13 pasos para darte prioridad a ti mismo
Vivimos una vida agitada en la que resulta difícil darse prioridad a uno mismo. Todo parece diseñado para dar prioridad a los demás. El trabajo, la familia, las amistades la labores de voluntariado, sumado a la conciencia de solidaridad y compromiso que reina en la sociedad y las obligaciones impuestas y autoimpuestas nos hace olvidarnos de nosotros mismos
En muchas ocasiones incluso llegamos a sentirnos culpables por querer dedicarnos a nosotros mismos. Sentimos que no tenemos derecho a ello. Pero es justo al contrario. Dedicarte tiempo a ti mismo te hace ganar energía, obtener claridad y encontrarle más sentido a lo que haces para hacerlo con más alegría.
Dedicarte tiempo a ti mismo te ayudará a sentirte mejor, lo cual es indispensable para ser y dar lo mejor a los demás.
Cómo darte prioridad a ti mismo
No te sientas culpable y empieza a mirar por ti. A continuación, te contamos algunas formas de darte prioridad a ti mismo. Hacerlo no significa dejar a los demás de lado, sino que te permite convertirte en una mejor versión de ti mismo para hacer más por los demás.
1 – Busca tiempo para recordar que tus necesidades son importantes. Si tus necesidades no son una prioridad para ti no lo serán para nadie más. Necesitas entender esas necesidades y buscar activamente la manera de satisfacerlas.
2 – Evalúa qué aspectos de tu vida son los que te están provocando estrés y considera en qué medida tienen valor para ti. Pregúntate si realmente eso es importante, si merece la pena lo que te provocan. También debes entender si ese estrés los provocas tú con tu actitud y, en ese caso, busca la manera de cambiar las cosas. En cualquier caso, busca la manera de controlar el estrés para que este no influya negativamente en tus acciones y en los demás.
3 – Asegúrate de que todos los días tienes un tiempo para ti, para estar tranquilo, solo o haciendo algo que desees. Es fácil olvidarte de tus necesidades cuando estás atrapado en la acción y el ruido todo el día, cuando siempre hay algo demandando tu presencia. Pero necesitas un tiempo para respirar sin que toda esa presión esté presente.
4 – Olvídate de la culpa por ocuparte de ti mismo. Y para empezar, no des explicaciones. No tienes que darlas, no tienes que justificarte. Si alguien no lo entiende no es tu problema, salvo que entres en el juego.
5 – Entiende que te mereces a ti mismo, tienes derecho a cuidar de ti mismo, a pesar de que sea imprescindible para los demás. Entiende esto, y entiende también que cuanto mejor estés más útil serás para los otros.
6 – Tómate el tiempo necesario para hacer esas cosas que te hacen sentir mejor contigo mismo, que te hacen sentir más seguro y más fuerte, que te recuerdan lo importante que eres. Haz ejercicio, cuida tu cuerpo, dedica un tiempo a la lectura, come bien, duerme lo suficiente.
7 – Abraza tus emociones y no te niegues a ti mismo la posibilidad de sufrir. No suprimas el dolor como si así fueran a desaparecer todos los problemas. La supresión de cómo te sientes te acerca de una situación que solo sirve para socavar tu felicidad. Tienes que aceptar y comprender tus emociones y tus sentimientos.
8 – Reconocer y apreciar a las personas que son positivas y edificantes en tu vida, y muestra compromiso hacia ellas. Esas personas te ayudarán a encontrarte a ti mismo y te apoyarán en el proceso de crecimiento personal que necesitas constantemente.
9 – Cultiva la capacidad de entender la diferencia entre lo que puedes cambiar y las que no, y aprende a dejar pasar las cosas con las que no puedes. Cada día encontrarás algo nuevo que te gusta ti y algo que puedes cambiar para ser mejor.
10 – No olvides que solo hay tres cosas en la vida que puedes controlar: lo que piensas, lo que dices y lo que haces. Asúmelo y actúa en consecuencia. No te dejes manejar como una marioneta y sé consciente de lo que haces y de por qué lo haces.
11- Aprende a decir no. Tu tiempo es valioso, no olvides que tienes derecho a decir no a las cosas que no te llenan o las que requieren mucho del tiempo que no estas dispuesto a desperdiciar.
12- Pon límites en tu trabajo o estudios. Por mas que tengan una importancia altísima, es necesario que recuerdes que tener un balance entre tu vida personal y laboral es ideal para darte prioridad.
13- Rodéate de personas que te dan tranquilidad. Comparte tiempo con tus seres queridos en un ambiente tranquilo y júntate con amigos que te den paz.
Estas recomendaciones pueden ayudarte a darte la prioridad que mereces y necesitas. No temas a dedicarte un poco de tiempo ni a disfrutar de lo que más te gusta. ¿Con cuál de estas 13 sugerencias empezarás a darte prioridad a ti mismo?
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