Victoria Kent: una lucha por los derechos y libertades
Victoria Kent fue la primera mujer graduada en derecho. Se convirtió en abogada, política y diputada durante un periodo en el que dichas profesiones quedaban reservadas para los hombres.
En este artículo, queremos destacar la figura de una de las mujeres más influyentes del siglo XX. Si aún en los tiempos en los que nos encontramos es difícil ser una mujer en un mundo de hombres, mayor valor tuvo el papel que desempeñó la protagonista de la que hoy hablamos.
¿Quién fue Victoria Kent?
Kent nació en Málaga, en el seno de una familia humilde y liberal, pero se desconoce el año exacto de su nacimiento; algunos datan la fecha en el año 1892, mientras otros la sitúan entre 1897 y 1898. Lo que se puede afirmar es que fue una mujer determinante a lo largo del siglo XX.
En 1917, Victoria Kent Siano llegó a Madrid para estudiar Derecho. Tras licenciarse y ser la primera mujer en hacerlo, inició su labor como abogada defensora.
Además, destaca como la primera mujer en ocupar un cargo como directora general de prisiones, sin restar importancia a su labor como diputada durante dos legislaturas de la II República. Este cargo lo ostentó junto a Clara Campoamor y Margarita Nelken, siendo las tres primeras diputadas a las Cortes Constituyentes por Madrid de España.
Pero sobre todo, y como dato relevante, fue la impulsora de la reforma del sistema penitenciario, además de un auténtico símbolo del feminismo español.
Tras la Guerra Civil, se vio obligada a exiliarse en Francia y, más tarde, en México y Estados Unidos, no volvería a España hasta 38 años una vez finalizada la guerra. Kent murió en Nueva York en el año 1987.
“Los hombres siembran sus ideas antes de morir por ellas, y las ideas escapan a la muerte”.
-Victoria Kent-
Justicia
Kent se convirtió en la primera mujer que actuó en el Tribunal Supremo de Guerra y Marina como abogada defensora. Fue admitida como miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, y en la Asociación Internacional de Leyes Penales de Ginebra.
Entre otros logros reseñables, no debemos obviar que, además, fue la primera en tener su propio bufete de abogados.
Igualmente, en 1931, fue nombrada Directora General de Prisiones y llevó a cabo una reforma penitenciaria marcada por importantes modificaciones:
- Humanización en las condiciones de vida de los reclusos.
- La profesionalización del funcionariado de prisiones.
- La creación de un cuerpo femenino de funcionarias.
- La orden de construcción de la Cárcel de Mujeres de Ventas en Madrid.
Todos estos puntos anteriores están muy relacionados con el artículo 25.2 de la Constitución Española de 1978: “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social“.
Así, también destaca que el condenado “tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad“.
Sufragio femenino
Aunque pueda parecer extraño, Victoria Kent fue una firme opositora al voto femenino, algo que le costó el enfrentamiento con Clara Campoamor. Esto era así porque creía que debía aplazarse hasta que la mujer consiguiera tener una mayor independencia tanto del hombre como de la iglesia.
Así lo defendía ella misma ante las cortes el 1 de Octubre de 1931:
“En este momento vamos a dar o negar el voto a más de la mitad de los individuos españoles y es preciso que las personas que sienten el fervor republicano, el fervor democrático y liberal republicano, nos levantemos para decir: es necesario aplazar el voto femenino. Es necesario porque yo necesitaría ver, para variar de criterio, a las madres en la calle pidiendo escuelas para sus hijos; yo necesitaría haber visto en la calle a las madres prohibiendo que sus hijos fueran a Marruecos; yo necesitaría ver a las madres españolas unidas todas pidiendo lo que es indispensable para la salud y la cultura de sus hijos”.
-Victoria Kent-
Aunque pueda parecer contradictorio, en realidad, fue defensora de la igualdad entre hombres y mujeres; pedía, en primer lugar, que las mujeres tuvieran derecho y libertad para incorporarse a la vida laboral, cultural y educativa para, así, poder pensar libremente y luchar por unos ideales asentados.
En definitiva, debemos honrar y agradecer a todas las mujeres valientes de la historia que nos allanaron el camino tras luchar por sus ideales.
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- Martínez, R. M. C. (1986). El trabajo y la educación de la mujer en España (1900-1930). Instituto de la Mujer.
- Núñez, M. T. (1995). Concepción Arenal y Victoria Kent: las prisiones: vida y obra. Instituto de la Mujer.
- Sánchez Galindo, A. (2003). Victoria Kent (una española universal).