Todo lo que debes saber sobre la astereognosia

Esta alteración de la percepción e integración táctil, a menudo, se presenta en personas con lesiones cerebrales o enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer.

Revisado y aprobado por la psiquiatra Ana Isabel Sanz Garcia.

Escrito por Sharon Laura Capeluto

Última actualización: 15 octubre, 2024

Metes la mano en tu bolso para buscar las llaves de tu casa y, al tocar un objeto pequeño con ranuras, sabes de inmediato que encontraste lo que necesitas, incluso sin mirarlo. Bueno, una persona con astereognosia no puede hacer esto con facilidad, ya que este trastorno compromete la capacidad de reconocer objetos solo con el tacto.

En este artículo exploramos más a fondo de qué se trata esta condición, cómo se diagnostica, cuáles son sus posibles causas y los enfoques de tratamiento.

¿Qué es la astereognosia?

La astereognosia es un trastorno neuropsicológico en el que falla la estereognosia (también llamada «estereognosis»), que es la posibilidad de reconocer objetos a partir del sentido del tacto.

Una persona con este padecimiento no identifica cosas solo tocándolas, aunque su capacidad sensorial táctil esté preservada. En otras palabras, es alguien que puede sentir el objeto con sus manos, pero no sabe qué es por su forma, textura o tamaño sin usar otro sentido, como la vista.

Imagina, por ejemplo, que alguien con este problema intenta encontrar el control remoto del aire acondicionado, en su mesa, junto a la cama, durante la noche. Aunque siente el tamaño, la textura y el peso del aparato, no lo identificará sin antes encender la luz para verlo.

Muchos autores usan los términos «astereognosia», «astereognosis» y «agnosia táctil» como sinónimos. Aquí los utilizaremos como equivalentes. Sin embargo, vale aclarar que para otros profesionales la agnosia táctil es una categoría más amplia que abarca diversas dificultades en el reconocimiento táctil, debido a lesiones en el lóbulo parietal.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de esta condición resulta difícil si los síntomas son sutiles, están enmascarados al usar otros sentidos o se confunde con otros tipos de agnosias somatosensoriales. Para superar estos desafíos, se emplea una combinación de pruebas neuropsicológicas y evaluaciones clínicas, como las siguientes:

• Diagnóstico diferencial: es crucial distinguir la astereognosia de otras condiciones neurológicas o cognitivas que pueden presentar síntomas similares.
• Tests de función cognitiva: se realizan pruebas específicas para evaluar cómo funciona el cerebro en términos de la percepción y procesamiento de la información.
• Anamnesis clínica: se recopila información detallada del historial médico del paciente y se entrevista para comprender mejor sus síntomas y cómo interfieren en su vida diaria.
• Test de estereognosia: se evalúa la identificación, discriminación e integración táctil. Comienza con objetos familiares para la persona, con el fin de asegurar que el cerebro cuente con la información previa necesaria.
• Exámenes complementarios: se pueden realizar estudios de imágenes cerebrales (como resonancias magnéticas o tomografías computadas) para identificar lesiones o anomalías en áreas del cerebro vinculadas a la percepción táctil.

Causas de este trastorno

Nuestra piel tiene sensores que detectan el contacto con los objetos que tocamos y envían señales al cerebro a través de las neuronas. Dichas señales llegan a la corteza somatosensorial, la región cerebral responsable de interpretar las sensaciones táctiles. Pero en las personas con astereognosis, este proceso se interrumpe por distintos motivos. Así, las causas del trastorno pueden incluir:

• Tumores cerebrales: los tumores en diferentes áreas del cerebro podrían comprimir o dañar las estructuras neuronales responsables de la percepción táctil.
• Accidentes cerebrovasculares (ACV): se trata de eventos en los que el flujo sanguíneo al cerebro se interrumpe, pudiendo dañar las áreas encargadas del procesamiento de la información táctil.
• Enfermedades neurodegenerativas: la esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que puede perjudicar las fibras nerviosas, lo que interfiere en la transmisión de señales entre la piel y el cerebro. También es posible que la enfermedad de Alzheimer afecte la percepción táctil y cause astereognosis.
• Lesiones cerebrales: los traumatismos en el cerebro, como las que ocurren en accidentes o caídas, pueden dañar la región parietal, la corteza somatosensorial o las vías neuronales y provocar este fenómeno como resultado. Sin embargo, la astereognosia aislada después de un traumatismo es poco frecuente.

