Aburrimiento en el trabajo, ¿cómo combatirlo?
El aburrimiento en el trabajo es normal, como lo es en cualquier área de la vida. En principio, no significa necesariamente que algo ande mal. No existe nada en el mundo que pueda mantener nuestro interés vivo por completo, todos los días, todos los meses y todos los años.
Se puede amar lo que uno hace y aun así sentir aburrimiento en el trabajo. Como en tantos otros casos, este síntoma solo es relevante si se mantiene por mucho tiempo y tiende a intensificarse. De lo contrario, solo significa que hay algún factor que quizás estás pasando por alto y te llama a algún cambio o modificación.
Algunos lo llaman boreout o síndrome del aburrimiento en el trabajo. No importa el nombre que le pongas: todos lo hemos sentido alguna vez. Es obvio que aparece con más frecuencia en los trabajos que son más rutinarios, pero incluso en esos casos se puede hacer algo para elevar la motivación y disipar esa sensación de hastío.
“Aburrirse en el momento adecuado es signo de inteligencia”.
-Clifton Paul Fadiman-
Reconocer el aburrimiento en el trabajo
No siempre es fácil reconocer los síntomas del aburrimiento en el trabajo. A veces están ahí, pero hay quienes piensan que trabajar en sí mismo debe ser aburrido, ya que “por eso pagan”. Esto no tiene por qué ser así y si bien hay actividades que son más demandantes y menos variadas, esto no significa que debas pasar los días esperando solo el momento para irte de allí.
Las principales señales de que el problema está ahí son las siguientes:
- Se gasta más tiempo del necesario en realizar las tareas. En consecuencia, hay menos productividad.
- Se pierde el hilo de lo que se está haciendo, con relativa facilidad. Esto lleva a que se deban repetir pasos o hacer correcciones con frecuencia.
- Se te olvidan las instrucciones o indicaciones.
- Existe la sensación de que el tiempo pasa con una lentitud exasperante cuando estás en el trabajo.
- Hay angustia al comenzar la semana o la jornada laboral.
- Sentimiento de gran satisfacción cuando no hay que ir a trabajar por alguna razón justificada.
- Predomina el sentimiento de frustración y a la vez de conformismo con la situación.
Algo muy común cuando hay aburrimiento en el trabajo es que cualquier nueva exigencia, o cualquier nuevo desafío se ven como una amenaza y se asumen con sentimientos de profundo rechazo.
Las causas del problema
Para solucionar este problema, primero se deben identificar las causas. Las razones por las que hay aburrimiento en el trabajo pueden ser muchas, aunque la más recurrente es la excesiva rutina. Lo ideal es que la empresa tenga acciones previstas para estos casos, pero esto no siempre ocurre. A veces debes lidiar con el problema por ti mismo.
De otro lado, las razones por las que hay aburrimiento pueden estar relacionadas en primera instancia con el rechazo o el desacuerdo frente a la empresa o a algunas de sus políticas. Los horarios, la distribución de las pausas o la carga laboral suelen ser algunos de esos motivos. También es muy frecuente que el estilo de liderazgo que impera sea un factor que desmotive.
En otras ocasiones, la actividad misma es la que genera rechazo. Es posible que esta sea demasiado repetitiva, o que resulte poco interesante y no se considere valiosa. También están los casos en los que el aburrimiento en el trabajo es parte de un problema más amplio, en el que hay aburrimiento con casi todo en la vida.
Cómo solucionarlo
Muchas veces no contamos con el poder que tiene la palabra para resolver determinados entuertos. Si la empresa o el jefe trabajan bajo una política muy autoritaria y jerárquica, lo más común es que el trabajador piense que cualquier iniciativa que proponga no va a ser tenida en cuenta. Incluso, puede tener la sensación de que mostrarse activo en este sentido puede ir en su contra.
Por otro lado, las sugerencias funcionan mejor cuando las presentamos como iniciativas y no como quejas. A la hora de la exposición, es importante encontrar y compartir las razones por las que hacer un cambio puede beneficiarlos a todos. Además, otra buena idea es reclutar algún apoyo antes de ponernos en contacto con nuestros jefes. Las ideas apoyadas por un colectivo tienen más peso a la hora de ser consideradas.
Por otro lado, a nivel individual, para hacer más agradable una actividad, puede ser buena idea que inventes retos personales y te premies por lograrlos. Si el trabajo es demasiado mecánico, evalúa la posibilidad de acompañarlo con música, un audiolibro u otro complemento que puedas usar de forma simultánea.
Si tu caso es el de alguien que no solo está desmotivado con el trabajo, sino con otros aspectos de la vida, es posible que el aburrimiento sea una señal de depresión. En ese caso, lo mejor es consultar con un profesional para llegar al fondo del asunto.
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- Zárate, A. S. (2018). El aburrimiento en el trabajo: aportes recientes de la psicología. Avances en Psicología, 26(1), 9-22.