La educación social penitenciaria

En el caso de la educación social penitenciaria, la educación no es solamente un reto. Se trata también de un derecho y un principio deontológico que debe buscar el desarrollo de la autonomía de cada persona internada a pesar de las barreras punitivas.
La educación social penitenciaria
Paula Villasante

Escrito y verificado por la psicóloga Paula Villasante.

Última actualización: 23 diciembre, 2019

Existe cierto debate sobre la educación en contextos cerrados como las prisiones y su eficacia. ¿Es una utopía? ¿se observan resultados? Aunque existen todo tipo de opiniones al respecto, la educación social penitenciaria, una rama específica de la educación social, puede ofrecernos algo de luz a estos interrogantes.

“Permanentemente, se ha debatido si en los contextos de encierro es posible educar. Plantearse la praxis educativa o socioeducativa liberadora en un medio cerrado, punitivo y violento ¿es una utopía?, ¿es una paradoja?, ¿es una contradicción?”.

-José del Pozo y Fanny T. Añaños-

Scarfó (2002) explica que la educación es la base de la identidad ciudadana: “quien no reciba o haga uso de este derecho pierde la oportunidad de pertenecer a la sociedad, a participar de manera real y constituirse en un ciudadano, que haga uso de sus derechos y cumpla con sus deberes a favor del desarrollo de la sociedad”.

Es así como nace la Resolución sobre la educación en los establecimientos penitenciarios, aprobada en el 5º Congreso Mundial de la Educación (Berlín, Alemania, julio de 2007). Esta resolución explica la necesidad de la inclusión de temas sobre educación social en los establecimientos penitenciarios.

En el caso de la educación social penitenciaria, la educación no es solamente un reto. Se trata también de un derecho y un principio deontológico que debe buscar el desarrollo de la autonomía de cada persona internada a pesar de las barreras punitivas. (2)

educación social penitenciaria

Teorías en la educación social penitenciaria

A nivel general, y con el objetivo de entender los cimientos de esta rama de la educación social, exponemos a continuación varias perspectivas teorías en las que se sustenta.

Teorías psicopatológicas

En la educación social penitenciaria, este tipo de teorías interpretan el acto delictivo desde factores psicopatológicos y biológicos individuales. Han sido muy relevantes en la historia de la delincuencia y en el tratamiento penitenciario. Autores como Eysenck son grandes ejemplos de estos modelos. (1)

Además, es importante mencionar que desde la rama de la psicología social, otros autores aportan enfoques que no solo tienen en cuenta factores individualistas de la personalidad. (3, 4)

Teorías sociológicas

Este tipo de teorías implican factores multidimensionales y estructurales. Así pues, se basan en que los sistemas y las relaciones sociales, educativas, culturales o familiares tienen componentes que influyen en la etiología delictiva. (1) Algunas de ellas son la teoría de la desigualdad de oportunidades o la teoría de la desviación social. (5, 6)

Teorías socioeducativas

El profesor Miguel Melendro explica que durante el siglo pasado se desarrollaron perspectivas y modelos que han enriquecido y mejorado de forma destacable los métodos de intervención socioeducativa con poblaciones en desventaja social.

Así, algunas de las disciplinas que han tenido un papel en la formación de los modelos socioeducativos en la educación social penitenciaria son:

  • Principalmente, los planteamientos conductistas.
  • Los enfoques dinámicos.
  • El constructivismo.
  • La terapia familiar sistémica.
  • El modelo de competencias.
  • La pedagogía popular.

Los programas socioeducativos en contextos penitenciarios

La intervención penitenciaria, de acuerdo a Garrido y Gómez (1995), se ha centrado tradicionalmente en modelos científicos-tecnológicos (enmarcada en los enfoques médicos de tradición conductual, en los que se busca el alineamiento del sujeto, y presentes en la pedagogía positivista).

Así, la búsqueda de conductas, desde el tratamiento clásico en las prisiones, ha buscado la reproducción de esquemas sociales desde una educación que no ha tenido en cuenta variables contextuales o socioculturales. (1)

Los programas más utilizados en las prisiones han sido, generalmente, los programas correctivos. Estos se han centrado en modelos conductuales de refuerzo o castigo. (8) Para los implementadores, estos modelos parecen ser principalmente los mejores. Así, se agrupan en cuatro grupos:

  • Modelo psicológico y psicoanalítico.
  • Modelo biológico-conductual.
  • Modelos factoralistas.
  • Modelos humanistas.

