Psicología y fotografía ¿cómo se relacionan?
Psicología y fotografía pueden dar la sensación de no tener nada en común; sin embargo, se relacionan más allá de lo que quizás imagines. Por ello, exploraremos las profundidades de la imagen, la percepción y la mirada para que puedas disfrutar y comprender mejor la asociación.
¿Qué sería del mundo actual sin lo visual, sin la fotografía? Hablamos de una tecnología que se ha vuelto cotidiana. Y, si te decimos que siempre han existido, ¿nos creerías? Tal vez no hayan estado presentes en el mismo formato, pero desde hace siglos somos capaces de capturar imágenes.
“El componente más importante de una cámara está detrás de ella”.
-Ansel Adams-
Psicología y fotografía, maneras de trasmitir
Comencemos por presentar cada una de estas disciplinas, para pasar a transitar el puente que las une. La psicología se dedica al estudio del comportamiento, la cognición y la afectividad. En cambio, la fotografía según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) es ‘el procedimiento o técnica que permite obtener imágenes fijas de la realidad mediante la acción de la luz sobre una superficie sensible o un sensor ‘ y ‘una representación y descripción de gran magnitud’.
Definidas, exploremos su relación. Las dos son disciplinas que ejerce y estudia el ser humano. Por un lado, el psicólogo contacta con otras personas para intervenir o investigar distintos procesos y el fotógrafo para capturar distintas imágenes. Y si bien el fotógrafo no siempre captura imágenes de otros, no deja de estar en contacto con su interior; lo mismo, aunque en otros planos, le sucede al psicólogo.
Tanto en psicología y fotografía se da una transmisión:
- Generan, transportan e inspiran emociones. Con frecuencia, el psicólogo a través de la palabra y el fotógrafo a través de la imagen.
- Están presentes representaciones mentales. Pueden ser símbolos o imágenes que surgen a partir del quehacer de cada profesión.
- El mundo cognitivo está presente. En ambas profesiones el pensamiento surge a partir de distintos procesos.
- Hay diferentes tipos de comunicación. Recordemos que existe el lenguaje no verbal que lo puede tener cada profesional y hablar así con su cuerpo. Además, tengamos en cuenta que el fotógrafo habla…no solo a través de su imagen, también de su cuerpo y de su habla en el proceso de la toma de fotos. La fotografía en la terapia.
Además, en la psicoterapia y en la fotografía se revelan aspectos inconscientes. Se trata de contenidos que nos resultan inaceptables y angustiantes a los que es difícil acceder.
El inconsciente se manifiesta a través de la palabra y la creatividad. En la psicología, con frecuencia, uno de los resultados de la intervención es el descubrimiento por parte del paciente de lo que le sucede. En la fotografía, se accedería a este mundo protegido a través de las representaciones.
Psicología y fotografía: constructoras de identidad
A través de la intervención de la psicología y la fotografía se pueden construir o reconstruir diferentes aspectos relacionados con la identidad. Veamos algunos:
- Autoconcepto. Se trata de la definición que tenemos de nosotros mismos. En psicoterapia se trabaja en ello para que la persona trabaje con una imagen del yo que le ayude a crecer y no le genere malestar.
- Autoestima. Se trata de cómo nos sentimos frente al autoconcepto. Es la parte emocional de la visión del yo y tiene mucho que ver con cómo nos proyectamos en el tiempo (pasado, presente, futuro).
- Autoeficacia. Muy asociada con la confianza, condiciona en gran medida la actitud con la que nos enfrentamos a un desafío.
Entonces, tanto psicología como fotografía pueden formar parte de la construcción de la identidad y condicionar nuestros sentimientos hacia la percepción de la misma. Así, e n cada área se viven distintos procesos en los que el profesional se va moldeando a través de su comunicación constante con el otro y consigo.
Alfredo Pizzinato, en su artículo “Psicología e imágenes: el proceso de narración digital en la investigación sobre la identidad en la infancia en riesgo de exclusión”, discute el uso de las producciones narrativas digitales como material de análisis para la investigación psicológica sobre la identidad.
Fotografía como elemento terapéutico
Como en la fotografía se manifiestan aspectos inconscientes que quizás de otra forma no seríamos capaces de transmitir por la angustia que generarían, puede ser una herramienta clave para el proceso psicoterapéutico. Es decir, de alguna manera la fotografía puede ser una forma de explorar nuestro inconsciente.
Las fotografías en terapia psicológica podrían servir para establecer relaciones profundas, y contar historias desde otra perspectiva. Así, ¿por qué no comunicar mediante fotos? De hecho, hoy en día la mayor parte del tráfico en las redes sociales se basa en elementos visuales. Se borran o publican fotos en función de si servirán para fidelizar seguidores o aumentar las ventas de un determinado producto. La publicidad lleva años utilizando la imagen para intentar despertar o intensificar nuestro deseo.
Fotografiar es también contar historias en los que nuestra psique se ve envuelta por las sensaciones, emociones, y pensamientos que se vivencian antes y después del proceso. Vivir un proceso psicoterapéutico también es representar a través de imágenes lo que nos sucede, es resignificar experiencias dolorosas que nos ahogaban.
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- Pizzinato, A. (2008). Psicología: el proceso de la narración digital en la investigación sobre la identidad en la infancia en riesgo de exclusión. Hallazgos, 5 (10), pp. 55-63.