3 formas en las que Internet disminuye la capacidad crítica

3 formas en las que Internet disminuye la capacidad crítica
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 26 marzo, 2018

Desde diversos frentes se ha alertado sobre el hecho de que el uso constante de Internet disminuye la capacidad crítica. No se trata de una conjetura, sino de una conclusión sustentada que se desprende del análisis. La red opera dentro de determinadas lógicas que, obviamente, traen consecuencias.

La capacidad crítica, en este caso, corresponde al criterio para sopesar y evaluar la información y el enfoque propio. Esto permite determinar su grado de validez y su relevancia. Al parecer, hay aspectos de la red que no contribuyen a desarrollar esas capacidades. Por eso se dice que Internet disminuye la capacidad crítica.

Lo que ocurre en Las Vegas se queda en Las Vegas. Lo que ocurre en Twitter se queda en Google para siempre”.

-Jure Klepic-

¿De qué manera opera esto? Muchos espacios de la web, como los motores de búsqueda o las redes sociales, funcionan a partir de algoritmos. En principio, se trata de “complacer” los gustos y preferencias del usuario. Con el tiempo, lo que hacen es limitar las experiencias de los cibernautas. De ahí que a largo plazo, Internet disminuya la capacidad crítica. Estas son las tres principales maneras en que lo hace.

1. La información consultada confirma las opiniones previas

Cuando una persona hace uso de un motor de búsqueda se activan todos los parámetros que este ha recopilado sobre ese usuario en particular. De este modo, lo primero que aparece son los sitios que acostumbras a leer o la línea de información que consultas habitualmente. Queda por fuera de tu búsqueda una cantidad importante de material.

motor de búsqueda representando cómo Internet disminuye la capacidad crítica

Algo similar ocurre con las redes sociales. Cuando entras, la red pone en primer plano la información de las personas con las que interactúas frecuentemente y que, por lo general, piensan de manera similar a como lo haces tú. Sin darte cuenta, tu círculo se reduce notoriamente.

El efecto de todo esto es que imperceptiblemente te ubicas en un mundo ideológico que solo confirma tus opiniones. No encuentras informaciones, ni opiniones, que contrasten con las tuyas. Lo que consigues es reafirmación. Eso hace que te formes una idea limitada del mundo que te rodea. Piensas que así es la realidad, sin darte cuenta de que te están induciendo a ver solo una parte de ella. Por eso Internet disminuye la capacidad crítica.

2. Internet disminuye la capacidad crítica estimulando el narcicismo

Las redes sociales, en particular, han creado un nuevo tipo de adicción. Se trata de la adicción a los likes. No es que te lo propongas, pero cada vez que haces un post, de una u otra manera, esperas que los demás reaccionen aprobando lo que dijiste. Si no lo hacen, puedes sentir frustración o quizás, dudar de lo que expresaste.

La ciencia ha establecido que los likes activan la dopamina. Se asumen cada vez más como un mecanismo de recompensa. Te hacen sentir bien contigo mismo porque suponen una aceptación del grupo. Esto puede ser problemático si de algún modo, esa dependencia moldea tus opiniones y palabras sin darte cuenta. 

Manos con likes

Esta es otra de las maneras sobre cómo Internet disminuye la capacidad crítica: convierte nuestro ego en un producto de consumo social, que busca ser aprobado por los demás. Estar en desacuerdo podría significar salir de determinado entorno o enfrentar un rechazo público. Eso hace que condicionemos nuestro pensamiento.

3. Promueve las relaciones sociales irrelevantes

Hay muchos medios para interactuar con otras personas en la red. Están, por supuesto, las redes sociales, pero también hay foros, chats y medios similares. De este modo, en la web se crea la falsa sensación de no estar solos. Se da una conversación interminable, que parece no tener comienzo ni fin. Esa conversación, a su vez, gira en torno a temas que se vuelven “comunes”. Finalmente, te guste o no, de eso es de lo que se habla.

De forma también imperceptible, cada vez se hace menos necesario el contacto físico con los demás. Las interacciones en la red suponen adoptar una postura física en la que casi siempre estás sentado y mirando una pantalla. Tanto lo uno como lo otro tienen efectos en tu cuerpo y en tu cerebro. El ejercicio incrementa la inteligencia. Y el contacto físico eleva la capacidad de empatía, el intercambio humano y el afecto.

Hombre adicto a Internet

Como vemos, efectivamente, Internet disminuye la capacidad crítica. Voluntaria y dócilmente te adaptas a nuevas formas de vivir y de relacionarte que te alejan de la experiencia directa, de la vida real. Terminas viendo el mundo a través de una ventana pequeña y limitada. Ese es el riesgo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.