¿Qué tienen en común las amistades que perduran?
La amistad es uno de los vínculos más beneficiosos que disfrutamos. Todos deseamos encontrar personas afines con las que esa intimidad y cercanía emocional se sostenga y crezca. Sin embargo, muchas veces las relaciones se dañan y cada uno toma caminos separados. Para evitar que esto ocurra, conviene conocer qué tienen en común las amistades que perduran.
Como decíamos, los amigos favorecen nuestra felicidad y bienestar emocional, protegen nuestra salud física y psicológica e, incluso, aumentan nuestra longevidad; así lo detallan en el libro The psychology of friendship, (2017). Pero, ¿cuáles características ha de tener una amistad para que estos efectos positivos se den y se conserven en el tiempo? Exploramos la respuesta, a continuación.
¿En qué coinciden las amistades que perduran?
Cada uno de nosotros puede tener una opinión diferente de lo que es una amistad verdadera. Hay personas que buscan una conexión emocional profunda y quienes priorizan hacer planes en compañía de otro. Están aquellos para los que es importante mantener un contacto frecuente y los que sienten que la amistad se demuestra estando en los momentos difíciles.
Más allá de estas expectativas individuales, ¿qué dice la ciencia al respecto de la amistad duradera? Veamos algunos de los hallazgos más interesantes.
Conocimiento profundo del otro
¿Crees que conoces a tus amigos? Solemos pensar que la base de una amistad es cuánto sabemos de la otra persona, así como el grado en que podemos describirla y entendemos qué le gusta y con qué disfruta. No obstante, un interesante estudio publicado en Psychological Science encontró que aún más importante resulta saber qué le molesta al otro.
Particularmente, parece útil entender qué clase de situaciones o eventos desencadenan una reacción emocional negativa en la otra persona. Según los hallazgos, esto se asocia con una reducción de los sentimientos de conflicto y un aumento en los sentimientos de profundidad en la relación, conduciendo a una amistad más duradera.
Expresión de gratitud
Todas las relaciones (de amistad y de cualquier tipo) pasan por momentos complicados, discrepancias y dificultades. Por ello, para que perduren, es importante que ambas personas sean capaces de tener una comunicación íntima. En este aspecto, la gratitud es clave.
En efecto, un estudio reseñado por Studies in Psychology señala que expresar gratitud a un amigo aumenta la percepción positiva de manera mutua. Dado que este es el único camino para solventar conflictos de forma sana y asertiva, es un elemento crucial en las amistades para toda la vida.
Frecuencia de contacto
Aunque, como decíamos, no todas las personas valoran o necesitan en igual grado pasar tiempo con sus amigos, este parece ser un componente importante. Un trabajo divulgado en The International Journal of Aging and Human Development, sugiere que la frecuencia de contacto se relaciona con los beneficios de la amistad.
Así, los amigos son aquellas personas con las que compartimos más tiempo y actividades, nos reunimos cara a cara y contribuyen a nuestro bienestar y salud. Tener en cuenta que son las relaciones más sanas y satisfactorias las que más deseamos mantener en el tiempo, nos da una idea de la importancia de compartir momentos juntos con frecuencia.
Autorrevelación
El ingrediente principal de una amistad es la intimidad emocional. Esto es la cercanía, la conexión y la simpatía mutua. En una buena amistad, ambas personas se conocen, se comprenden, se aprecian y se respetan. Pero no es algo que surja de modo automático, sino que se construye mediante la autorrevelación.
Esta última consiste en compartir información relevante sobre uno mismo, abrirse al otro y darle acceso a tu mundo interno. Se trata de uno de los factores más importantes, para profundizar y solidificar una amistad y dejarla crecer (Oswald, 2017).
Seguridad y apoyo
Por último, las amistades que perduran tienen en común que conforman espacios seguros para sus integrantes. La base de estas es la confianza de saber que el otro guardará nuestros secretos y estará disponible para ofrecernos aliento, aprecio y apoyo práctico cuando lo necesitemos.
Así lo sustenta una publicación en Trends in cognitive sciences. Los amigos brindan apoyo moral y emocional, además de protección contra amenazas externas y el estrés. Y es que los cimientos de una amistad duradera son la reciprocidad y el esfuerzo equilibrado de ambas partes.
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Las amistades que perduran han de ser enriquecedoras
Como ves, las amistades duraderas suelen tener los elementos para hacernos sentir más felices, apoyados y seguros en nuestro día a día. Esto es fruto de un esfuerzo conjunto por construir y sostener un vínculo de tal calidad.
Sin embargo, no siempre las amistades duraderas son las más sanas. Si tenemos dificultades para poner límites, si nos dejamos llevar por la culpa o la nostalgia o tememos quedarnos solos, es posible que toleremos intercambios que son tóxicos.
Debido a ello, es importante desmitificar que solo las amistades que perduran valen la pena y atrevernos a soltar y abrirnos a conocer a nuevas personas que, quizás, sean más afines a quienes somos en el presente.
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