Si juzgamos la homosexualidad nos equivocamos

Si juzgamos la homosexualidad nos equivocamos
Alicia Escaño Hidalgo

Escrito y verificado por la psicóloga Alicia Escaño Hidalgo.

Última actualización: 22 enero, 2018

La homosexualidad es un tema complicado y sobre todo delicado, como podemos apreciar si conocemos un poco la historia de nuestra sociedad. Existen numerosas teorías que intentan dar respuesta a la pregunta:  la orientación sexual, ¿nace o se hace? Teorías biológicas, psicológicas, psicoanalíticas, antropológica, etc. y ninguna ha encontrado todavía la evidencia clave para poder contestar con exactitud.

Lo que sí parece claro es que la homosexualidad se da en la naturaleza con una normalidad asombrosa. Todas las especies animales practican la homosexualidad

Las consecuencias de juzgar la homosexualidad

Por lo tanto, esa creencia que existe por ahí, que dice que ser homosexual es antinatural se equivoca totalmente. Así, esta idea equivocada ha creado un prejuicio social que nos ha hecho pensar durante mucho tiempo que la homosexualidad es una aberración, algo muy malo que no debería ocurrir.

Mujer llorando

 

Por culpa de esta creencia, se ha rechazado y maltratado a multitud de personas con una orientación sexual contraria a lo que la sociedad dice que debería ser. Se ha llegado incluso al asesinato, el encarcelamiento y la tortura. Todo porque algunas personas no sigan una norma inventada por la sociedad, inventada por nosotros mismos.

“En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad: lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación”

-Simone De Beauvoir-

Pero, ¿Qué nos hemos creído? ¿Quiénes somos para juzgar lo que hacen los demás?

Cambiar nuestra perspectiva hacia la homosexualidad

Actualmente, aún hay multitud de personas que no se atreven a “salir del armario” y se sienten reprimidas por ideas que la cultura sigue manteniendo. No son capaces de aceptarse a sí mismos porque desgraciadamente han comprado la creencia equivocada de la que hablábamos antes: la homosexualidad es algo anormal, parecido a una enfermedad.

Evidentemente, las personas homosexuales al no aceptarse tal y como son, con su condición sexual, sufren de ansiedad e incluso depresión. Se ven a sí mismos como un “gusano”, como personas que no encajan con los patrones sociales y tienden a mantener un autodiálogo interno muy destructivo: ¿Por qué yo?, ¿Por qué no soy normal?, ¿Por qué no puedo enamorarme de alguien del sexo contrario?, seguro que estoy enfermo, soy un desgraciado…etc

Se hace necesario que estas personas y también aquellas que excluyen, comiencen a pensar de una manera adecuada acerca de este tema. Unos para aceptarse a sí mismos y expresarse tal y como son, sin miedos. Los otros para dejar de excluir y rechazar a estas personas por su condición sexual, algo que por otro lado ni siquiera es problema de ellos.

Personas con banderas defendiendo sus derechos a no ser juzgados y expresarse libremente

Tenemos que lanzarnos argumentos reales sobre el tema. Tenemos que cambiar nuestros pensamientos irracionales por otros racionales, reales en relación a la homosexualidad y que nos permitan sentirnos mejor.

La homosexualidad es una cualidad

La homosexualidad no es más que una cualidad, una característica más del ser humano. Cerca de un 10% de los habitantes de este planeta son gays o lesbianas y esto se da en todas las culturas y etnias, por lo que no lo podemos considerarlo algo anormal y mucho menos antinatural. Es algo así como ser pelirrojo o tener los ojos claros, puede que se de en un porcentaje más pequeño pero es igualmente algo normal y natural.

 

Por otro lado, el hecho de que esta condición sea evaluada como mala o buena, es algo totalmente inventado por nosotros mismos. En otras épocas de la historia ser homosexual era algo totalmente normal, no se calificaba ni como algo malo ni como algo extraordinario, simplemente era una característica más y no se le daba mayor transcendencia.

Con lo cual, las cosas no son buenas o malas per se, sino que es la sociedad la que lo califica como le conviene en ese momento. Nuestro trabajo es no hacer caso a esas identificaciones falsas, no comprarlas ni hacerlas nuestras.

La homosexualidad existe en más de 450 especies, la homofobia solo en una. ¿Cuál te parece más antinatural ahora?

Nuestra orientación sexual no determina nuestra valía personal

Otro argumento en que apoyarnos es que ser homosexual o heterosexual no determina nuestro valor personal. Es decir, ni soy un desgraciado ni soy un gusano por ser homosexual. Algo que podemos comprobar viendo todos los casos de personas homosexuales que son totalmente geniales en muchos aspectos de su vida, que tienen una vida plena y feliz, con éxito tanto personal como profesional, con multitud de gente que les admira, etc.

Pareja agarrándose la mano y mirándose con amor

 

Como hemos dicho, ser homosexual es solo una cualidad, y las personas somos diferentes y con multitud de rasgos cada uno de nosotros, sean las que sean. Lo que hay que tener claro es que valemos por el conjunto de nuestras características, al margen de cómo quiera valorarlas la sociedad en un determinado momento.

También es importante que aceptemos que las ideas homófobas van a existir siempre porque hay gente que está equivocada y se empeña en que su pensamiento se trasmita. Al igual que ocurre con el racismo o el machismo, siempre van a estar ahí y tenemos que tenerlo presente pero sin dejar que nos penetre a nivel mental. Este tipo de personas equivocadas no tienen por qué formar parte de nuestra vida. Por suerte hay multitud de personas con las que nos podremos relacionar sin problemas.

Si estamos muy seguros de que ser homosexual es una simple cualidad, que puedo ser feliz siéndolo y que no determina mi valor personal, no habrá nada que nos pueda afectar, ni ofender. Se trata de estar bien amueblado mentalmente y vivir tal y como uno quiere, como uno lo siente.


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