Descubre las 10 claves para mejorar tu paciencia
Todos hemos perdido la paciencia alguna vez. Después de todo, los seres humanos tienen límites, incluso, para esperar que algo suceda. No obstante, hay quienes tienen poca o ninguna paciencia. Si ese es tu caso, es posible que desees aprender cómo ser más paciente.
Desarrollar la capacidad de esperar y soportar la ambigüedad es una de las claves para el bienestar. Por el contrario, aquellos que son impacientes suelen tener problemas en el plano emocional y físico. En este artículo conocerás las claves para empezar a ser alguien más paciente y tolerante.
¿Por qué es importante ser más paciente?
La Real Academia Española define la paciencia como «la capacidad de soportar o padecer algo sin alterarse». Siguiendo esta línea, hay muchas situaciones en la vida cotidiana en las que la paciencia de las personas es puesta a prueba. Por ejemplo, tener que esperar en un atasco.
En este contexto, no es raro que alguien empiece a impacientarse. Las personas que tardan poco en hacerlo pueden llegar a sufrir una gran frustración, ira, ansiedad o angustia, realizando en muchos casos maniobras de riesgo para intentar ganar tiempo o aumentar la sensación de control sobre la situación. Por lo tanto, la explosión emocional de la impaciencia rara vez ayuda y, por contra, sí provoca accidentes.
Es fácil ver la importancia de saber cómo ser más paciente, ya que se relaciona con la calma. Aquellos que esperan sin alterarse, experimentan menos estrés, ansiedad o frustración, lo que contribuye a su bienestar. Algunos de los beneficios que tiene la paciencia son los siguientes:
- Protege la salud mental: ser impaciente genera estrés, el cual tiene efectos negativos sobre la salud. Los individuos pacientes tienen menos problemas asociados con este padecimiento.
- Promueve la adaptación: la paciencia hace que las personas se adapten mejor a los cambios inesperados, ya que les da tranquilidad para no agobiarse con tanta facilidad.
- Incrementa la persistencia: también impulsa a los sujetos a persistir en pro de sus sueños y metas a largo plazo.
- Genera satisfacción y gratitud: permite valorar y apreciar los resultados que se alcanzan. Además, hace que la persona sea más consciente del esfuerzo y del tiempo que se invirtió en conseguir lo esperado.
- Fomenta el desarrollo personal: aunado a todo lo anterior, la paciencia promueve el desarrollo y el crecimiento, pues le da fortaleza y tranquilidad a las personas para enfrentar desafíos.
- Facilita la toma de decisión: ser pacientes rema a favor de una toma de decisión prudente, llevada a cabo con cierta evaluación de los pros y contras. Todo ello, con objeto de elecciones acordes a parámetros realistas.
- Regula la esfera emocional: nos distancia de la impulsividad y genera una mayor salud emocional, así como una calidad interpersonal de mayor efectividad.
Características de las personas pacientes
La paciencia es la virtud de tolerar contratiempos, situaciones adversas y provocaciones sin irritación, desespero o enojo. Quienes la poseen tienen las siguientes cualidades:
- Tolerancia: pueden manejar situaciones o personas difíciles, sin alterarse.
- Autocontrol: tienen la habilidad de controlar sus impulsos y no actuar de manera precipitada.
- Perspectiva: por lo general, ven a largo plazo y entienden que algunas cosas toman tiempo para materializarse.
- Empatía: entienden los sentimientos de los demás, lo que les ayuda a comprender las razones detrás de ciertas acciones.
- Flexibilidad: pueden adaptarse a distintas situaciones y cambios, incluso si no son lo que esperaban.
- Gestión del estrés: enfrentan el estrés de manera saludable, usando técnicas como la meditación, la respiración profunda o dándose un tiempo para pensar.
- Capacidad de aceptación: son capaces de adquirir distancia, aceptar y reconocer cuando la situación lo requiere.
Es necesario destacar que la paciencia no significa permitir que los demás se aprovechen de uno o evitar enfrentar problemas. Más bien, es una forma de gestionar los eventos de la vida cotidiana con calma y deliberación.
¿Cómo ser paciente?: 10 claves para conseguirlo
La impaciencia podría considerarse como un rasgo negativo de la sociedad moderna, donde prevalecen conductas dañinas como el individualismo, el egoísmo, la hiperactividad y la urgencia por la inmediatez, de acuerdo a una publicación en Márgenes Revista de Educación de la Universidad de Málaga.
Las personas a adoptar comportamientos nocivos y tomar decisiones que perjudiquen a otros. Volviendo al ejemplo del tráfico, si alguien de pronto excede el límite de velocidad por tener prisa, podría causar un accidente.
Sin embargo, la paciencia puede ser educada, igual que la tolerancia a la incertidumbre. A continuación, conocerás diferentes comportamientos que te enseñarán cómo ser más paciente.
1. Acepta la incertidumbre como parte de la vida
El primer paso para ser una persona más paciente es aprender a aceptar la incertidumbre. Hay pocas cosas en el mundo sobre las que un individuo puede tener control absoluto. Creer que es posible controlar variables como la conducta de otros, el clima u otros factores es una ilusión.
Al final, la realidad es otra y quienes se engañan a sí mismos creyendo que lo controlan todo, solo terminan sintiéndose mal. En cambio, comprender que la vida es impredecible te ayudará a adaptarte mejor a cualquier situación imprevista.
