Tipología del feminicida
El asesinato de mujeres a manos de sus parejas o exparejas es un grave problema social. En este marco de violencia de género trabajan ya muchas entidades. El objetivo es establecer políticas de concienciación, educación, prevención y tratamiento.
La psicología está desarrollando también más y mejores proyectos de investigación sobre la tipología del feminicida. Todos estos esfuerzos están enfocados a erradicar el tipo de violencia del que hablamos.
En este sentido, conocemos que los tratamientos terapéuticos en hombres maltratadores han tenido hasta ahora muy poca eficacia. Este artículo está basado en el estudio de investigación del psicólogo y criminólogo Raúl Aguilar Ruiz, publicado en la edición digital del Consejo General de Psicología de España, Infocop, el pasado mes de octubre.
Este valioso estudio desvela cuatro perfiles y tipologías del feminicida, sus características y los posibles enfoques terapéuticos a aplicar en cada caso. Esta investigación aporta datos valiosos para la mejora de los resultados de las intervenciones terapéuticas.
El estudio
Esta investigación tiene como base el estudio de 237 sentencias por feminicidios ocurridos en España. Los asesinatos seleccionados para este estudio fueron cometidos por hombres que padecían diferentes alteraciones mentales en el momento de cometer los feminicidios.
El estudio también contempla la relación entre el trastorno mental y el grado de afectación psíquica. También habla de la posible vinculación de la conducta suicida con la ruptura de la relación de pareja. Los resultados del estudio ofrecen cuatro perfiles o tipologías de feminicida.
La tipología feminicida
Tipología 1: enfermos mentales
Son hombres que padecen algún trastorno mental, pero sin aparentes rasgos previos de peligrosidad criminal. Entre los trastornos observados suele presentarse sintomatología de tipo psicótico, trastorno bipolar o trastorno delirante. Estos hombres no tenían antecedentes por violencia fuera del vínculo familiar ni tampoco conflictos conyugales. Tampoco habían aparecido usualmente denuncias de las mujeres durante el año anterior al crimen cometido contra ellas. Parece que los asesinatos fueron consecuencia de crisis agudas de su psicopatología y no fueron causados por celos o rupturas de pareja.
Tipología 2: antisociales/coactivos
Este tipo de hombres cuentan con un historial de violencia previo, con consumo abusivo de alcohol y estupefacientes. Tienen antecedentes de violencia dentro y fuera del entorno familiar. Parecen cursar trastornos de personalidad narcisista y disocial, pero no parecen presentar cuadros de depresión o ansiedad. Reaccionan violentamente ante el abandono o los celos que convierten en ataques violentos e imprevisibles contra la mujer.
Tipología 3. normalizados/temerosos
Presentan cuadros severos de depresión y ansiedad ante el abandono o la finalización de una relación sentimental. A pesar de no tener adquirido hábitos importantes de abuso de alcohol o de drogas, sí suelen tener antecedentes de violencia contra su pareja. Aparecen numerosos conflictos y frecuentes denuncias de la víctima durante el año previo a su asesinato. Se dieron también múltiples amenazas de suicidio por parte del feminicida. Estas amenazas de suicidio coinciden con el abandono de sus parejas y no con las denuncias interpuestas.
Tipología 4: antisocial moderado/celoso
A este cuarto tipo de hombres lo que más parece afectarles no es el abandono de la mujer, sino que lo haga por otro hombre. Su motivación parece ser, principalmente, los celos. Los trastornos mentales asociados a esta tipología feminicida suelen ser trastornos del humor y trastornos neuróticos.
La intervención terapéutica
El informe muestra también diversas estrategias de intervención a seguir en el tratamiento de cada una de las tipologías feminicidas.
- Para la tipología 1, los enfermos mentales podría funcionar los tratamientos enfocados a la sintomatología positiva de las psicosis.
- Los maltratadores de tipología feminicida 2, los antisociales/coactivos, podrían responder bien a terapias basadas en el control de impulsos y de la ira. Habría que incluir además un tratamiento efectivo para sus problemas de adicción.
- Para la tipología 3, los normalizados, resultarían eficaces las técnicas de control de estrés y de ansiedad. También la ayuda en la gestión del proceso de separación de la pareja.
- En el caso de la tipología 4, el antisocial moderado/celoso, parece recomendable tratamientos que ayuden a afrontar los celos patológicos y el problema del abuso de sustancias.
Investigaciones futuras
Las investigaciones futuras tienden a enfocarse principalmente en la tipología feminicida 3, el normalizado. Especialmente porque este grupo posee aspectos y características más parecidos a los hombres convencionales que al perfil violento de un criminal.
Los estudios basados en esta tipología ayudarían a entender mejor los factores psicosociales que afectan al asesinato de una mujer. De este modo, podría darse un paso más en el ajuste de la detección de violencia y homicidio potencial, y también en la mejora de las intervenciones terapéuticas relacionadas con el feminicidio.