Manejo emocional del nerviosismo

A medida que pasan los días aumenta el nerviosismo. No podemos elegir cómo sentirnos, pero con una adecuada gestión emocional encontraremos un poco más de calma mental para afrontar una situación complicada.
Manejo emocional del nerviosismo
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 07 junio, 2020

El manejo emocional del nerviosismo se alza como una estrategia indispensable en la actualidad. Insomnio, problemas de concentración, aumento de la ansiedad, miedo, pensamientos obsesivos y catastrofistas…

En ocasiones, sobre todo cuando se atraviesan momentos de crisis, la salud mental se resintiente. Es como una grieta que se va ensanchando cada vez más haciéndonos perder el equilibrio.

Al igual que atendemos a nuestro bienestar físico, es esencial que llevemos a cabo algunas estrategias para salvaguardar el bienestar psicológico.

Más allá de las recomendaciones que podamos recibir, hay algo que debemos tener presente. Sentir dolor, angustia, miedo e incluso desesperanza es completamente normal.

No podemos menospreciar la situación que estemos viviendo ni aplicar paños calientes para atenuar o disimular las evidencias. Si estamos ante un momento complicado, es normal transitar por esa realidad con angustia.

Unos lo harán mejor y otros peor. Cada persona dispone de unos recursos propios, esos que le ha otorgado su propia experiencia. Sin embargo, todos y sin excepción, estamos obligados a desplegar nuevos recursos, nuevos enfoques y habilidades. Profundicemos en ello.

Hombre intentando aplicar el manejo emocional del nerviosismo durante el confinamiento

Claves del manejo emocional del nerviosismo

“Estoy cada día más nervioso, ya no sé qué hacer”, “me siento tan nervioso que ya no puedo ni dormir”. Estos son de los comentarios que más podemos escuchar de amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo… que estén atravesando un mal momento.

Mientras algunos piensan ya en los mecanismos de los que disponen para salir del problema, muchas personas afrontan un escalamiento de la angustia y la preocupación. 

Podríamos decirles aquello de que mantengan la esperanza, de que todo va a salir bien y que ningún problema dura eternamente. Sin embargo, en un rincón de nuestra mente sabemos que estas frases no ayudan, que recurrir a las expresiones edulcoradas no generan cambios y más, cuando lo que hay en la mente es miedo y el peso insoportable de la incertidumbre.

Cuando los ánimos no ayudan hay que aplicar cambios y adecuadas estrategias psicológicas. Aprender algunas claves del manejo emocional del nerviosismo puede servir de ayuda.

El contrato emocional: acepto lo que siento, pero no me dejo llevar por ello

Por mucho que lo deseemos o alguien nos lo sugiera, no vamos a poder sustituir el miedo por la alegría, la angustia por la felicidad.

Si lo que siento en el momento actual es nerviosismo por no saber qué va a ser de mi trabajo, de nada sirve que intente pensar en cosas alegres. En el universo mental no es un juego de naipes donde sustituir unas cosas por otras.

Lo que debemos hacer es un contrato emocional con nosotros mismos. Para ello, hay que seguir las siguientes pautas:

  • Acepto todas mis emociones. Doy espacio y aceptación al nerviosismo que me genera miedo, angustia y frustración. Le doy un rincón a la tristeza, para que se exprese, para que me hable.
  • Escucho y valido cada sensación, sentimiento y emoción. Pero eso sí, elijo no dar poder a esos estados emocionales más adversos. No quiero que medien en mi conducta, que me inmovilicen, que estén presentes las 24 horas del día impidiéndome ser yo.

Aprendo a calibrar mi enfoque mental

El nerviosismo es un cajón desastre, todo lo enreda, todo lo tensa y lo complica. En nuestra mente se acumulan las preocupaciones, nos angustia lo que pueda pasar mañana y que el futuro se convierte en un panorama abstracto y lleno de claroscuros. Al poco, la ansiedad asoma una vez más y nos quita la respiración, las ganas, la capacidad de control.

Como nos recuerda Daniel Goleman en su libro Focus: hay que entrenar la atención para ganar en bienestar. Esto significa básicamente entrenar nuestro enfoque mental y calibrarlo.

Importa solo el aquí y ahora, el presente. No anticipes, no imagines cosas que aún no han sucedido. Pregúntate qué necesitas aquí y ahora para estar bien, para tener calma.

Mujer aplicando el manejo emocional del nerviosismo durante el confinamiento

Manejo emocional del nerviosismo: el poder sanador de la conexión

Una de las claves del manejo emocional del nerviosismo durante momentos complicados es la conexión. Con esa estrategia se abren diversos caminos, pero todos tienen como finalidad: conectar tu mente y corazón a algo que te genere paz, equilibrio un bienestar momentáneo que alivie el nudo de los pensamientos.

  • Conecta con esas personas que saben escucharte y que iluminan tu día con una simple conversación.
  • Conecta con esta tarea o afición que te permite liberar la mente, ser creativo y libre a pesar de estar en un espacio cerrado. Busca tu canal de expresión y conexión contigo mismo.

Activo mis valores, mis significados y propósitos: trabajo en la persona que deseo ser

Cuando el cerebro funciona en modo preocupación se difuminan las prioridades. Quien manda en este tipo de estado mental es nuestra amígdala, esa región que regula la emoción del miedo y que en algunos momentos, secuestra por completo nuestra visión del mundo y comportamiento.

En estas situaciones, y para atenuar el termómetro del nerviosismo cotidiano, debemos darnos un instante de quietud y reflexión. Tomaremos un café con nosotros mismos para hacer algo decisivo: preguntarnos qué tipo de persona queremos ser, preguntarnos qué es lo que queremos recordar de nosotros mismos el día de mañana sobre cómo afrontamos la presente situación.

No es necesario ser héroes, ni mucho menos. Solo alguien que tuvo claro lo que debía hacer y lo que quería. Alguien que fue responsable, que supo cuidarse, cuidar a los suyos y que no perdió la esperanza. Una persona que creyó en la bondad, en la humanidad, la empatía y en la posibilidad de seguir cumpliendo sus sueños en cuanto fuera posible.

Para concluir, tal y como señalaba el psicoterapeuta Aaron Beck, si nuestro pensamiento es sencillo y claro, alcanzaremos nuestras metas y trabajaremos en nuestro bienestar psicológico.

Solo hay que focalizar, centrarnos en el momento presente y aceptar cada emoción sentida, darles espacio pero eligiendo siempre, no dejarnos llevar por el negativismo más extremo o por el pánico.


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