Roman Polanski: biografía
Roman Polanski es uno de los cineastas más grande del mundo. También un hombre que ha suscitado escándalos que, año tras año, lo han perseguido, pero que, sin embargo, no han marcado de forma definitiva su exitosa carrera. Pudo darse el lujo de obtener un Oscar en Estados Unidos, un país que tiene vigente una orden de captura contra él.
La vida de Roman Polanski ha estado marcada por la tragedia y el éxito, en una proporción equivalente. Es un sobreviviente del holocausto nazi y a la vez un hombre al que muchos llaman “perverso enano libertino”. Nadie, sin embargo, discute su talento para el séptimo arte.
“Solo puedo decir que lo que sea que mi trabajo y mi vida hayan sido, no envidio a nadie -y ésta es mi mayor satisfacción”.
-Roman Polanski-
Hoy, rozando sus 90 años de vida, parece haber alcanzado por fin un cierto equilibrio en el plano personal. Vive con su esposa, la actriz francesa Emmanuel Seigner, con quien tuvo dos hijos. Confiesa que, a veces, se siente culpable de ser feliz con ella. Pero ese es precisamente el punto: ha logrado ser feliz.
Roman Polanski y una infancia turbulenta
Roman Polanski nació en París, en el año de 1933. Era un 18 de agosto. Su padre era un pintor de origen judío y polaco que probaba suerte en Francia, sin conseguir mucho éxito. Su madre era de origen ruso y ascendencia católica. Se había divorciado antes de casarse con el padre del que sería un gran cineasta.
Un error de cálculo de los padres de Roman Polanski determinó la vida de toda la familia. Con el ascenso del nazismo, creyeron que estarían más seguros en Polonia que en Francia. Así que decidieron mudarse cuando el chico tenía 6 o 7 años. Poco después todos estaban viviendo en un país invadido, en el que se ejercía una discriminación brutal contra el pueblo judío.
La familia Polanski fue confinada en uno de los guetos de Cracovia. Allí, Roman Polanski fue testigo del día en que se llevaron a su madre hacia el campo de concentración de Auschwitz, junto con otros familiares. Entre tanto, su padre fue remitido al campo de concentración de Mauthausen-Gusen. Polanski se acuerda de sí mismo en aquellos años como un niño que buscaba los restos de historietas entre la basura.
Un final y un comienzo
Roman Polanski logró sobrevivir a la persecución nazi con sus mentiras. Era rubio y de ojos claros, así que negó por completo su ascendencia judía. Varias familias campesinas le dieron refugio y él se hacía pasar por hijo de ellas. En 1943, su madre murió en una cámara de gas . Su padre, en cambio, sobrevivió al campo de concentración.
Vino después la tiranía comunista en Polonia. Polanski muy pronto se sintió atraído por el cine, tras ser expulsado de Bellas Artes por un profesor. Hizo su primer cortometraje a los 21 años. Luego, aprovechando un breve lapso democrático, pudo ir a París, donde quedó anonadado con las producciones europeas y norteamericanas. Poco después hizo su primer largometraje Un cuchillo en el agua. Este fue nominado a un Oscar, como mejor película extranjera en Hollywood.
De ahí en adelante todo es historia, en términos profesionales. Grandes éxitos, seguidos de producciones no muy notables, para volver luego a los grandes éxitos. Sus películas más prestigiosas son El bebé de Rosemary, Tess, El pianista y Basado en hechos reales.
Tragedias personales
Roman Polanski ha dicho que el hecho que partió su vida en dos fue la muerte de su esposa, Sharon Tate. Tenía tan solo 26 años y estaba embarazada de 8 meses, cuando fue brutalmente asesinada en su casa. El responsable fue un grupo dirigido por Charles Manson. Según Polanski, él presintió que algo muy malo iba a pasar, pero no hizo nada. Siempre se ha culpado por esto. Llevaban solo un año de casados.
Tras este hecho, Polanski nunca volvió a ser el mismo. En 1977, se vio envuelto en un grave escándalo que lo persigue hasta el presente. Se probó que había tenido relaciones sexuales con Samantha Geimer, una niña que entonces tenía 13 años. Él tenía 43. La drogó y la violó. Según él, se trató de una “relación consentida”. Estuvo preso unos días por ello, pero luego escapó y nunca ha podido volver a los Estados Unidos.
Con el movimiento Me too, han salido a relucir nuevas denuncias. Aunque ninguna de ellas ha sido comprobada, esto ha alimentado la fama de Roman Polanski como “perverso enano libertino”. Pese a todo, ha logrado hacer una nueva familia, es feliz y, de momento, sigue cosechando éxitos en el cine.
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- Moldes, D. (2005). Roman Polanski: La fantasía del atormentado. Ediciones JC.