Los tipos de fanatismo
El fanatismo es un estado mental que se caracteriza por la adhesión a un cuerpo de creencias de manera tenaz y prolongada en el tiempo. Esa adhesión a teoría, cultura, modo de vida o religión está envuelta en una pasión exagerada, desmedida e irracional en muchos casos. Y así como hay muchos tipos de fanáticos, también hay diferentes tipos de fanatismos.
El fanatismo implica un entusiasmo desmedido y monomanía en torno a determinados temas. Muchas veces propicia acciones exageradas y violencia. La historia de la humanidad nos muestra que los fanatismos llegan a ser peligrosos, por su deseo de eliminar creencias diferentes.
Para una persona fanática, sus creencias son superiores a las de las demás personas. También abordan sus convicciones de una manera absoluta e incondicional, mostrando una fuerte adhesión afectiva hacia ellas.
“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”.
-Winston Churchill-
Tipos de fanatismos
Hay varios tipos de fanatismo. Dentro de ellos están el religioso y antirreligioso, político, deportivo, etc. Veamos cada uno de ellos con más detalle.
Fanatismo religioso y antirreligioso
Es fervor desmedido por una religión , que lleva a la incapacidad para admitir la diversidad. Se caracteriza por constituir una defensa intolerante de dogmas, libros considerados sagrados y divinidades. Este fanatismo pretende una sociedad anclada en normas fijas, sin cambios.
El fanatismo antirreligioso, por extraño que parezca, es muy similar. Se trata de un activismo y propaganda vehemente en contra de alguna o algunas religiones. Su principal característica es la imposibilidad para valorar o respetar las ideas religiosas de otros.
Fanatismo político
Es la defensa a ultranza de una ideología , partido, movimiento u opinión. Hay pasión desmesurada, intolerancia e incluso violencia contra las personas que no comparten la misma opinión. Es un activismo desmedido a favor de un partido o líder político y se manifiesta como totalización de una causa.
Fanatismo cultural
Es la defensa a ultranza de los valores tradicionales de una cultura y la negativa al cambio de los mismos. Está relacionado con el impulso y la conciencia de una determinada identidad cultural. Como en los demás tipos de fanatismo, en este hay un deseo de excluir o eliminar todo aquello que represente una diferencia.
Otros tipos de fanatismo
En la actualidad también encontramos el fanatismo deportivo, que es una exacerbación del espíritu de competencia. Un fanático deportivo es capaz de llegar a la violencia para imponer su propia bandera sobre la de otro. Más que destacar el deporte mismo, lo que manifiesta es un fuerte deseo de anular al otro.
También hay fanatismos orientados a estilos de vida, grupos musicales, figuras de la farándula, pseudofilosofías y otros asuntos. En todos ellos está la misma impronta: pasión sin límites e intolerancia frente a todo aquello que se aparte de la creencia central.
Características de las personas fanáticas
En todos los tipos de fanatismo prevalecen los dogmatismos, o “verdades absolutas”. De hecho, lo son porque no existe la posibilidad de hacerles una crítica racional y quienes creen en ellas se despojan de su espíritu crítico. No se admite la libre discusión, ni mucho menos la puesta en tela de juicio de esas afirmaciones.
El maniqueísmo es otra de las características comunes a todos los tipos de fanatismo. Las verdades son extremas; las cosas son buenas o malas sin términos medios o matices: todo es radicalizado. Esto se acompaña de desprecio y rechazo por todo aquello que no encaja en las propias creencias.
Por todo lo anterior, las personas fanáticas suelen tener rasgos como los siguientes:
- Pensamiento absolutista.
- Creencias irracionales.
- Intolerancia a la frustración.
- Emociones exacerbadas.
- Poco control de los impulsos.
La naturaleza del fanatismo
Los diferentes tipos de fanatismo están asociados con una supresión o disminución de la individualidad. Lo que se produce es una fuerte identificación con un líder o un grupo que genera un profundo sentimiento de pertenencia. El fanatismo contribuye a la despersonalización y con ello se da la reducción de vivencias individuales significativas.
La persona fanática termina creyendo que posee todas las verdades y que ha logrado encontrar todas las respuestas. Esto le lleva a no permitir la crítica de sus ideas, pues esto no cabe en su modo de ver el mundo.
En todos los tipos de fanatismo se puede vislumbrar un rechazo a la libertad. En ellos no es posible el avance del conocimiento y, en general, representan un riesgo para el tejido social, por cuanto sus acciones tienden más a la ruptura, que a la integración con los otros.
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