus edades más lozanas. El problema viene de atrás, pero quizá estamos ante una situación un poco más complicada y también delicada.
La atención y el cuidado de padres que fueron maltratadores de sus hijos en el pasado es una realidad a menudo velada de la que no siempre se habla.
Padres dependientes que manipulan a sus hijos, una realidad silenciada
Cuando los padres envejecen y van perdiendo su independencia, si hay algo que queremos como hijos, es que su calidad de vida sea la mejor posible. Es más, vemos esa situación como una oportunidad idónea para devolverles todo lo que ellos hicieron por nosotros. Cuidar de quien siempre nos ha cuidado es el mayor acto de amor posible.
Hasta aquí todo es comprensible. Sin embargo, hay situaciones un poco más veladas. Son muchas las personas que han crecido manteniendo una relación compleja y hasta disfuncional con uno o ambos de sus progenitores. Pueden darse casos en que un padre o una madre de edad avanzada fuera un maltratador en el pasado y ahora se victimice o intensifique sus dolencias para llamar la atención de los hijos.
Es más, aún evidenciando un estado real de dependencia física, siguen manteniendo actitudes claramente hostiles y manipulativas. En medio de esas dinámicas de cuidado y atención al progenitor enfermo, los hijos adultos pueden seguir siendo maltratados emocionalmente, tal y como ya lo fueron de niños. Son, sin duda, experiencias que crean escenarios nocivos, tóxicos y desgastantes a todos los niveles.
Cuidadores maltratados emocionalmente por el familiar dependiente
Si hay un problema social al que todos somos sensibles es a las experiencias de maltrato que muy a menudo padecen los ancianos. Ya sea en el ámbito sanitario y asistencial, como en el escenario familiar, son realidades muy duras de las que no se habla lo suficiente. Ahora bien, también es interesante hablar de otras dinámicas espinosas y hasta singulares.
Hay padres dependientes que manipulan a sus hijos. Hay cuidadores que son controlados y despreciados por sus familiares enfermos, aún en esa situación de clara desventaja física. ¿Cómo puede ser? Bien es cierto que, en ocasiones, determinadas enfermedades neurodegenerativas pueden cambiar el carácter del adulto de edad avanzada.
Sin embargo, en este caso nos referimos a esos padres que evidenciaron siempre una conducta de sobreprotección, control y manipulación sobre los hijos. Son padres y madres narcisistas en su mayoría que usan sus dolencias/enfermedades como excusa para traerlos de vuelta y tenerlos bajo su esfera de control.
Hay padres de edad avanzada que usan la victimización para mantener cerca a sus hijos y usar sus enfermedades como excusa para tenerlos cerca y poder ejercer el control sobre sus vidas.
Dinámicas que aplica el familiar controlador sobre su hijo cuidador
Cuando el padre o la madre controladora envejece y se vuelve dependiente, se niega a perder su poder. Es más, utiliza tretas y artimañas para recuperar el dominio que, tal vez, perdió en algún momento cuando los hijos se fueron de casa. Ven su oportunidad de oro para llenar de nuevo su nido vacío, recuperando a quienes osaron dejarlos solos.
¿Y cómo ejercen ese dominio? De múltiples maneras.
- Los padres dependientes que manipulan a sus hijos se sirven, sobre todo, del sentimiento de culpabilidad. Intentarán que estos se sientan mal cada vez que intenten dejarlos solos en algún momento o no los atiendan como ellos quieren y desean. Les harán reproches, les tirarán en cara hechos del todo rocambolescos.
- Por mucho que los hijos se esfuercen en atenderlos, nunca lo harán lo bastante bien. Ningún esfuerzo será reconocido.
- Cualquier intento por regresar a sus vidas y por delegar en otros determinadas tareas les será duramente recriminado.
- Los padres dependientes que manipulan usan el engaño y la victimización de manera constante.
- Los hijos volverán a experimentar las mismas sensaciones que en su infancia. Se sentirán despreciados, pero al mismo tiempo se verán en la obligación de segur al lado del padre/madre enfermo por principios éticos, pero no por razones afectivas.
¿Qué hacer con los padres dependientes que manipulan?
La Universidad de Pittsburgh realizó un estudio en el 2008 en el que destacaba algo importante. A medida que la ciencia del cuidado entra en una nueva era, queda en evidencia las complejidades existentes en las configuraciones de la atención y cuidado familiar. No es fácil. Habrá hijos que, evidentemente, atiendan a sus progenitores con el mayor del cariño, amor y con los recursos idóneos.
Sin embargo, también hay hombres y mujeres que se ven en la situación de atender a padres dependientes que manipulan y hasta los maltratan verbalmente. Son los mismos que en el pasado pudieron ejercer sobre ellos esas mismas conductas dañinas. Y, en efecto, no todos los que formaron parte de una familia disfuncional o un padre problemático, llegaron a huir, a poner kilómetros de distancia de ese hogar.
En estas situaciones y contextos es necesario solicitar apoyo social. La situación puede volverse insostenible. Bien es cierto que el adulto mayor y dependiente debe ser atendido, pero los hijos no tienen por qué ser maltratados nuevamente. Saber hasta dónde podemos llegar y contar con apoyo asistencial externo es siempre la mejor opción. Cuidar es un acto de amor, y lo último que debemos recibir a cambio es dolor…
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