Síndrome de savant: los 5 casos más famosos
Si os dijera que existen personas capaces de recordar las páginas de 8.000 libros, ¿diríais que es posible? Y si encima, tienen algún tipo de alteración mental, ¿aún más imposible, verdad? Pues por increíble que parezca, es real. Son personas que padecen el síndrome de savant o de sabios.
Estas personas sufren desórdenes mentales y discapacidades físicas, mentales o motrices, pero “a cambio” poseen habilidades mentales increíbles. Los casos que os presentamos a continuación respaldan la hipótesis de que una persona con, por ejemplo, un trastorno del espectro autista, puede tener una habilidad cognitiva sumamente prodigiosa.
Benjamín Rush describió el síndrome de savant por primera vez en 1789. Dio un paciente que era capaz de calcular la edad de las personas tan solo observándolas durante unos segundos. Desde entonces, los casos de “savantistas” han sido muy escasos, apenas se han detectado un centenar. Sin embargo, sus capacidades fuera de lo normal, precisamente por su rareza y los hitos increíbles que posibilitan, no dejan de asombrarnos.
Síndrome de Savant y sus características
Se trata de un conjunto de síntomas cognitivos anómalos, que el investigador Darold Treffert define como un estado patológico. Las personas que lo padecen poseen una sorprendente habilidad o habilidades mentales específicas. Pero, a su vez presentan desórdenes mentales y/o discapacidades físicas
Por lo general, las habilidades más usuales de los Savant se centran en 4 categorías principales:
- Arte (música, pintura y escultura): Suelen ser brillantes intérpretes musicales (especialmente al piano), pintores y escultores. Asimismo, tienden a presentar habilidades innatas para la compresión e interpretación de la música.
- Cálculo de fechas: algunos Savant pueden memorizar calendarios enteros y recordar datos específicos referentes a cada uno de esos días.
- Cálculo matemático: Realizan cálculos matemáticos complejos de forma instantánea y con enorme precisión. Por ejemplo, calcular números primos, decimales de pi o realizar de divisiones con 100 decimales, todo ello, por supuesto, mentalmente.
- Habilidades mecánicas y espaciales: Tienen la capacidad para medir distancias, casi exactas, sin herramienta alguna. También construyen maquetas altamente detalladas, memorizan mapas y direcciones, etc.
Además de estas habilidades existen otras más inusuales y en general más particulares del individuo, como facilidad para el aprendizaje de múltiples idiomas, fuerte agudización de los sentidos, perfecta apreciación del paso del tiempo sin necesidad de relojes, etc.
Kim Peek: la inspiración de la película Rain Man
Ha sido el caso más famoso y prodigioso de esta patología. Tanto que hasta Dustin Hoffman le dio vida en la película Rain Man. El caso de Kim es asombroso. Nació con macrocefalia, una malformación permanente en el cerebelo, y agenesia en el cuerpo calloso, una condición que obstaculizaba la conexión entre sus hemisferios.
Esto le convirtió en una persona muy dependiente, incapaz de realizar tareas básicas, como abrocharse una camisa. Sin embargo, sorprendió al mundo entero con sus portentosas capacidades intelectuales. Tenía una de las memorias más extraordinarias que la ciencia ha podido datar.
Fue capaz de aprenderse cerca de los 8.000 libros que había leído y podía leer dos páginas al mismo tiempo, una con cada ojo. Además, reproducía cosas habiéndolas escuchado o leído tan solo una vez. Llegó a saberse de memoria todos los mapas de Estados Unidos, de manera que aunque no hubiera hecho nunca un determinado recorrido, podía realizarlo sin necesidad de indicaciones o señales.
Su nivel de procesamiento mental era impresionante. Pero, por otro lado, sus limitaciones motrices y cognitivas también eran manifiestas. Por ejemplo, era incapaz de interpretar un poema o inferir conclusiones de una obra. No tenía aptitudes musicales, sin embargo, si escuchaba una canción, podía reproducirla tocando en un piano sin mayor dificultad.
