Personas valientes: ¿qué rasgos psicológicos las caracterizan?

Las personas valientes actúan a pesar del miedo, saben que a veces es necesario pedir ayuda y aceptan que la vida es compleja con circunstancias que no desean, pero con las que van a tener que convivir.
Personas valientes: ¿qué rasgos psicológicos las caracterizan?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 agosto, 2022

Decía William Faulkner que no se puede ir a descubrir nuevos horizontes si primero no nos atrevemos a dejar la orilla. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿De qué material están hechas las personas valientes? La ciencia nos dice que esta competencia no siempre nos viene de “fábrica”, ya que no se aloja en el corazón de los genes, sino que cada uno la desarrollamos en una medida.

Podríamos decir aquello de que a ser valiente se aprende a la fuerza. Son instantes existenciales en los que solo se tienen dos opciones, avanzar y atrevernos a beber agua de la charca con los leones o, simplemente, morirnos de sed. Algo así requiere poner en marcha un gran número de engranajes psicológicos, habilidades y dimensiones emocionales que todos podemos activar.

A veces, la clave no está en ser osados, fuertes o incluso en convertirnos en seres resolutivos que logran superar con éxito y eficacia cualquier adversidad. En realidad, la valentía no conjuga con ninguna de estas dimensiones. Se trata más bien de saber manejar el miedo, de saber transitar con la incertidumbre y aceptar que los días malos también existen.

“Hay una terquedad en mí que me ayuda a no tener miedo. Mi coraje siempre aumenta en cada intento de los demás por intimidarme”.

-Jane Austen-

Chico caminando para simbolizar a las personas valientes

¿Cómo son las personas valientes?

Para hacer un perfil de las personas valientes, primero deberíamos definir quién merece este adjetivo. Al pronunciarla, muchos visualizamos casi de inmediato al clásico héroe de la mitología griega. A Perseo dando muerte a la Medusa, a Hércules, sorteando con éxito las 12 pruebas. No obstante, también  podríamos pensar en Artemisa, Medea o Antígona.

Decía Aristóteles que la valentía es un estado a medio camino entre el miedo y la temeridad. El filósofo Michel de Montaigne señaló que ser valiente tiene sus límites, como toda virtud y que llevarla al extremo es caer en la temeridad y la inmadurez. Lo mismo opinaba Sir Francis Bacon, para quien la valentía no era lo mismo que la audacia, porque los audaces derivan muy a menudo en la necedad al dejarse llevar por el impulso sin calibrar los riesgos.

Entonces, ¿qué es realmente la valentía? Desde un punto de vista psicológico es la capacidad para adaptarnos a las circunstancias que nos rodean haciendo un buen manejo del miedo y dando a su vez la mejor respuesta. Es importante profundizar en este concepto porque, a menudo, reforzamos ideas y estereotipos sobre ser valientes que no son ciertos. Lo analizamos.

Las personas valientes actúan a pesar de sentir miedo

La universidad de Houston (Estados Unidos) realizó un interesante estudio sobre el papel del coraje y la valentía a la hora de afrontar las fobias. En el contexto del estudio, se entrenó a las personas en estas dimensiones, en el manejo del miedo y la motivación. Los resultados fueron de lo más interesantes: una parte de las personas mostraron grandes avances en el manejo de las conductas fóbicas.

Esto nos demuestra algo muy simple: las personas valientes actúan a pesar del miedo. El coraje no es ausencia de temor, de angustia o aprensión. Es convencerse a uno mismo de que hay que actuar a pesar de esas dimensiones porque los beneficios superan al hecho de no actuar.

La valentía se demuestra en los pequeños actos cotidianos

La persona realmente valiente no siempre sale en los medios. No es alguien que realice grandes proezas. En realidad, esta dimensión florece en los pequeños actos cotidianos, esos en los que cada cual va venciendo sus miedos e inseguridades. Son conductas sencillas que logran transformar la realidad y adecuarla al bienestar propio en sintonía con las necesidades, los principios y los valores.

Ser valiente no es ser fuerte

Las personas valientes no necesariamente son seres fuertes o criaturas resistentes como galeones de otros tiempos capaces de salir con pocos daños de vientos y tempestades. En realidad, buena parte de la valentía humana reside en la simple aceptación de aquellas circunstancias indeseadas con las que tenemos que convivir. Sin batallar ante lo que no tiene sentido.

Por ello, en nuestra sociedad, buena parte de los hombres y mujeres valientes son figuras silenciosas. Personalidades que aceptan que, a veces, la vida es adversa y que este viaje no siempre va de ganar o perder, solo de resistir. Y para ello, también se necesitan buenas dosis de valentía.

La grandeza de saber tolerar lo incierto, lo que escapa de nuestro control

Las personas valientes también dominan el arte de la tolerancia a lo incierto. Hay épocas en que el destino no hace más que virar hacia senderos, rincones y desviaciones no previstas. Hasta escenarios que nadie podía imaginar. Como diría el ensayista Nassim Taleb, entender que en la vida abundan los cisnes negros (imprevistos) es un ejemplo de madurez y sabiduría.

Sin embargo, aquellos que además de aceptar y tolerar lo incierto saben manejarlo venciendo los miedos, tolerando la frustración y actuando de manera innovadora, también está haciendo uso de la valentía.

“La vida se encoge o se expande en proporción al coraje de uno”.

-Anais Nin-

Mujer en el campo para simbolizar a las personas valientes

La salud emocional y la capacidad de ser valientes

Las personas valientes también disfrutan de una buena salud emocional. Todas ellas cultivan, practican y refuerzan muchas de estas dimensiones:

    • Serenidad para ver y aceptar las cosas tal y como son.
    • Buena autoestima para salvaguardar su identidad y trabajar por sus necesidades.
    • Adecuada gestión del miedo y las inseguridades.
    • Conducta motivadora.
    • Saben aceptar aquello que no pueden controlar, sin enfadarse, bloquearse o frustrarse.
    • Las personas valientes son mentes que creen en la esperanza y alimentan la ilusión cotidiana.

Para concluir, es importante considerar que todos podemos desarrollar estas habilidades. La valentía no es un rasgo de los superhéroes. No hace falta ser del planeta Kriptón para destacar por estas competencias; en nosotros está activarlas para hacerlas nuestras aquí y ahora.


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