ACS: El asesinato de Gianni Versace, los motivos de Cunanan
De la mano de American Horror Story nació una segunda antología criminal: American Crime Story. Pero, esta vez, ya no nos movemos por escenarios sobrenaturales y ficticios, sino que las fuentes son reales. Su segunda temporada, ACS: El asesinato de Gianni Versace, dio mucho que hablar. Y es que tratar un tema tan peliagudo, como el asesinato del fundador de uno de los mayores imperios de la moda, siempre es polémico.
Ryan Murphy, uno de los cerebros detrás de la serie, se ha aficionado bastante a las antologías y también a las tramas de famosos, así lo vimos en FEUD: Bette and Joan. Pero no todo han sido halagos y parece que a la familia del diseñador italiano no le gustó demasiado la serie y la tacharon de ficticia.
Pese a ello, la serie no pretende tanto acercarnos a Versace, sino a su asesino, Andrew Cunanan. Nos recuerda constantemente que Gianni Versace no fue su única víctima, hubo otras, pero al no gozar de la fama del diseñador, sus nombres cayeron en el olvido.
Cuando vemos un “basado en hechos reales”, debemos subrayar la palabra “basado”; es decir, no todo es real, siempre hay un componente de ficción. Lo que vemos en la serie resulta muy atractivo visualmente, los decorados están perfectamente cuidados y tenemos la sensación de volver a ver a Gianni Versace.
Recordamos la moda de los años 90, se reviven algunos de los diseños más famosos del italiano y disfrutamos del colorido y el lujo de la inconfundible firma.
Lo realmente interesante es la propia estructura de la serie, esos vaivenes en el tiempo que, poco a poco, van desengranando la complejidad de Andrew Cunanan.
ACS: El asesinato de Gianni Versace comienza in media res; es decir, en el propio nudo de la trama, tan solo horas antes de la muerte de Versace. Los asesinatos se muestran en orden inverso: desde el más reciente hasta el más antiguo para, finalmente, ir a la raíz del problema: la infancia de Cunanan.
ADVERTENCIA: el artículo contiene spoilers.
“En el pasado, la gente nacía o no de la realeza. Hoy en día, la realeza viene de lo que haces”.
-Gianni Versace-
Andrew Cunanan: ¿víctima o verdugo?
No vamos a entrar en cuestiones de veracidad o fidelidad a los hechos reales. La serie parte de unas investigaciones y de unos acontecimientos, pero, a partir de allí, se convierte en algo totalmente independiente.
Jamás podremos conocer con exactitud qué pasó por la mente de Cunanan, pero podemos establecer conexiones. Hay cosas que sabemos, otras que nunca conoceremos y, en consecuencia, se deja lugar a la imaginación.
La serie nos muestra a un joven Andrew Cunanan con problemas económicos que se niega a reconocer. El personaje de Cunanan resulta increíblemente interesante y la información se va dando a cuenta gotas.
Su pasado es un misterio hasta casi el final de la serie, momento en el que ya lo odiamos lo suficiente como para saber que no tiene perdón… ¿O tal vez sí?
No ponemos en duda su culpabilidad, en absoluto, y tampoco justificamos la atrocidad de sus actos. Pero, al conocer su pasado, comprendemos un poco su futuro. El padre de Cunanan era un hombre ambicioso, sediento de poder y dinero, que haría cualquier cosa para cumplir su sueño americano. Como inmigrante, había conocido la cara más oscura de la humanidad y necesitaba demostrarle al mundo que podía ser alguien.
Su madre, por el contrario, era un absoluto cero a la izquierda, igual que los hermanos de Andrew. Su padre depositó todas sus esperanzas en su hijo menor y lo educó para que se convirtiera en un auténtico tiburón despiadado cuya ambición lo llevaría a lo más alto.
Sin embargo, tuvo que abandonar a toda su familia, incluido a su hijo, pues había estafado y el FBI lo estaba buscando. Huyó a Filipinas y el joven Andrew no podía aceptar una vida llena de dificultades, el trabajo y el esfuerzo no eran para él.
Cunanan había conocido el éxito, el dinero, y no estaba dispuesto a renunciar a ello. Así, se convirtió en un monstruo totalmente desalmado al que no le importaba mentir para conseguir sus objetivos.
La mentira se hizo tan grande que se vio obligado a asesinar, a eliminar a sus rivales y aplastarlos sin importarle nada más. Las drogas, la prostitución y el lujo se convirtieron en su forma de vida.
De forma muy sutil, pero contundente, ACS: El asesinato de Gianni Versace nos muestra una escena absolutamente perturbadora en la que el espectador interpreta que, tal vez, Cunanan fue víctima de abusos sexuales por parte de su padre.
