9 estrategias para potenciar tu pensamiento crítico
Si potencias al máximo tu pensamiento crítico, tendrás a tu disposición un “arma” de construcción masiva excepcional. Al fin y al cabo, algo tan simple como aplicar un sano escepticismo, combinado con una adecuada ética personal y una mente más abierta, nos puede permitir sobrevivir mucho mejor en todos esos contextos donde a menudo se nos obliga a pensar de forma unitaria.
Quizás hayamos escuchado alguna vez aquello de que nos encontramos en eso que llaman la era de la posverdad. Exageración, o no, disponer de un pensamiento crítico es poco más que una necesidad vital. Si admitimos que transitamos en una “crisis de la veracidad”, donde a menudo se apela a nuestras emociones como una manera de influir sobre nuestras acciones, es esencial que reaccionemos frente a ello y que lo hagamos del mejor modo.
“La mente que se abre ante una nueva idea ya no vuelve a su tamaño original”.
-Albert Einstein-
En un estudio publicado en la Universidad de Cambridge en enero de este mismo año se remarcaba una idea importante. Desde el departamento de psicología de esta conocida institución académica se señalaba que más allá del coeficiente intelectual, más allá de aspirar a tener una elevada inteligencia, lo que de verdad podría mejorar nuestra vida es disponer de un buen pensamiento crítico.
Los propios autores señalaban que una persona bien entrenada en esta aptitud es capaz de tomar decisiones más acertadas. Además, deja de ser tan manipulable ante los intereses de la publicidad o las esferas políticas, pudiendo resolver los problemas de un modo más creativo, autónomo y efectivo. Estamos, sin duda, ante un recurso psicológico maravilloso con el que vale la pena trabajar. Mejorar tu pensamiento crítico es posible y estas estrategias pueden ayudarte a conseguirlo.
¿Cómo potenciar tu pensamiento crítico?
Aunque pueda existir cierta inercia de partida, nadie llega a este mundo con una aptitud innata para aplicar el pensamiento crítico a lo que sucede en su contexto. Esta habilidad se entrena, se aprende, se interioriza y se transforma con base en nuestras necesidades, personalidad y experiencias. Es una retroalimentación continua donde se nos exige no ser pasivos, no ser conformistas y aplicar a diario una buena motivación.
Veamos ahora cómo podemos lograrlo.
1. Amplía tus perspectivas, no te quedes con una sola opción
Si nos dijeran ahora mismo que el mundo se termina mañana, posiblemente el 60% de la población buscaría un búnker donde esconderse de inmediato. Un 20% del resto haría todo lo posible por hallar una alternativa, una estrategia con la cual evitar la llegada de ese supuesto apocalipsis. La tercera opción, la que representaría al otro 20% sería la de los escépticos. Esos que se preguntarían, ¿de verdad se va a terminar el mundo? ¿Quién lo dice?
El escepticismo sano, inteligente y hábil es sin duda el primer filtro. Un filtro para noticias, opiniones, afirmaciones o comentarios que escuchamos a diario.
2. Haz preguntas
Uno de los pasos más importantes para potenciar el pensamiento crítico es la toma de decisiones objetivas. Para ello, debemos dar un paso atrás y cuestionar las suposiciones que estamos haciendo o los prejuicios que se han activado. Tenemos que ser consciente de ellos y dejarlos de lado cuando sea necesario. Algunas preguntas que nos pueden orientar son:
- ¿Estoy haciendo algún tipo de suposición sobre esta información?
- ¿Hay otras variables que no he considerado?
- ¿He evaluado la información desde todas las perspectivas?
- ¿Hay algún punto de vista que no he considerado?
3. Determina la relevancia de los datos
Así como es fundamental recoger datos, también es necesario determinar qué tan relevantes son las diversas fuentes de información. Después de todo, el hecho de que haya datos no quiere decir que sean relevantes. Así pues, una vez que hayamos reunido toda la información, debemos examinarla detenidamente y determinar qué datos son importantes y cuáles no. Para ello, las siguientes preguntas no pueden guiar:
- ¿Qué tan confiable es esta información?
- ¿Cuán importante son estos datos?
- ¿Esta información está actualizada?
4. Evalúa la evidencia existente
Cuando intentamos resolver un problema es muy útil mirar algunas soluciones que se han llevado a cabo ante problemas similares. Sin embargo, es crucial evaluar críticamente esta información, o de lo contrario podemos llegar fácilmente a una conclusión equivocada. Si queremos potenciar el pensamiento crítico, tenemos que evaluar constantemente y con rigurosidad la evidencia y la información que nos llega. Las siguientes preguntas nos pueden ayudar a evaluar la evidencia:
- ¿Quién reunió esta evidencia?