Asimismo, es necesario mencionar los siguientes posibles orígenes específicos de esta condición:

• Infarto isquémico en el lóbulo parietal.
• Malformación arteriovenosa en el lóbulo parietal.
• Lesiones en el cuerpo calloso anterior o en las radiaciones talámicas.
• Lesiones isquémicas en el tronco encefálico que afectan el lemnisco medial.

Una investigación publicada en la Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría estudió la situación de un hombre con problemas en la sensibilidad y la motricidad fina de una de sus manos. En este caso, el daño en las vías y fibras nerviosas de la médula espinal causó la incapacidad de reconocer objetos mediante el tacto.

Como vemos, la astereognosia es un síntoma que puede aparecer en el contexto de varias enfermedades, daños o condiciones neurológicas, y no una enfermedad por sí misma.

Tratamiento

Aunque la agnosia táctil no tiene una recuperación universal, el tratamiento se va a enfocar en abordar el problema que la provoca. Por ejemplo, si es causada por un ACV, un tumor o lesión, tratar esta condición específica puede ayudar a mejorar los síntomas.

Rehabilitación cognitiva

La rehabilitación neuropsicológica o cognitiva es útil para mejorar los déficits cognitivos causados por traumatismos, tumores, accidentes o demencia. Dentro de este proceso, el entrenamiento sensorial juega un papel importante. Contempla ejercicios para que el paciente toque e intente reconocer objetos y texturas.

En la práctica, se utilizan elementos de diferentes formas, como esferas, cuadrados o cubos, y texturas variadas: suaves (como una tela), rugosas (como una piedra) o ásperas (como una lija).

También se pueden incluir objetos con distintos pesos y tamaños, como una pelota pequeña y liviana frente a un libro pesado. El propósito de las actividades será estimular la percepción sensorial y la función cerebral relacionada.

Estrategias enfocadas en mejorar la calidad de vida

Además, es posible emplear otras estrategias complementarias para fomentar una mayor independencia y disminuir la frustración y ansiedad que llega a generar esta dificultad.

En primer lugar, la psicoterapia marca una gran diferencia al ayudar a los pacientes a desarrollar herramientas para manejar su frustración y mejorar la motivación durante la rehabilitación. La terapia cognitiva conductual (TCC) y la terapia de aceptación y compromiso (TAC) son enfoques efectivos en este contexto.

Ahora bien, adaptar el entorno de la persona facilita una mayor autonomía. Por ejemplo, convienen cambios prácticos en la casa, como asignar los objetos en un lugar específico para que sean más fácil de identificar.

¿Qué sucede cuando se combina con otras agnosias?

Si la agnosia táctil se manifiesta sola, puede no ser tan incapacitante en la vida diaria. Sin embargo, es posible que varias agnosias se presenten en simultáneo, ya que podrían estar perjudicadas regiones cerebrales relacionadas con la percepción y el procesamiento sensorial.

Así, si la astereognosis coexiste junto a la agnosia visual y/o la agnosia auditiva, la situación puede volverse mucho más difícil. La persona no solo tendrá problemas para reconocer objetos al tocarlos, sino también al verlos y asociar sonidos a ellos.

Cada caso es diferente

En este artículo exploramos la astereognosia, cómo se manifiesta, a qué se debe y cómo se trata. En resumen, entendemos que es una condición compleja que puede originarse por una variedad de problemas neurológicos y físicos.

Debido a esta diversidad de causas, no hay una solución única para todos los casos. Entonces, el enfoque de tratamiento debe ser personalizado y adaptado a las necesidades de cada paciente. El objetivo será mejorar la capacidad de reconocimiento táctil y, en última instancia, facilitar una mayor independencia para quienes enfrentan este trastorno.