Andrew creció creyendo ser especial, diferente a los demás, y envidiaba a todo aquel que estuviera por encima o que dudase de sus “verdades”. De esta manera, acabó con la vida de: Jeffrey Trail, David J. Madson, Lee Miglin, William Reese y Gianni Versace.
Con una frialdad absoluta, de forma premeditada y atroz, acabó con la vida de cinco personas. Trail, Madson y Miglin habían conocido a Cunanan; a Reese, simplemente, lo asesinó para robarle el coche; y, finalmente, Versace era el icono gay y triunfador por excelencia de los años 90. El odio, la envidia y su incansable afán de protagonismo convirtieron a Cunanan en un despiadado asesino.
ACS: El asesinato de Gianni Versace, homosexualidad y poder
Cunanan era homosexual, pero parecía odiar -o envidiar- a todo homosexual exitoso. La diferencia entre estos hombres y Cunanan no solo reside en la fama, sino en el trabajo y el sacrficio. A lo largo de la serie, todos los personajes de éxito le dicen a Cunanan que sus logros provienen del esfuerzo, algo que no interesaba a Andrew.
ACS: El asesinato de Gianni Versace dibuja bastante bien cómo era la vida de un homosexual en los años 90. La década de los 90 nos parece cercana, pero lo cierto es que el mundo ha cambiado mucho desde entonces.
El matrimonio entre personas del mismo sexo estaba prohibido en la mayoría de países; y, actualmente, aunque sigue siéndolo en muchos rincones del mundo, hemos avanzado bastante en este tipo de políticas.
La homofobia sigue siendo un problema, pero cada vez es más criticada y juzgada. En los 90, si no eras un hombre poderoso como Versace, lo tenías muy difícil. Así se refleja en la serie, especialmente, durante el interrogatorio a uno de los últimos hombres que coincidió con Cunanan.
En el interrogatorio, se pone de manifiesto la invisibilidad del colectivo LGTBI: “imaginábamos cómo sería tener tanta pasta y poder y que no importara que fueses gay”, “los otros maderos no lo buscaron bien, ¿verdad? ¿Por qué será? ¿Porque había matado a unos gays cualquiera?”.
Cunanan fue uno de los hombres más buscados por el FBI durante mucho tiempo, pero no fue hasta el asesinato de Versace cuando su nombre corrió como la pólvora en todos los medios de comunicación. Cunanan, al fin, había conseguido lo que más ansiaba: la fama, aunque no de la forma esperada.
La muerte del diseñador italiano conmocionó al mundo de la moda y a la opinión pública, pero no resonaron tanto los otros asesinatos de Andrew Cunanan.
ACS: El asesinato de Gianni Versace se sumerge en el oscuro mundo de la homosexualidad, ese mundo que quedaba excluido por la sociedad y, en consecuencia, se veía enmarcado en ambientes bastante turbios.
No cabe duda de que Versace fue un auténtico revolucionario en el mundo de la moda y uno de los primeros en reconocer y vivir su homosexualidad abiertamente. Por desgracia, hasta no hace muchos años, ser homosexual era una etiqueta que te impedía hacer una vida normal, salvo si tenías poder.
Esta denuncia se hace patente en la serie que, además de acercarnos a la figura del asesino, reivindica aquellas otras muertes, igualmente dolorosas, pero tristemente silenciadas. No debería importar si la víctima es rica o pobre, no debería importar si es famoso o no, sin embargo, las desigualdades se manifiestan también en la muerte.
ACS: El asesinato de Gianni Versace cierra con una imagen de Donatella ante la lujosa tumba de su hermano, de forma simultánea, vemos la imagen sobria y fría de la tumba de Cunanan.
No vemos las tumbas de las otras víctimas, pero, seguramente, no serán como ninguna de las que hemos visto en escena. No serán recordadas con frialdad como la de un asesino, pero tampoco con el lujo de la de Versace.
La serie, recientemente, ha obtenido dos Globos de Oro: mejor miniserie y mejor actor de reparto para Darren Criss (Andrew Cunanan). Como recomendación personal, creo que hay que ver la serie en versión original; de no hacerlo, nos perderemos a una magnífica Penélope Cruz capaz de transformar su voz y unas interpretaciones que perderían matices con el doblaje.
ACS: El asesinato de Gianni Versace debería llamarse de otra manera, pues más allá de la muerte del diseñador, nos muestra una trágica realidad en la que hubo cinco víctimas mortales y, en consecuencia, cinco familias destruidas.
“Decide lo que eres, lo que quieres expresar con tu manera de vestir y el modo en que vives”.
-Gianni Versace-