Ser joven a los 90 o viejo a los 18
Harriette Thompson a sus 92 años, fue el año pasado la mujer más mayor en terminar un maratón. En concreto, finalizó el Rock´n´Roll Marathon en San Diego en poco más de siete horas y veinticuatro minutos. Harriet es el perfecto ejemplo de cómo ser y sentirse joven a pesar de la edad, del paso del tiempo y de las arrugas que deja la vida en el rostro y en el alma.
La vejez se suele relacionar con la muerte, los problemas físicos, la pérdida de la memoria, la soledad y el deterioro del cuerpo en general. Pero para envejecer bien, es importante deshacerse de los pensamientos negativos y disfrutar de todas las etapas de la vida. Afortunadamente, la esperanza de vida en los últimos siglos ha aumentado en más de veinte años. A principios del siglo XIX la esperanza de vida estaba en torno a los 45-50 años de edad.
“La juventud es el momento de estudiar la sabiduría; la vejez, el de practicarla.”
-Jean Jacques Rousseau-
En el año 2013 la revista Cell publicó un estudio elaborado por expertos españoles en el que se analizan las claves del envejecimiento. Uno de los principales resultados de este estudio fue que entendiendo y combatiendo el envejecimiento, se lucha también contra el cáncer. El envejecimiento produce un daño acumulado en el ADN a lo largo de la vida y ese proceso puede originar cáncer, diabetes, problemas de corazón, enfermedades como el Alzheimer.
Sentirse joven es una actitud
La juventud es cuestión de actitud frente a la vida. Envejecer es algo que no podemos evitar, lo único que podemos hacer es atenuar algunos de los efectos que produce en nuestro organismo. El ejercicio físico, la alimentación sana, las condiciones medioambientales favorables, evitar drogas, tabaco y el exceso de alcohol, son algunos factores que van a influir en retrasar el envejecimiento.
Pero, además, si mantenemos una actitud de persona joven podremos disfrutar del proceso de aprendizaje que supone también el envejecimiento. Para sentirse joven, os proponemos algunas estrategias:
Sigue haciendo realidad tus sueños
Cuando nos hacemos mayores, vemos que hay sueños que no hemos cumplido por falta de tiempo o porque los hemos considerado imposibles. Sin embargo, haber acumulado años no significa hacerles caso a quienes no la expresión “ya no tienes edad para…” y dejar de dejarnos influir tanto por las opiniones de los demás.
No se trata de que nos comportemos como adolescentes sino de no renunciar a aquellas cosas que queremos hacer porque tenemos una edad: estudios, viajes, deportes, conocer a gente nueva, etc. Nuestros limites, en la mayoría de los casos, se encuentran mucho más amplios de lo que pensamos.
“No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre a la altura.”
-Rubén Darío-
Actualízate
La moda, las tecnologías, la sociedad en general, cambian continuamente, por lo que es muy bueno adaptarse a los cambios y aprender cosas nuevas para mantenerse joven y con una mente activa y en movimiento constante.
Protege tu tiempo y tu espacio
A medida que cumplimos años tendemos a centrarnos más en otras personas que en nosotros mismos, pero es muy importante buscar un espacio para hacer lo que nos gusta, para cuidarnos y respetar el tiempo que nos dediquemos a esas actividades. Es importante lograr un equilibrio entre el tiempo que les dedicamos a los demás y nuestro propio tiempo.
Sonríe y ríe siempre que puedas
La risa es algo que te hará sentir mucho más joven, ríete de ti mismo, de las cosas divertidas que suceden cada día, tómate los acontecimientos diarios con mucho sentido del humor. Incluso puedes asistir a un curso de risoterapia en el que te divertirás y además conocerás gente nueva.
Ser viejo con 18 años
Hay personas que han tenido vidas con circunstancias muy difíciles o que simplemente se sienten viejas siendo muy jóvenes. Personas que no se adaptan a los cambios de la vida, que se encierran en casa, que no se relacionan con nadie, personas que son viejas sin serlo. Pero ¿a qué se debe esta circunstancia?
Las personas que se sientes viejas suelen haber abandonado sus sueños. Ya sea por por circunstancias de la vida otras por elección, no se dan cuenta de que les queda mucho camino por recorrer. Dejar de tener sueños y de intentar hacerlos realidad es una de las causas del envejecimiento. Se trata de disfrutar del presente.
Además, este tipo de personas, suelen tener niveles bajos de autoestima, no se quieren a sí mismas, no se valoran y esto le hace encerrarse dentro de sus pensamientos y no salir de ahí por miedo. Reforzar esa autoestima poco a poco, favorecerá la apertura al exterior y que la persona comience a interactuar con su entorno y con otras personas. No se trata de tener o no arrugas, sino de sonreírle a la vida.
“El miedo a envejecer nace del reconocimiento de que uno no está viviendo la vida que desea. Es equivalente a la sensación de estar usando mal el presente.”
-Susan Sontag-