2. Observa los pensamientos y las emociones
Observar lo que piensas y sientes es fundamental para desarrollar la paciencia. Esta autoconciencia te permite entender tus respuestas cognitivas, emocionales y conductuales desde una perspectiva más objetiva y, al hacerlo, ganar control sobre ellas. Mira tus pensamientos y emociones, pero no las juzgues, solo contempla y analiza cómo refuerzan tu impaciencia.
3. Aprende a sacar provecho de la espera
Otra recomendación que te permitirá mejorar tu paciencia es saber aprovechar los momentos de espera. Imagina que estás en la sala de espera, aguardando a que el médico te atienda. En esa situación, ¿qué harías con el tiempo?
Puedes aprovechar y mandar algún email que tengas pendiente, pensar cómo vas a empezar la reforma que quieres hacer o leer alguna de las revistas que suelen estar a disposición del público.
Es decir, puedes realizar acciones que te distancien de la sensación de que estás perdiendo el tiempo. Porque, ¿quién no ha pensado alguna vez eso de «aquí estoy, con todo lo que tengo que hacer»?
4. Practica el mindfulness
El mindfulness es una técnica derivada de la meditación que te conecta con el presente, con lo que está sucediendo aquí y ahora. Recuerda que la impaciencia se asocia con la ansiedad por un futuro incierto.
En consecuencia, aumentar la concentración en el momento actual puede ser útil para reducir la angustia. Puedes sumergirte en esta práctica por tu cuenta o buscando la ayuda de un profesional.
5. Ejercicios de respiración y relajación
El estrés por la espera puede traducirse en tensión fisiológica. Por ello, una buena estrategia es practicar técnicas de relajación muscular, en esos momentos que pongan a prueba tu paciencia. A medida que lo hagas, tu cerebro dejará de asociar la espera con la ansiedad y estarás más calmado.
6. Desarrolla tu empatía
Cuando las personas te impacientan, es necesario que practiques la empatía para fortalecer tu capacidad de ser más paciente. Al ser empático puedes entender mejor las razones que hay detrás de la conducta de los demás. Cuando comprendes las motivaciones y situaciones que llevan a alguien a comportarse como lo hace, es más sencillo para ti ser paciente, porque puedes ver las cosas desde otra perspectiva.
7. Busca el lado positivo
Ver el lado bueno de lo que te está impacientando es una herramienta muy útil para desarrollar tu paciencia. Al buscar lo positivo de las situaciones adversas podrás encontrar lecciones interesantes y oportunidades de crecimiento. Esto te ayudará a no reaccionar con impaciencia, sino, más bien, a acoger la experiencia y la circunstancia con serenidad, apreciando su valor inherente.
8. Disminuye la velocidad
En ocasiones, la falta de paciencia aparece por el deseo de obtener todo de manera inmediata. Por eso, bajar el ritmo a los procesos te ayudará a cultivar la paciencia. Cuando ya no se tiene tanta prisa por lo que se espera, es más fácil lidiar con la tardanza y la incertidumbre. Así que, desacelera un poco.
9. Conserva tu tranquilidad
La tranquilidad es imprescindible para aumentar la paciencia y no dejarse afectar por las situaciones adversas. Para ello, Massimo Pigliucci y Gregory López han propuesto en su libro Mi cuaderno estoico (2019) una actividad para ganar serenidad:
- Imagina una situación a la que tengas que enfrentarte hoy y que puede robarte la paciencia.
- Repite en tu mente: «quiero realizar esta actividad, pero también quiero mantener la calma aceptando lo que sucede».
- Imagínate a ti mismo actuando con tranquilidad y paciencia frente a esa situación frustrante.
También puedes formular un plan de acción para permanecer tranquilo . Mediante este ejercicio obtendrás algunos recursos básicos de afrontamiento para esa situación que debas vivir.
10. Prevé situaciones futuras
Relacionado con la actividad anterior, Pigliucci y Gregory proponen realizar la siguiente:
- Todas las mañanas escribe algunas situaciones que pueden no resultar como esperas, dificultando la satisfacción de tus deseos. Esto te ayudará a reducir el impacto de las adversidades.
- Usa un mantra que te recuerde que estás intentando mejorar y aumentar tu tolerancia a las frustraciones.
Otros consejos para ser más paciente
Aparte de estos grandes consejos, que implican un trabajo extenso sobre la propia identidad, también se pueden pulir algunos detalles para mejorar la paciencia. Presta atención a los que te traemos:
- Busca formas para descargar la ansiedad durante la espera.
- Evade la lógica de la inmediatez que abruma cada día, pues todo necesita de su proceso.
- Sé realista con tus expectativas.
- Busca momentos en tu día para relajarte, procesar lo que te ocurre y elaborar planes sobre aquello que no puedes controlar.
Por último, es necesrio entender cómo ser más paciente para vivir de manera plena y tranquila. Recuerda que lo más importante al momento de aprender algo nuevo es la constancia. Si introduces estas conductas de forma cotidiana, con el tiempo se volverán un hábito y tu paciencia habrá mejorado.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Pigliucci, M. y López, G. (2019). Mi cuaderno estoico. Ariel Editorial.
- Real Academia Española. (s.f.). Paciencia. Consultado el 9 de agosto del 2023. https://dle.rae.es/paciencia
- Recio, R. (2023). Retrato de la impaciencia. Márgenes Revista de Educación de la Universidad de Málaga, 4(2), 161-167. https://www.revistas.uma.es/index.php/mgn/article/view/16284