El principio de realidad: ¿qué es?
¿Te imaginas poder cumplir con todo lo que deseas? Este hito podría parecer toda una maravilla, pero si lo analizas en profundidad verás que no son todo ventajas. Pues bien, el principio de realidad tiene mucho que ver con este equilibrio.
Este principio está muy presente en el psicoanálisis de Sigmund Freud. Fue él quien de alguna manera le dio forma al concepto, encuadrándolo en su teoría dinámica de la personalidad. Pero, ¿qué es el principio de realidad? ¿Cuál es su relación con el modelo económico freudiano?
A lo largo de este artículo resolveremos esas cuestiones. Además, te mostraremos el vínculo del principio del placer con los procesos secundarios y con las pulsiones de vida y de muerte.
Principio de realidad, ¿qué es?
Nos regulamos por varios principios y uno de los más importantes es el de realidad. Es decir, cuando hay una búsqueda constate del placer es el que se encarga de decirnos: “¡Alto! hasta aquí puedes llegar”.
Freud sugirió que uno de los hitos que podría terminar con nuestra existencia sería la satisfacción completa de nuestros deseos. ¿Por qué? Ten en cuenta que estamos hablando de todos los deseos, incluso aquellos que están en lo más profundo de nosotros y que se presentan en momentos de intenso dolor o ira.
Además, es un principio del “yo”, que en psicoanálisis es nuestra parte consiente, que interviene en la satisfacción de los impulsos del “ello”, es decir, nuestra parte instintiva, y en los impulsos del “superyó”, o sea, la interiorización que hacemos de lo moral.
Entonces, ¿qué nos permite? El principio de realidad favorece que podamos posponer o sustituir nuestros apetitos de acuerdo con las presiones de la realidad, para adaptarnos. Es decir, ¡ayuda a nuestra supervivencia!
Principio de realidad y el modelo económico
El principio de realidad forma parte del modelo económico sugerido por Sigmund Freud. Este modelo hace hincapié en la pulsión, es decir, una fuerza que favorece la búsqueda de un fin. De hecho, se centra en aquellos procesos energéticos que regulan nuestra actividad mental.Estos procesos vendrían siendo: el principio de realidad, y el principio de placer.
En palabras más cercanas a Freud, el modelo económico tiene que ver con los procesos psíquicos consistentes en la circulación de energía cuantificable, que puede aumentar, disminuir o no alterarse. En este movimiento operan entre otros:
- La libido. Es la tendencia a la descarga, en función del principio del placer.
- La energía de catexia. Es decir, la descarga de la energía psíquica.
El principio de realidad opera a través de esta energía. Sin embargo, no actúa solo, siempre va de la mano del principio del placer, y de otros conceptos que veremos en el siguiente apartado.
Conceptos asociados al principio de realidad
El principio de realidad está íntimamente relacionado con el principio del placer, que es aquel que busca la satisfacción inmediata de nuestros impulsos. Además, se vincula con:
- El principio de Nirvana. Consiste en la tendencia de llevar toda excitación al nivel más cercano a cero.
- La pulsión de vida. Aquella tendencia a la autoconservación.
- La pulsión de muerte. La propensión a la autodestrucción.
Además, está asociado al flujo de la energía psíquica, por ello, trabaja de la mano con la libido y la catexia. Así, cuando hablamos del principio de realidad, decimos que es regulador, ya que se encuentra mediando nuestras pulsiones.
El concepto asociado más importante es el proceso secundario. Se trata de todas aquellas actividades y procesos relacionados con el “yo” que nos sirven tanto para integrarnos como para adaptarnos al medio. Por ejemplo: la memoria, el pensamiento, la percepción el razonamiento y el lenguaje.
Entonces, a través de los procesos secundarios, el principio de realidad opera. Lo hace conectándose con la realidad, valorando las relaciones causales, para determinar lo que es menos peligroso para la realización del deseo, lo que resulta no tolerable, y lo que resulta más o menos efectivo.
En resumen, gracias al principio de realidad podemos adaptarnos mejor a las demandas del entorno. Para ello, nos valemos de sus mecanismos energéticos, interactúa nuestro yo, y utilizamos los procesos secundarios que más nos acerquen a la realidad y que no solo conduzcan a la satisfacción de nuestros deseos; sino que se aproximen a nuestra supervivencia.
No podemos cumplir los placeres en todo momento, por ello, interviene nuestro principio de realidad. Es decir, hay que esperar, no hacerlo o postergar nuestro placer para más adelante. He ahí la importancia de este principio en nuestro día a día.
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- Freud, S. (1976/1920).
- Más allá del principio del placer
- . Obras completas
- .
- Buenos Aires: Amorrortu.