Algunos modelos más actuales, con visiones más humanistas, se muestran a continuación:

Modelo participativo

Desde el modelo participativo, el tratamiento penitenciario debe contener en la acción socioeducativa la participación de toda la comunidad penitenciaria, principalmente de las personas internadas.

Así, la idea es que se lleven a cabo el conjunto del proceso y la voluntariedad de los reclusos para asumir los programas tratamentales. (1, 9)

Modelo para la autonomía

Se trata de programas educativos individualizados y grupales. (10)

Modelo para el empoderamiento y/o de género

Estos se podrían plantear desde un doble enfoque. Primero, atendiendo a la superación sociocultural y estructural de la criminalización que se ha hecho sobre las mujeres delincuentes. (11, 12) Segundo, las medidas para la igualdad que desarrollen procesos de equidad entre hombres y mujeres en el medio penitenciario. (13, 14)

Modelos del conocimiento de las personas y de las acciones pedagógicas

En ellos es importante el consenso colectivo del trabajo. También se le da importancia al disfrute de lo que se haga y a la relación educativa entre el preso y el educador (1).

Prisión

Modelos por la liberación

Desde los modelos por la liberación, se contempla que la inserción renueva la intervención penitenciaria en la dimensión profesional y estructural. Así, se tiene en cuenta el desafío de convertir los espacios y los conceptos penitenciarios en posibilidades de libertad.

Como vemos, la educación social penitenciaria se vale de bastantes modelos alternativos como los comentados anteriormente. Sin embargo, parece que los modelos conductuales y basados en los factores individuales son los que reinan en la intervención penitenciaria. ¿Será posible el desarrollo de estos modelos en algún futuro?


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  • del Pozo Serrano, F. J., & Añaños-Bedriñana, F. T. (2013). La Educación Social Penitenciaria:¿ De dónde venimos y hacia dónde vamos?. Revista complutense de educación, 24(1), 47-68.
  • AYUSO, A. (2003). Visión crítica de la reeducación penitenciaria en España. Valencia: Nau Llibres.
  • GLASER, R. (1984). Education and thinking: The role of knowledge. American Psychologist, 13, p.p.145-182.
  • Vygotsky, L. S. (1980). Mind in society: The development of higher psychological processes. Harvard university press.
  • Cloward, R., & Ohlin, L. (1960). Delinquency and Opportunity: A Theory of Delinquent Gangs. New York, NY: FreePress.
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  • Garrido, V., & Gómez, A. M. (1995). La educación social en el ámbito penitenciario. Comunicación, lenguaje y educación, 7(3), 53-60.
  • Morris, E. K., & Braukmann, C. J. (1987). The dimensions of applied behavior analysis for crime and delinquency. In Behavioral Approaches to Crime and Delinquency (pp. 27-59). Springer, Boston, MA.
  • Ayuso, A. (2000). La intervención socioeducativa en el tratamiento penitenciario. Pedagogía social: revista interuniversitaria, (6), 73-99.
  • Pantoja, L. (2010). Actuación socioeducativa con mujeres presas: el papel de los educadores social. Las mujeres en las prisiones. La educación Social en contextos de riesgo y conflicto, T. Fanny Añaños (coord.). Barcelona: Gedisa, 101-122.
  • Juliano, D. (2010). La criminalización de las mujeres. Estigmatización de las estrategias femeninas para no delinquir. Las mujeres en las prisiones. La educación social en contextos de riesgo y conflicto, 25-44.
  • Almeda, E. (2010). Privación de libertad y mujeres extranjeras. Viejos pre.
  • YAGÜE, C. (2008). Mujeres y madres en prisión. Intervención basada en necesidades y demandas. enFanny AÑAÑOS, Francisco J. DEL POZO, e Iosifina MAVROU (coords.), Educación social en el ámbito penitenciario: mujeres, infancia y familia Natívola SL, Granada.
  • Yagüe, C. (2010). Panorama actual de la situación de las mujeres y madres en los centros penitenciarios españoles. El programa de igualdad. Las mujeres en las prisiones. La educación Social en contextos de riesgo y conflicto. Barcelona, 183-200.

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