6 razones que hacen fracasar una relación de pareja
La causa de la mayoría de los problemas de relaciones humanas
está en la falta de reconocimiento mutuo.
Cieri Estrada Doménico
Las relaciones que fracasan son las causantes de muchos problemas de estrés y de infelicidad en la vida. Lo interesante del caso es que la mayoría de estas relaciones fracasan por los mismos motivos. Conocerlos es una buena manera de afrontar los problemas y también de saber cómo afrontar una relación para conseguir que tenga éxito y que sea duradera.
¿Quieres saber cuáles son los motivos más comunes por los que las relaciones sentimentales suelen fracasar? Los encontrarás a continuación.
#1 – Celos
Puede parecer un tanto irónico, pero los celos suelen ser la causa de muchas rupturas. Los celos suelen producirse cuando surgen sentimiento de separación y de que hay algo con lo que competir. En este sentido, no se trata solo de celos por la inseguridad de perder a la persona que quieres, sino por sus éxitos. Por lo tanto, es necesario saber aceptar los éxitos del otro y convivir con ellos, y desarrollar la relación en un clima de confianza.
Echeburúa y Fernández-Montalvo (2001) definen los celos como “un sentimiento de malestar causado por la certeza, la sospecha o el temor de que la persona querida, a quién se desea en exclusiva, prefiera y vuelque su afecto en una tercera persona”. En muchas ocasiones, los celos suelen ser meras sospechas infundadas por nosotros mismos, así que tendremos que tener cuidado a la hora de imaginar cosas que no son.
“En los celos hay más amor propio que amor”.
-François de La Rochefoucauld-
Normalmente nacen de una baja inseguridad en uno mismo. No hay nada de malo en que nuestra pareja tenga amigos del sexo opuesto y tomen un café juntos. La confianza es clave en la pareja. De esta forma, no hemos de responsabilizar a nuestra pareja de nuestras inseguridades. Si nuestra pareja toma un café con un amigo o una amiga y sentimos celos, la conducta que debemos analizar no es la suya, sino nuestra forma de percibir ese evento.
Lo peor que podemos hacer es recluir a nuestra pareja a nuestro lado infundiéndole miedo para que sólo esté con nosotros. De esta forma, lo único que conseguimos es que nos acabe dejando o hacerla infeliz.
#2 – Exceso de apego
Una cosa es el amor y otra el apego. El apego emocional es muy perjudicial en una relación. Cuando tenemos apego emocional a alguien, necesitamos su atención y presencia constante, y eso provoca que seamos celosos y exigentes. A menudo, el apego tiene como base un sentimiento de inseguridad.
“Si miramos el objeto de nuestro apego con una simplicidad nueva, comprenderemos que no es ese objeto lo que nos hace sufrir, sino el modo en que nos aferramos a él.”
-Matthieu Ricard-
En estos casos, se necesario desarrollar el sentimiento de autoconfianza y tener fe en uno mismo, y ser conscientes de que no podemos depender de otras personas para eso. Las relaciones fuertes necesitan un cierto desapego.
Como afirma la monja budista Tenzin Palmo: “El apego dice: te amo, quiero que me hagas feliz. Y el amor genuino dice: te amo, quiero que tú seas feliz. […] El apego es tomar algo con mucha fuerza, pero el amor genuino es tomarlo con mucha suavidad, nutriendo, permitiendo que las cosas fluyan. Mientras más nos aferramos a otros más sufriremos”.
#3 – Egoísmo
El egoísmo es la raíz de todos los problemas en una relación. Cuando somos egoístas pensamos de nosotros mismos en primer lugar, ignorando las necesidades de los demás y centrándonos en nuestro propio ego. Y no es fácil vivir con una persona egocéntrica.
Tenemos que ser capaces de aceptar a los demás por lo que son, en lugar de esperar que nos den toda su atención.
Cuando somos egoístas queremos que el elogio, el apoyo y el respaldo de los demás sean constantes, pero no estamos dispuestos a dar nada a cambio. El verdadero amor es desinteresado, se da sin esperar recibir nada por ello. El egoísmo sólo busca el beneficio propio, olvidando a la pareja. De esta forma, lo único que conseguiremos es crear un vacío emocional en la otra persona que con el tiempo podrá suponer la ruptura de la relación.
#4 – Recopilación de fallos
Pasar tiempo con otra persona implica descubrir sus defectos y sus fallos. Las relaciones exitosas requieren una cierta tolerancia frente a las debilidades de los demás. Pero si uno se dedica a ir recopilando los fallos del otro, a echárselos constantemente en cara y, lo que es peor, esperar que cambie según su gusto, la relación está perdida.
Aunque esto no significa que tengamos que ignorar cuando otros hacen las cosas mal, sí implica ser tolerantes y conocer al otro. El problema es que mucha gente “colecciona” las faltas del otro y se las echa a la cara cuando vienen tiempos duros.
Si crees que el otro debe cambiar algo, debes decírselo, convencerlo y ayudarlo a conseguirlo. Además, una relación fuerte debe ser capaz de hacer frente a las críticas constructivas y a las sugerencias.
Aún así, los fallos tienen un componente altamente subjetivo, es decir, lo que para nosotros es un fallo para la otra persona puede no serlo. Por esto es importante hablar las cosas con calma y exponer nuestro dolor. Hacer consciente al otro de lo que nos duele es importante, así lo tendrá en cuenta para otra ocasión. Pero sí es importante no hacer una lista de fallos y sacarla cada vez que ocurra algo. Lo que pasó ya quedó atrás. Y de lo que pasó lo mejor que podemos hacer es aprender.
#5 – Dominación
Es fundamental valorar la libertad individual de los demás. Es inevitable que surjan problemas en la pareja cuando uno intenta dominar al otro. La expectativa de que el otro sea como nosotros queremos es lo que está detrás de esta dominación. Y es poco frecuente que la gente se dé cuenta de lo que está haciendo cuando intenta dominar al otro.
Muchas veces el problema es que se olvida que uno ama -o debería amar- a una persona, y no a una idea. ¡Qué fácil es enamorarse de la idea del amor y qué duro es descubrir que las cosas no son tan bonitas como lo imaginamos en nuestros sueños o como nos dijeron que tenían que ser!, ¿verdad?
Pero nadie tiene el derecho de decirle a otro cómo debe vivir, qué debe pensar o cómo debe ser. Si las relaciones se basan en una expectativa y en la dominación, inevitablemente habrá conflictos en algún momento. Las relaciones más fuertes se basan en la comprensión mutua y permanecen libres de expectación.
#6 – Falta de tiempo
Muchas relaciones acaban porque no se le dedica al otro tiempo suficiente, y esto suele ser porque el otro no es una prioridad. Y es inevitable que el otro se sienta desatendido y no amado. Por eso, aunque no se puede pasar tanto tiempo como se quisiera con el otro, es importante reservar momentos especiales e intensos.
No se trata de compensar la falta de tiempo en formato “concentrado”, sino de demostrarle a tu pareja que te importa. Por tiempo no sólo se entiende estar a su lado, sino tiempo de calidad. Muchas parejas pasan el día juntos pero comparten pocos momentos de pareja. Esto es, actividades juntos, momentos de complicidad, etc. Por eso, lo importante ya no es tanto la cantidad de tiempo sino la calidad.