Cómo detectar y ayudar a un familiar con problemas de juego

Ayudar a un familiar con problemas en el juego puede ser bastante abrumador. Es por ello que acá te decimos cómo lograrlo.
Cómo detectar y ayudar a un familiar con problemas de juego
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 06 agosto, 2023

La adicción al juego o ludopatía es un tipo de trastorno del control de los impulsos; por lo que los afectados no pueden controlar sus deseos de jugar, incluso cuando saben que el juego les está perjudicando a ellos mismos o a sus seres queridos. Por tanto, si tienes a un familiar con problemas de juego, acá te mostraremos cómo ayudarlo.

Es importante tener en cuenta que, sentimientos desagradables, como el estrés, la depresión, la soledad, el miedo o la ansiedad pueden desencadenar el juego compulsivo o empeorarlo. Apostar en los juegos de azar visitando un casino o conectarse a un página de juegos online es para muchas personas una manera de liberarse después de un día agotador en el trabajo o después de una discusión.

También es una forma de evitar enfrentarse al estrés que generan ciertas obligaciones y responsabilidades o de evitar pensar en problemas desagradables.

Para mucha gente, un aspecto importante de dejar el juego es encontrar formas alternativas para manejar estos sentimientos difíciles sin juegos de azar. Incluso, cuando el juego ya no es una parte de su vida, los sentimientos dolorosos y desagradables que pueden haber incitado a apostar en el pasado aún permanecerán.

¿Cómo detectar un problema de juego?

Cuando tenemos un familiar con problemas de juego, las consecuencias no solo afectan la salud del implicado, sino también la de sus más allegados; además, pone en riesgo su relación con éstos. Por tanto, para poder solventarlo a tiempo, es importante conocer los indicadores que estas personas pueden mostrar.

En este caso, algunas señales de alerta son:

  • Posesión de material de juegos de azar como boletos de lotería, hojas de apuestas, fichas de casino, etc.
  • Asiste constantemente a casinos u otros lugares de juegos.
  • Cuando pierde dinero, tiende a volver para intentar recuperar las pérdidas.
  • Ve mucho programas deportivos y tiene un interés desproporcionado por el resultado de las competiciones.
  • Es incapaz de controlar sus impulsos, por lo que necesita jugar cada vez más y con más dinero.
  • En varias ocasiones ha intentado controlar, reducir o abandonar el juego sin éxito.
  • Tiende a apostar cuando experimenta algún malestar o incomodidad.
  • Siente un profundo malestar cuando intenta reducir o abandonar el juego, lo que se traduce en comportamientos ansiosos o irritables.
  • Miente y oculta información sobre sus actividades lúdicas y sus finanzas. 
  • Pide dinero prestado dinero a amigos, familiares o entidades de crédito sin justificación aparente.
  • Ha puesto en riesgo o ha perdido un trabajo, una relación significativa o una carrera académica o profesional, debido a su adicción al juego.

¿Cómo afecta a la familia?

Cuando un miembro de la familia padece de juego patológico, todo el conjunto familiar se ve afectado; generando un cambio en el cual se gestan nuevos roles y dinámicas familiares. Por ejemplo, es bastante común que:

  • La familia se encuentre en constante conflicto y las discusiones estén a la orden del día. Especialmente porque los problemas en el juego van propiciando la falta de comunicación en el afectado. Es decir, la persona implicada deja de hablar y de relacionarse con los demás, pues sus horarios y preocupaciones van en torno al juego y en cómo seguir jugando.
  • Asimismo, las repercusiones económicas pueden agravar los conflictos intrafamiliares. En este caso, la familia también debe afrontar las consecuencias de las deudas cuantiosas, del incumplimiento de los pagos y del empobrecimiento económico familiar.
  • Se generan mentiras en la familia. El afectado no dice a qué destina el dinero o de dónde se consigue, simplemente lo hacen.
  • Alguno de los integrantes se puede ver obligado a realizar tareas que no le correspondían. Por ejemplo, que los hijos deban trabajar antes de tiempo para compensar las dificultades económicas producidas por el juego patológico de uno de sus familiares.
  • Cuando la familia se hace consciente de los problemas de juego de uno de los integrantes, ésta tiende a verse desbordada, no sabe muy bien qué hacer, donde acudir, cómo actuar… En estos casos, lo ideal es ponerse en contacto con profesionales.

¿Cómo ayudar a un familiar con problemas de juego?

Los jugadores compulsivos necesitan el apoyo de sus familiares y amigos para luchar contra su adicción. Pero la decisión de dejar de jugar tiene que ser propio jugador. Para ello, se puede hacer los siguiente:

1. Protegerse y cuidarse a uno mismo

Enfrentarse a los problemas de juego de un familiar e intentar ayudarlo puede ser muy abrumador. Por ello, es necesario prepararse emocionalmente para afrontar la situación de la mejor manera. En este caso, lo ideal es acudir con un psicoterapeuta para que te proporcione el soporte emocional que necesitas y te ofrezca las herramientas para atravesar las circunstancias.

Contar con el apoyo adecuado contribuye a tomar decisiones positivas para uno mismo y a mantener el equilibrio para que ese ser querido obtenga la ayuda necesaria.

2. Establecer límites en el uso del dinero

Cuando hay un jugador compulsivo en la familia hay que cerciorarse de que hace uso racional del dinero. Por tanto, es esencial asegurar los propios recursos y pedirle cuentas en cuanto a su uso del dinero.
Esto paso es fundamental para evitar recaídas y controlar la situación. Por tanto, lo ideal sería retirarle al jugador la posibilidad de manejar el dinero, salvo lo imprescindible.

3. No pagar sus deudas

Asimismo, es importante no saldar sus deudas o cubrir lo errores de la persona adicta al juego, a pesar de que ésta prometa no volver a jugar. Ya que no le estaremos ayudando a superar su problema, al contrario, estaremos reforzando su conducta. 

Por tanto, la persona afectada debe hacerse responsable de su conducta y las consecuencias que ésta acarrea. Así, podrá empezar a solucionar su problema de adicción.

4. Animarle a pedir ayuda

La ludopatía es una afección que se puede superar, pero sin la ayuda de un profesional es muy dificil que esto pase.

En este sentido, es importante que el afectado se de cuenta de que su problema debe resolverlo con el acompañamiento de un especialista, quien le proporcionará las herramientas necesarias para aliviar su malestar y evitar el fracaso de sus intentos.

No obstante, es pertinente tener en cuenta que la insistencia en el asunto puede traer un efecto contrario al que se espera. Por tanto, hay que ser conscientes que cada quién tiene su ritmo para abordar y superar las problemáticas.

5. Informarse sobre el problema

Si el jugador compulsivo se niega a acudir con un profesional, los familiares pueden acudir a éste para pedir información sobre el tema y asesorarse sobre cuál es la mejor manera para ayudar al afectado.

En este caso, los expertos pueden enseñarles a tratar con un adicto al juego para que éste no siga haciéndoles daño.

Para concluir, es importante tener en cuenta que los más allegados al afectado deben buscar el apoyo necesario para lidiar con la situación. De esta forma, tendrán una mayor fortaleza para acompañarlo a superar su problemática. Recuerda que no puedes ayudar a alguien si no estás en condiciones para hacerlo.


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