Jason Padgett: síndrome de savant adquirido
Aunque este estado patológico, según lo define el investigador Darold Treffert, es congénito, Jason Padgett es una excepción. No nació con sus habilidades, sino que estas llegaron cuando tenía 30 años. Es uno de esos casos clínicos que transforman paradigmas científicos y ponen de manifiesto lo sorprendente que puede llegar a ser la mente humana.
Jason era un joven poco estudioso y más preocupado por pasárselo bien con sus amigos. Una noche, saliendo con ellos, fue agredido violentamente. Sufrió una conmoción cerebral y, tras pasar por el hospital y volver a casa, se dio cuenta de que todo había cambiado.
Por un lado, empezó a sufrir distintos trastornos como TOC, agorafobia o depresión. Y, por otro lado, el síndrome de savant le llevó a ser un genio de las matemáticas, a pesar de que antes era casi un inepto en esta materia. Realizaba cálculos mentales y visualizaba la realidad mediante patrones geométricos.
Los médicos estudiaron su condición y vieron que, tras sufrir la conmoción cerebral, algunas áreas del cerebro que en su día a día permanecían inactivas, con el golpe se activaron para sustituir las funciones dañadas. Extraordinario, ¿no?
Tony DeBlois: un músico prodigio
Si la habilidad musical de Kim Peek era sorprendente, lo de este niño prodigio no es para menos. Tony DeBlois nació ciego y con autismo. Su síndrome de savant se hizo patente a los 2 años, edad a la que empezó a tocar el piano sin haber recibido ningún tipo de clase o instrucción. Y ¡de qué manera!
A partir de ahí, aprendió a tocar una veintena de instrumentos y se sabe de memoria cerca de 8.000 piezas musicales. A este americano le basta escuchar una pieza musical para ser capaz de interpretarla de memoria en cualquiera de los instrumentos que toca. Os dejamos un vídeo en el que podéis disfrutar de este virtuoso del arte.
Stephen Wiltshire: un artista con memoria fotográfica
Este artista inglés, de ahora 43 años, fue diagnosticado con autismo severo cuando tenía apenas 3. Su interés por el dibujo le llevó a estudiar en una escuela londinense, donde comenzó a expresarse a través de su arte. Pronto destacó su brillantez. Era capaz de pintar paisajes y rostros tras un terremoto imaginario. Su habilidad era asombrosa.
Lo más impresionante de Wiltshire no fue su precocidad artística, sino su impresionante y envidiable memoria visual. Es capaz de dibujar una imagen tras solo haberla visto una sola vez, con una precisión y detalle parecidos a los de una cámara de fotos. Solamente una mirada le vale para reproducirlo de manera exacta y en escala en el lienzo.
Es curioso cómo mientras que el 50% de los que sufren el síndrome de savant tienen trastornos del espectro autista, solo un 10% de ellos muestran este tipo de habilidades prodigiosas.
George y Charles Finn: los gemelos calculadores
En la década de los 60 en Estados Unidos, dos gemelos con asperger fueron apodados como los “calendarios humanos”. A pesar de que su coeficiente intelectual se encontraba entre 60 y 70 (cerca de la discapacidad intelectual), sus habilidades eran espectaculares. Eran capaces de recordar el clima y qué ocurrió cualquier día su vida. Asimismo, eran capaces de calcular a qué día de la semana corresponde cualquier fecha. ¡Hasta fechas de hasta 40.000 años!
Las personas que padecen síndrome de savant cuentan con discapacidades y capacidades sorprendentes al mismo tiempo. Las hipótesis científicas son partidarias, por el momento, de que una configuración tan especial tiene que ver con que estas personas tienen el hemisferio derecho más desarrollado, lo que hace que tengan este tipo de talentos tan extraordinarios.