- ¿Cómo lo juntaron?
- ¿Por qué?
- ¿De dónde extrajeron los datos?
- ¿Cómo recogieron esa evidencia?
5. Comprende tus procesos mentales
Identificar y evaluar cómo recibimos y procesamos la información es clave para potenciar el pensamiento crítico. Comprender cómo escuchamos, interpretamos y reaccionas a la información es vital para volvernos mentalmente más eficiente y críticos. Ser un pensador crítico quiere decir ser capaz, entre otras cosas, de reconocer los prejuicios y cómo influyen en las soluciones y decisiones que tomamos. Tomarnos el tiempo para reflexionar sobre nuestros procesos mentales antes de tomar una decisión puede ayudarnos a actuar de manera más objetiva.
6. Sé proactivo, no reactivo
Muchos de nosotros, en lugar de vivir, reaccionamos ante la vida. Reaccionamos ante los problemas, ante las dificultades y desafíos sin saber que hay otro modo de existir: siendo proactivos. Sin embargo, ¿qué significa ser proactivo?
- Significa no quedarse parado viendo cómo los cambios que se producen a nuestro alrededor suceden sin nuestra intervención: haz tú que las cosas pasen, busca tú los desafíos para aprender de ellos aplicando nuevos recursos, ponte metas y trabaja por ellas cada día…
- Tu pensamiento crítico es además esa fortaleza psicológica que te facilitará actuar de forma más hábil y reflexiva. Es decir, en lugar de reaccionar a la ligera o de forma sobredimensionada ante una dificultad o una situación compleja, este enfoque te ayudará a mirar con una actitud más constructiva, centrada, adaptada e incluso ingeniosa. Todo reto supondrá un aprendizaje.
7. Un pensamiento más ético
En nuestra sociedad es muy habitual el pensamiento dicotómico o extremo. Algo, o es bueno o es malo. Las personas están de acuerdo con nuestros ideales y valores o no lo están. Eres amigo o eres enemigo, eres azul o eres rojo… ¿Qué ganamos en realidad aplicando este tipo de filtros morales? La verdad es que muy poco.
Si fuéramos capaces de hacer uso de un pensamiento más crítico, donde reflexionar y relativizar todas estas dicotomías, descubriríamos y disfrutaríamos de nuestra capacidad para contemplar diferentes puntos de vista. Abrirnos con curiosidad a todo ese abanico de opiniones, características, rasgos y detalles que orlan nuestros escenarios, nos enriquecería infinitamente.
8. Más sentido del humor, por favor
El buen sentido del humor va de la mano de la inteligencia. Quién sabe reírse de sí mismo, quién es capaz de hallar el punto luminoso en la bruma, jugando con la realidad para relativizarla, transformarla con gracia y originalidad, haciendo reír a los demás con su ingenio, tiene un valioso don.
Así, tu pensamiento crítico es también una herramienta con la cual mostrar tu capacidad para tener una perspectiva más clara de la realidad, evitando quedar atrapado en frustraciones, en enfados sin solución o en esos malentendidos que no nos llevan a ningún lado.
9. Toma conciencia de tus distorsiones cognitivas
Dejar que nuestro enfoque vital quede atrapado en distorsiones cognitivas, como el negativismo, la sobregeneralización, el uso de etiquetas, el enfoque polarizado o esa atención selectiva donde ver solo lo que queremos, limita por completo nuestro pensamiento crítico.
Debemos tomar conciencia de estos recursos irracionales tan comunes de nuestra mente. Debemos relativizar, ampliar visiones y horizontes y simplemente, recordar que, al igual que a menudo somos críticos con los que nos envuelven, también es necesario serlo con nosotros mismos.
Para concluir, como podemos intuir, desarrollar esta fortaleza psicológica requiere tiempo. Sin embargo, si de verdad deseas potenciar al máximo tu pensamiento crítico, no te olvides de un sencillo consejo: sé libre, libre de pensamientos y voluntad. Rompe cadenas y observa el mundo con humildad tomando conciencia de todo lo que puedes aprender, de las grandes posibilidades que te envuelven…
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- Amati, V., Meggiolaro, S., Rivellini, G., & Zaccarin, S. (2018). Social relations and life satisfaction: The role of friends. Genus, 74(1), 1-18.
- Halpern, D. F., & Butler, H. A. (2018). Is critical thinking a better model of intelligence? Cambridge. https://www.cambridge.org/core/books/abs/nature-of-human-intelligence/is-critical-thinking-a-better-model-of-intelligence/FE24A5C030BB173DA6C60A94A9E1FBDE